Anabel Vidal, la mujer de 35 años que contrajo Lyme, que es una enfermedad que se transmite por la picadura de una garrapata, contó cómo era el padecimiento de las personas que se contagian de esta bacteria, remarcó que hay un desconocimiento en el país y no se hace mucho para encontrar una solución.  

En este marco, en declaraciones para Política del Sur, Vidal explicó que “es una enfermedad multisistemica provocada por la picadura de una garrapata infectada con una bacteria, y hay mucha presencia en la Argentina”.

Y agregó: “La enfermedad por primera vez es detectada en Estados Unidos en los 70, allá proviene del venado, acá en Lomas de Zamora tenemos casos que se adhieren a cualquier mamífero, caballo, rata, reptiles, animales de granja, incluso al ser humano".

 

📌 #Sociedad [AHORA🔴] 🗣️🎙️ Al aire Anabel Vidal, una mujer de 35 años que contrajo Lyme, que se transmite por la picadura de una garrapata.

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— Política del Sur (@PoliticaDelSur1) March 7, 2022

 

“Lo que debería hacer el Malbrán y la sociedad argentina de Infectologia, es el cultivo de la bacteria, que en su momento se quiso hacer, pero no fue aceptado. Siguen sin aceptar que hay casos autóctonos y, por otro lado, los análisis que tenemos según el Malbrán son pocos confiables. Hemos repetidos muchos análisis y siguen dando positivo y ahora lo que ya nos queda es que como ellos no activan el protocolo porque les resultan caro o porque no cuentan con los equipos para eso. Es más fácil decir que la enfermedad no existe en el país, de que no es endémica, cuando tenemos muchísimos casos”, subrayó, indignada.

Las etapas del Lyme

Luego, la mujer de 35 años detalló cuales son las etapas que tiene la enfermedad y contó sus sensaciones.

Sobre esto remarcó que “dentro de los primeros 30 días de la picadura, la persona tiene que tomar un antibiótico que debería ser suministrado por un médico que esté capacitado, pero la realidad que nos encontramos que los médicos no medican a la gente. Esa es la etapa inicial donde se presentan los primeros síntomas”.

Además, añadió: “Pasados esos 30 días, si la persona no es medicada, la bacteria sigue avanzando por todo el sistema, afecta al neurológico, el cardiaco, por eso se la conoce como la gran imitadora, imita síntomas de todas las enfermedades conocidas para pasar desapercibida”.

 “Entonces se llega a lo que es la etapa de diseminación intermedia, cuando pasan entre uno y tres años, que es lo que dura esa etapa, se pasa al estadio crónico de la enfermedad, que es cuando ya no hay vuelta atrás, la enfermedad queda con nosotros y no tiene cura, ataca al corazón en lo que se conoce como la miocarditis de Lyme, nos puede provocar parálisis totales, incluso hasta la muerte. No es tan fácil como se piensa”, aseveró.

Su padecimiento

En otro momento de la entrevista, planteó que “mi picadura fue en Mendoza en el año 2014, la realidad es que yo pensé que no existía en el país, tuve los primeros indicios, lo que se conoce como el eritema migratorio que puede dejar la picadura de la garrapata, a la semana tuve el cuadro gripal, la fiebre altísima, la fatiga muscular, el cansancio, siguió avanzando se me inflamó los ganglios, pasaron seis años en los cuales yo vivía con problemas de Salud, empezaron los psicológicos, depresiones, ataque de pánico, después empecé con problemas gástricos, tuve internaciones”.

“Un día termine internada porque no tenía equilibrio, me caía, con problemas para caminar, hasta que empezó mi tratamiento quede postrada, ahora me escuchas hablar y decís esta piba esta joya, pero en el día a día estoy con unos dolores que no te puedo explicar, es ponerse una máscara y pilotearla y darle para adelante como sea, para difundir y crear conciencia sobre la enfermedad”, desarrolló.

 

En esa línea, prosiguió: “Hemos tenido problemas en el corazón, en la presión arterial, en la temperatura, yo no sentía frio, iba a trabajar, mis compañeros estaban abrigados y yo estaba con una remera transpirando como si hubiera 40 grados de calor y nadie entendía que tocaban mi cuerpo y hervía. Recién este invierno que paso sentí frio, estuve siete años sin sentirlo. No dormía, tenía periodos que pase 72 horas con delirio por no dormir, así como he pasado 5 días sin despertarme, no comía porque no tenía fuerza, me tenían que bañar”.

Finalizando, conto que el hijo de 17 años lo tiene, y expreso que “no tiene nada que ver con el mío, son dos casos separados de muy mala suerte que en el mismo hogar sucedan. Estamos luchando por el reconocimiento y el diagnóstico de la enfermedad. Hay médicos que recetan corticoides que nos puede matar a quienes tenemos la enfermedad".

"Estamos haciendo una colecta para realizar los estudios en el exterior para mí y para mi hijo. Pueden encontrarnos en las redes como Lyme Argentina", concluyó.