jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº1940

Policiales | 9 may 2022

INVESTIGACIÓN

¿Qué pasó con la banda de la “Mae Romina”, la enfermera umbanda acusada de desvalijar a sus fieles?

Se le atribuía ser la cabecilla de un grupo dedicado a las entraderas hasta que la detuvieron en el interior de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, la organización delictiva no habría sido desarticulada completamente.


El nombre de Romina Yesica Faraoni, alias "La Mae Romina", se había hecho conocido en el mundo criminal a principios del año pasado. Se le atribuía ser la cabecilla de una banda dedicada a desvalijar a los fieles de la religión umbanda que asistían a su templo, aunque fue detenida por última vez con un botín de 23 mil dólares robados de una oficina en el partido de Tapalqué.

Se trata de la enfermera detenida el 23 de julio junto a Rubén Alfredo Benítez, de 33 años. Ambos se entregaron al verse rodeados en pleno intento de fuga sobre la Ruta Provincial 205, a bordo de un auto Fiat Siena blanco.

De acuerdo a la investigación a cargo de la fiscal al frente de la UFI 6 de los Tribunales de Azul  Karina Gennuso, los acusados “planificaron” el golpe antes de atacar a su víctima, un joven de 27 años reducido a “culatazos” en la cabeza en su oficina ubicada sobre Martín Fierro y 9 de Julio. Faraoni y Benítez cayeron con armas de fuego y el botín de dinero en efectivo en dólares y en pesos que habían robado minutos antes, entre otros elementos sustraídos.

En su declaración, el damnificado habría confirmado la presencia de un tercer implicado en el robo, aunque esta persona logró escapar y permanece prófugo desde entonces. Mientras tanto, los dos sospechosos cumplen prisión preventiva a la espera de un juicio por orden del juez Juan José Suarez, titular del Juzgado de Garantías 3, indicaron a Política del Sur desde el Departamento Judicial de Azul.

Ese sería hasta ahora el último ataque de “La Mae Romina”. Faraoni había llamado la atención de la Policía Bonaerense por una entradera cometida el 30 de marzo del año pasado en Remedios de Escalada de la que había sido sobreseída y recuperado la libertad, aunque no así su pareja, Carlos Giménez, quien será llevado a juicio.

El joven de 30 años que había sido excarcelado en febrero tras una condena por robo en La Matanza, fue el primero de la banda en quedar tras las rejas. Para el fiscal de la UFI 7 del Departamento Judicial Avellaneda – Lanús Gastón Fernández, Giménez se ocupaba del “trabajo sucio” y asaltaba a las víctimas que eran “marcadas” por la cabecilla.

Para los investigadores, Faraoni citaba a los feligreses con el fin de averiguar su poder adquisitivo. Luego mandaba a su concubino, encargado de llevar a cabo la segunda parte del plan: ir a los domicilios “marcados” para sustraer dinero en efectivo, electrodomésticos y todo lo que sea de valor.

Giménez junto a otro sujeto se disfrazaron de policías y simularon que hacían un operativo de tránsito hasta que “encañonaron” a dos de sus víctimas sobre la calle Achával al 2800, a quienes obligó a subir a un auto Chevrolet modelo Spin de Color Gris para ir hasta sus domicilios.

No obstante, fue reconocido por una de las damnificadas, que lo delató a la Justicia y por las filmaciones de las cámaras de seguridad de la vivienda donde llevó a cabo su último asalto. Además, los efectivos que lo aprehendieron en su casa de Lanús secuestraron varios elementos que habían sido robados. Prueba incriminante suficiente para corroborar su participación en el hecho investigado.

Durante el tiempo que duró el robo, maniataron a un hombre que se encontraba en la propiedad y a las dos mujeres, se llevaron 150 mil pesos y 500 doláres de dinero en efectivo, entre otras tantas cosas de valor, como celulares y televisores.

Una de las mujeres había reconocido a Giménez como “la pareja de la mae umbanda que habían ido a visitar el día del asalto”. La denunciante recordó haber visto el auto de los malvivientes cerca del templo de la mujer y relató que Faraoni le había preguntado sobre la vivienda, los horarios del local comercial que funcionaba allí y sobre las cámaras de seguridad del lugar. 

El imputado por los delitos de “privación ilegítima de la libertad agravada en concurso real con robo agravado por el empleo de arma de fuego de aptitud para el disparo no acreditada y por su comisión en poblado y en banda” espera a ser juzgado, aunque su juicio todavía no tiene fecha.

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