viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº1969

Gremiales | 3 may 2022

INTERNA SINDICAL

La disputa en el oficialismo marcó el ritmo en los festejos del Día del Trabajador

Mientras que la CGT se limitó a emitir un comunicado donde reclamó acciones contra la inflación, hubo dos actos con tonos distintos. Uno, capitaneado por Máximo Kirchner, profundizó las diferencias con el Gobierno nacional. Otro, con movimientos sociales, respaldó a Alberto Fernández, pero planteó dudas.


Por: Diego Lanese

La interna del oficialismo nacional impregnó las manifestaciones y festejos por el Día del Trabajador, y los gremios quedaron expuestos respectos a sus posturas, ya sea por los actos que hicieron, como los que no hicieron. La fragmentación del movimiento obrero se vio en los alineamientos respecto de la pelea dentro del Frente de Todos, que a esta altura parece insalvable. Haciendo equilibro entre las distintas miradas, la dirigencia sindical debió alinearse, incluso por la negativa, en el marco de un fin de semana de muchas definiciones. La primera definición la dio la CGT, que no movilizó, no se sumó al plenario del PJ bonaerense, pero emitió un documento con un tono más duro al habitual para su mirada “dialoguista”. En tanto, el kirchnerismo reunió al ala dura del sindicalismo, que le dio cuerpo a las renovadas y conocidas críticas al presidente y su política económica, en la figura de Martín Guzmán.

 

La interna del oficialismo se metió de lleno en el sindicalismo, que en una fecha tan importante quedó a la vista de todos. Intentando marcar siendo distancia, la CGT no se mostró abiertamente albertista, ya que su documento fue bastante crítico, ni se sumó a las expresiones cercanas al sector K, que hicieron su propio acto en el seno del PJ de la provincia de Buenos Aires.  En el texto difundido, la central obrera considera que “las paritarias, los ingresos de emergencia para los sectores informales y los aumentos extraordinarios a jubilados y beneficiarios de planes sociales dispuestos por el Gobierno, generan un alivio transitorio”. En este sentido, determinó que es imprescindible que los formadores de precios “deben colaborar en la tarea de mitigar una desigualdad social intolerante”. Pero no sólo se refiere a ellos sino también a “los grandes especuladores financieros que multiplican sus ganancias en la crisis y los que recibieron una renta extraordinaria producto de la alteración de los mercados por la guerra”.

En otro punto del documento sostienen que les trabajadores “buscamos progreso social permanente y un futuro mejor para nuestros hijos”, dicen y afirman que “nuestra herramienta es el trabajo digno y el único objetivo que nos guía es una transformación con desarrollo inclusivo y equitativo”. La CGT viene escapando a las definiciones fuertes en materia política, como el tema judicial, ya que el Consejo Directivo no se sumó a la marcha que muchos gremios harán contra la asunción de Horacio Rosatti al frente del Consejo de la Magistratura. En su momento, este sector de la CGT, mayoritario en cuanto a trabajadores, se acercó al Presidente para garantizarle “gobernabilidad”, en un posible rompimiento con su socia. Pero ahora, con cierta distancia, ponen en duda esa predisposición.

 

Máximo avanza

 

En tanto, otro sector de los gremios, cercanos a la vicepresidenta, se sumaron al congreso de la rama gremial del PJ bonaerense, que terminó con un encendido discurso de Máximo Kirchner, que se asumió referente de este espacio, que acompañan entre otros Pablo Moyano, la Corriente Federal y la CTA de los Trabajadores. “Durante la pandemia los trabajadores y trabajadoras cedieron parte de sus ingresos, el Estado hizo su parte ayudando a los empresarios con el IFE y ahora falta que el tercer actor diga presente. Ahora que hay que frenar los precios el empresariado pone cara de yo no fui”, dijo el diputado nacional, que desde hace un tiempo busca un discurso más cercano a los gremios, ya que en su momento tuvo varios cortocircuitos respecto de la dirigencia gremial, sobre todo la cegetista.

Otro sector que se movilizó fue el de la economía popular, los trabajadores no registrados, que son cada vez un colectivo mayor y que a través de la UTEP presionan para su reconocimiento. Y en ese camino, se alinea con el albertismo. En este sentido, los representantes de la economía popular expresaron su respaldo en general a las políticas impulsadas desde la Casa Rosada y, en medio de la interna con el Instituto Patria, advirtieron sobre algunos sectores políticos opositores que “intentan debilitar y voltear al Gobierno”.

 

En su movilización, la UTEP, integrada por el Movimiento Evita, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y el Movimiento Somos Barrios de Pie, apoyaron durante la jornada la propuesta del ministro Guzmán, para gravar la “renta inesperada”, y que se volvió un ancla en la interna, para intentar por un lado bajar el malestar de algunos sectores, y evitar la temida ruptura. En este sentido, el gremio de la economía popular tiene una consigna clara: una ley de “Tierra, Techo y Trabajo”. Esta iniciativa, informaron, “propone concretar 375.000 soluciones habitacionales con un presupuesto inicial de 420 mil millones de pesos para atender la emergencia, además de generar tres millones de puestos de trabajo”. “Vamos a pelear por esas leyes que son de nuestro sector”, prometieron.

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