Gremiales | 3 jun 2022
ANALISIS
Las regionales de la CGT no logran unidad y muestran las tensiones internas
En varias seccionales de la central obrera no hay avances en el nombramiento de nuevas autoridades y queda a la vista las rispideces en varios sectores. En Lomas de Zamora el respaldo a Sergio Oyhamburú no termina de definir las autoridades. Abel Furlán estrena su rol de normalizador con una difícil intermediación en Córdoba.
Por: Diego Lanese
Desde la fractura en 2011, la CGT nunca pudo volver a la paz interna, más allá de momentos de cierta sintonía. Como un jarrón que se pegó, pero cuyas fisuras todavía están a la vista, la estructura de la central obrera muestra diversos grupos que no terminan de marcar sus diferencias, gremiales y políticas, lo que marca el ritmo de la principal entidad del movimiento obrero. Esta situación queda plasmada en la necesidad de armar triunviratos –en 2016 y este 2022 –para lograr una conducción más o menos consensuada. Esta realidad puede verse en las regionales, que luego del confederal que ratificó la actual conducción, debe renovar sus autoridades, que en algunos casos llevan casi una década sin normalizarse. La tarea se empantanó en el último tiempo, producto de estas diferencias que se mantienen. Además, los cambios en la UOM, a cargo de la secretaria del Interior cegetista, retrasaron este proceso, que tendrá en los próximos días varios desafíos claves.
El proceso de elección de autoridades de las regionales de la CGT se retrasó por el cambio de autoridades en el gremio metalúrgico. La UOM está a cargo de la secretaría del Interior, que se ocupa del manejo de las autoridades seccionales. La salida de Antonio Caló y la llegada de Abel Furlán a la jefatura de ese gremio puso en pausa ese trabajo, que hoy parece encaminado totalmente en esa tarea. Al punto, que se espera en los próximos días que tenga su primera prueba de fuego: la mediación para normalizar la CGT Córdoba. Allí, esta semana no hubo acuerdo entre los gremios para elegir un nuevo conductor, lo que obliga a la intervención nacional. En esa provincia, José Pihén (empleados públicos) asegura que tiene mandato hasta el año que viene, y cuenta con el aval de unos 70 gremios. Pero el metalúrgico Rubén Urbano y Pablo Chacón (Comercio) buscan lugares en la conducción, en representación de un sector no alineado con la actual conducción.
Ante la falta de consenso, la secretaría del Interior decidió mediar en la disputa. Para eso, la CGT enviará a Córdoba al triunviro Héctor Daer y a Pablo Moyano junto al titular de la UOM nacional y secretario de Interior, Abel Furlán, para intentar cerrar una nueva conducción de la central. Esta será una nueva prueba para la unidad de la central obrera, que pese a los dichos y los intentos de mostrar cohesión interna, las diferencias que existen no se pueden ocultar.
Se conquetó la normalización de nuestra CGT Regional San Martín, renovando el mandato para el período 2022- 2026. Queda un triunvirato en la conducción, los Compañeros Octavio Argüello (Camioneros), Sergio Escalante (STIA Alimentación) y Ezequiel Fanizza (UOM Sec.San Miguel). pic.twitter.com/ObJsC1exxT
— SEC DE INTERIOR CGT RA (@SecCgt) May 31, 2022
En tanto, en Lomas de Zamora, la regional más grande del país, se trabaja para lograr la unidad. El sector mayoritario apoya la continuidad de Sergio Oyhamburú al frente de la seccional, pero existe una vieja fractura, desde el 2011, que no termina de cerrarse. Otro grupo de dirigentes, que según se estima son minoritarios, mantiene una estructura paralela, que algunas denominan “CGT Costello” (por el dirigente metalúrgico fallecido Carlos Costello), que si bien busca la unidad, quiere lugares en la futura estructura.
La negociación se mantiene abierta, pese a que la CGT del dirigente de la Sanidad es la reconocida oficialmente por la dirigencia nacional. Además, Oyhamburú cuenta con respaldo masivo de los gremios locales, e incluso desde la UOM Avellaneda, que es parte de la regional, respaldan su candidatura, y le piden a los gremios de la regional paralela que se acoplen a la estructura oficial. La idea es lograr un secretario general, junto a dos Adjuntos que completen la conducción. No se descarta tener dos secretarios Gremiales para ampliar la representación de la nueva conducción.
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