El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Lomas de Zamora condenó este miércoles a la pena de prisión perpetua al ex comisario Héctor Alejandro Amarilla, considerado responsable del crimen de Nicolás Vázquez, asesinado en septiembre de 2013, en Lanús.

Los jueces a cargo del juicio por el caso de gatillo fácil dieron lugar al pedido de la fiscal Viviana Giorgi, que durante la jornada de alegatos del jueves pasado había solicitado la pena máxima para el imputado.

De esta manera, Amarilla fue condenado por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego, por alevosía y por ser el sujeto activo miembro de las fuerzas policiales abusando de su función y de su cargo en concurso real con tenencia de arma de guerra”, tal como lo planteó la querella.

La lectura del veredicto se dio a conocer este miércoles antes del mediodía por la plataforma Microsoft Teams.

El crimen de Nicolás Vázquez fue cometido el 25 de septiembre de 2013. Sin embargo, la captura de Héctor Alejandro Amarilla (60), quien fuera titular de la seccional 2 de Lanús, fue ordenada un año después a pedido del fiscal de Lomas de Zamora Leonardo Kaszewski.

En 2015, Amarilla fue destituido de la fuerza y se ofrecieron 200.000 pesos de recompensa por información para detenerlo. Durante ese tiempo habría estado en Paraguay donde habría ingresado de manera ilegal.

Los investigadores determinaron que Amarilla se había efectuado él mismo el disparo en una pierna con un arma con la numeración limada para fingir un supuesto tiroteo con el joven asesinado y hacer creer que se trató de un homicidio en legítima defensa. 

Estando prófugo figuró en la lista de personas más buscadas del Ministerio de Seguridad de la Nación, que llegó a ofrecer una recompensa de 500.000 pesos para quien aportará datos que permitieran su captura.

Finalmente, en febrero de 2019 el ex policía fue sorprendido durante un allanamiento en un domicilio de la calle San Martín al 4500 en la localidad de Rafael Calzada que sería de una hija. El ex policía se habría acercado a conocer a un nieto recién nacido.