La integrante del Departamento de Género del club Temperley, Dana Hernández, advirtió sobre las dificultades para implementar los protocolos contra la violencia de género en las instituciones al tiempo que aseguró: “En el club hace varios años que estamos a la vanguardia”.

En declaraciones para Política del Sur, Hernández recalcó que “el protocolo es una herramienta clave en la lucha por evitar la violencia de género en los clubes”.

“Lo interesante más allá de las herramientas que podamos desarrollar es que haya un compromiso colectivo entre todas las partes que integran los clubes, socios, jugadores, dirigentes, trabajadores para que esto no sea algo simbólico sino que tenga una capacidad de acción real, sino pareciera que caemos en la trampa de aprobar cuestiones porque están en agenda y después no podamos llevarlo a la acción o desarrollarlo como corresponde”, subrayó.

📌 #Sociedad [AHORA🔴] 🗣🎙Al aire la encargada del área de género del @TemperleyOK, Dana Hernández.

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— Política del Sur (@PoliticaDelSur1) May 27, 2022

Evaluó luego que “es complejo activar el protocolo en casos comunes dentro de los clubes” y lo es aún más “cuando debe aplicarse ante figuras de renombre o futbolistas profesionales, que es donde más está costando, son muy pocas las mujeres que se animan a denunciar en estos casos”.

El caso Villa

Luego, la titular del área de género en Temperley se refirió al caso del futbolista Sebastián Villa, quien fue denunciado en dos ocasiones. “Boca tiene su protocolo aprobado desde septiembre del 2021 y sin embargo no está pudiendo avanzar, obviamente por una cuestión dirigencial. No está la voluntad política de hacerlo”, criticó.

Cuestionó, además, lo que consideró un “punto ciego” del protocolo de Boca que “se puede activar únicamente si la víctima se pone en contacto con el área de inclusión y género”.

“En Boca Adriana Bravo es la vicepresidenta Tercera pero en estas situaciones las mujeres quedamos muy expuestas. Tenemos muchas dirigentes en los clubes que es el poder formal, que dicta mucho del poder real”, apuntó.

Y sentenció: “No tienen capacidad de acción. Frente a esto quedan expuestas, no queda otro margen que presionar o renunciar y te terminas corriendo de determinados lugares”.