Marianela Lorelei Rivera tenía 24 años y era un nene. Hacía poco tiempo que había escapado de una convivencia violenta con su última pareja, padre del menor, pero todavía temía por su vida. A raíz de ello, denunció a su ex, que la tenía amenazada.
A pesar de formalizar la acusación, Miguel Sosa siguió libre hasta que el 18 de febrero del 2020 entró sin permiso a la casa de Ingeniero Budge de su ex suegra. Allí atacó a tiros a Marianela y su madre, María Laura Rivera (46), ambas acribilladas de al menos 20 disparos.

A horas del juicio en el que el acusado será juzgado por en jurado popular a partir del miércoles, la tía y hermana de las víctimas recordó que la masacre “se pudo evitar” si la Justicia actuaba a tiempo.
“Mi sobrina ya lo había denunciado por violencia de género, pero no pasó nada y pareciera que nada cambió, porque los violentos siguen matando mujeres”, expresó Patricia Rivera a Política del Sur.
Sobre el proceso judicial en contra de Sosa, la mujer contó sus expectativas de que sea condenado a prisión perpetua. "Es lo que pedimos y lo que esperamos, que se haga justicia con una condena perpetua. Es un momento de conmoción y mucha expectativa", manifestó en relación a las sensaciones previas al juicio oral.
"Queremos justicia. No nos van a devolver más a mi hermana y a mi sobrina, pero queremos que pague y que se haga justicia", insistió Rivera, que aprovechó la entrevista al aire de Radio Urbe para convocar a la comunidad a acompañar a su familia.
Miguel Alexander Sosa (26), había estado preso por robo y salió a mediados de octubre último tras cumplir su condena.
El día del hecho, irrumpió en la vivienda ubicada en Manuel Pedraza al 3700, y luego de discutir con ambas mujeres, desató la masacre: efectuó más de 20 disparos que terminaron con la vida de madre e hija.
De acuerdo a las pesquisas, el asesino efectuó 20 disparos a su ex suegra y 12 a su expareja, y luego se fugó en un auto Volkswagen Suran gris.

Marianela era víctima de violencia de género, se había separado días atrás de Sosa por los permanentes maltratos y se fue a vivir con su madre. El imputado no habría aceptado la ruptura y reaccionó de la peor manera.
Laura era madre de Marianela (24), una nena de 12 años y un nene de un año y medio, mientras que la otra víctima era mamá de un niño de 2 años. Todos los menores habrían presenciado la agresión y el atacante no habría matado más inocentes “porque se quedó sin balas”, aseguraron algunos testigos.
El femicida será juzgado por los crímenes de “homicidio agravado por relación de pareja y por mediar violencia de género” y por “homicidio agravado por mediar violencia de género y criminis causa”, tal como lo dispuso la fiscal Fabiola Juanatey, de la UFI 2 especializada en violencia de género de Lomas de Zamora.