sábado 27 de abril de 2024 - Edición Nº1970

Temperley | 9 may 2022

TEMPERLEY TOCÓ FONDO

Derechito al quirófano...

Temperley sigue sin levantar. Perdió 2-0 ante All Boys en Floresta, se afirma en el pelotón que luchará sólo por no descender y varios jugadores -que no respondieron ni con Ruiz ni con la dupla Quiñónez/Aguirre- siguen deambulando por la cancha. Vazquez y Brandán, que aplicó la infalible "ley del ex", marcaron los goles de los dirigidos por Biggeri. En el Gasolero la dirigencia deberá tomar cartas en el asunto si quiere evitar un descenso a la B Metropolitana.


Por: Pepe Tricanico

Ni Ruiz, ni Quiñonez, ni Aguirre, ni Bianco. El problema de Temperley fueron, son y serán varios de sus jugadores. La mayoría de ellos no parece estar a la altura de las circunstancias. Y ponen en evidencia las fallas severas en el armado del plantel que son exclusiva responsabilidad de los dirigentes, del ex manager Leonardo Di Lorenzo y del olvidable Fernando Ruiz, al cual la Comisión Directiva le renovó el contrato cuando ni siquiera había clasificado a la Copa Argentina.

Los supuestos "referentes" que se cargaron a la dupla Aguirre/Quiñonez siguen siendo meros fantasmas en la cancha. Rosales, Gallegos, Pittinari, Pumpido y compañía, de ahora en adelante "el clan Ruiz" tuvieron el carácter (fuera del rectángulo de juego, claro está) para pasar por encima de dos ídolos e imponer su voluntad y sus caprichos por encima de una dirigencia inexperta en materia futbolística.

Temperley no tiene juego. Temperley no tiene carácter. Y no se trata del entrenador de turno, se trata de personalidades, de jerarquías técnicas, de tipos que no están a la altura de una institución centenaria y grande del ascenso como es Temperley.  El club no tiene jugadores que puedan jugar con hidalguía la permanencia en la divisional. Y el barco parece dirigirse inexorablemente a chocar contra el iceberg. Tal vez sea el peor plantel en más de una década. 

¿Y ahora? La dirigencia, que ganó las elecciones en febrero de 2021, parece haber perdido mucho crédito con el hincha. El próximo domingo, ante Güemes en el Beranger, el clima estará más que caldeado.

Es hora de que el presidente Martín Vila y los vicepresidentes Sergio Gianturco y Diego Molea, quienes comandan los destinos del club; tomen decisiones fuertes con un plantel del que también son responsables de haber constituído. Y habrá que rescindir los contratos que haya que rescindir. Habrá que aprovechar la ventana de la fecha 18 para poder traer los 5 refuerzos que permite la divisional, volver a confiar en algunos juveniles como Frías o Ayunta que hoy perfectamente podrían estar por encima de los Gallegos, Callejo o Pumpido; y sumarle esos 4/5 nombres de jerarquía (preferentemente jugadores probados con la camiseta del club, no apuestas) que estén dispuestos a poner la cara por Temperley en esta situación tan delicada. 

Del partido no hace falta decir mucho: All Boys le hizo precio con el 2-0. Brandan (al cual en 9 de Julio y Dorrego parecen haber proscripto) fue la gran figura junto con Nicolas Barrientos y el equipo de Biggeri lo ganó con justicia ante un Gasolero que pareció un equipo de sparrings.

Es hora de una renovación. Hay que respaldar a Bianco con determinación y avanzar en este sentido. La renovación que quizo hacer la dupla Aguirre/Quiñonez y que no les permitieron hacer los dirigentes en complicidad con los supuestos referentes. Es hora de hacerse cargo de esta situación. Es hora de dejar de hacerle tanto daño a Temperley. Es hora de que quienes no estén a la altura tengan el gesto de grandeza y den un paso al costado. Es hora de cirugía mayor.     

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