jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº1968

Gremiales | 1 abr 2022

ANALISIS

La grieta del oficialismo llega a la CGT: tironeos en torno a una campera de cuero

Mientras que la conducción de la central obrera le entregó el símbolo de Saúl Ubaldini al presidente Alberto Fernández, el moyanismo se sacó una foto de alto impacto con Máximo Kirchner y planteó documento crítico.


Por: Diego Lanese

La relación –política y personal –del presidente Alberto Fernández y la vice Cristina Fernández de Kirchner está rota, alertan voces de todos los sectores, una pelea que se aceleró con la aprobación del entendimiento con el FMI. Ahora, insisten, resta saber cómo seguirá el derrotero del Frente de Todos, que debe gobernar casi dos años en condiciones, propias y ajenas, muy complejas. La interna se desparrama como una mancha de aceite y amenaza con impregnar todos los sectores. En el movimiento obrero, la disputa ya se nota en el interior de la CGT, que tiene, como el gobierno, dos alas marcadas, las cuales dejaron en claro sus posturas. Mientras que la conducción encabezada por Héctor Daer se mostró con el primer mandatario y le hizo entrega de la mítica campera de cuero de Saúl Ubaldini, Pablo Moyano se sacó una foto potente con Máximo Kirchner, y firmó un documento donde vuelve a cuestionar la negociación por la deuda interna, y pone en tela de juicio el plan económico.

 

La pelea del oficialismo se trasladó a la central obrera en el marco de los festejos por los 40 años de la marcha “pan, paz y trabajo”, que organizó en 1982 la llamada CGT Brasil, con Ubaldini a la cabeza, contra la situación económica y social que se vivía en aquellos días de dictadura militar. El acto “oficial” encabezado por el presidente, en su calidad de titular del PJ, estuvo marcado por la entrega de la simbólica campera de cuero del dirigente sindical, que fue la cara visible de aquella jornada, donde los trabajadores desafiaron la violencia militar. La jornada suele ser una “marca de fuego” para la dirigencia sindical, por la importancia y el contexto que se hizo. De hecho, Juan Carlos Schmid, presente en el acto, habló de “fecha gloriosa” para el movimiento obrero argentino.

Pero la campera fue entregada por un sector de la CGT, y aunque estuvo presente Hugo Moyano en el acto oficial, un sector de la central obrera aprovechó la fecha para marcar sus diferencias con el gobierno. Recordando la gesta, Pablo Moyano, junto a los líderes de las dos fracciones de la CTA y la Corriente Federal, difundió un documento crítico al acuerdo con el FMI, y volvió a advertirle al Gobierno nacional que ante cualquier intensión de ajuste “nos convocaremos nuevamente a las calles, a lo largo y a lo ancho de nuestra Patria reclamando por lo que se comprometieron, salarios y jubilaciones por encima de la inflación, ningún tipo de reforma laboral ni previsional, las tarifas de los servicios públicos deben ser razonablemente accesibles para el trabajador”.

 

Subir la apuesta

 

Lejos de cualquier gesto amable, este grupo de dirigentes tironeó “para izquierda” la campera de Ubaldini, y recordó que “hoy, a 40 años de aquella gesta popular que colmó la Plaza de Mayo y muchas otras plazas de nuestra patria, enfrentamos la misma disputa de intereses, la misma lucha entre los que quieren una Argentina que deje afuera al 70 u 80 por ciento de la población para asegurar sus negocios y los que queremos un país con igualdad y justicia en que todos y todas vivamos dignamente”. “Estamos convencidos que deben ser los sectores más pudientes de nuestra sociedad, para ello proponemos que la ley 27.605/21 se prorrogue y sea un aporte solidario extensivo de las grandes fortunas mientras dure el endeudamiento con el FMI. Que paguen los cien agentes que sabemos que fugaron 24.679 millones de dólares. Que los organismos de control fijen la mirada e investiguen a quienes tienen activos no declarados en el exterior y que paguen los que tienen que pagar”, afirmaron.

Además de diferenciarse en el festejo, el moyanismo fue más allá. “No aceptamos que no haya alternativa, y si no hay, se construye. Como decía el querido compañero Saúl Ubaldini en relación a la marcha del 30 de marzo de 1982: ‘Cuando se quiere luchar, siempre hay alternativa’”, cerró el documento, dejando en claro de qué lado de la grieta del oficialismo se siente más cómodo. Por eso, no sorprendió la foto de Pablo Moyano con Máximo Kirchner, donde los dirigentes subieron la apuesta en la disputa en el Frente de Todos, y sus vertientes sindicales. Según publicó en redes sociales el Sindicato de Camioneros, ambos “mantuvieron una charla política y gremial, y además conversaron sobre la situación que está atravesando el país y la actualidad laboral de los trabajadores, sobre el crecimiento del PJ bonaerense”.

 

Entrelíneas, la foto puede leerse como una respuesta a las críticas de Héctor Daer a La Cámpora, por el lado del diputado nacional, y a la falta de invitación al camionero a los encuentros reservados con delegados de la Casa Rosada. Daer dijo públicamente respecto de las diferencias en el gobierno “hay que generar debates y no sólo establecer principios”. De igual forma, el sindicalista evitó referirse a una ruptura definitiva del bloque, ya que afirmó: “No sé si se rompió, eso se verá con el tiempo”. Al jefe de la Sanidad se lo acusa de no incorporar a Pablo Moyano a la discusión interna de los últimos días, y que se selló con un apoyo muy claro de la central obrera al acuerdo con el FMI y el plan económico.

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