El titular de Consumidores Libres, Héctor Polino, informó los datos del relevamiento de precios llevado a cabo habitualmente por su organización y el mismo arrojó un importante aumento en los alimentos que componen la canasta básica familiar. En febrero, la suba fue de un 4,29 por ciento y, junto con la de enero, ya roza el diez por ciento.

“La canasta básica de alimentos tuvo un aumento significativo del 4,29 por ciento en febrero. En lo que va del año, la inflación total es del 9,54 por ciento. A pesar de las medidas que ha tomado el Gobierno nacional, los precios no dejaron de subir de manera significativa”, comentó en el programa Política del Sur, por Radio Urbe FM 97.3.

En ese sentido, el responsable legal del Consumidores Libres detalló los aumentos en productos esenciales. “Los huevos de color subieron un 20 por ciento, la harina de trigo un 16 por ciento, el azúcar un 9,52 por ciento, la leche un 9,15 por ciento. En lo que va del 2022, los más fuertes se dieron en frutas y verduras. El tomate perita subió un 52 por ciento, la acelga en paquete un 66,67 por ciento y la zanahoria un 91 por ciento”, reveló.

#inflación 🗣"Hubo un aumento del 4.29% en el mes de febrero, y del 1 de enero al 28 de febrero hubo un aumento del 9,24%. La canasta básica alimentaria no dejó de aumentar pese a las medidas del Gobierno".

📻 | FM 97.3

— Política del Sur (@PoliticaDelSur1) March 3, 2022

Este salto en los precios de frutas y verduras tuvo que ver, según Polino, con las condiciones climáticas y fallas en el suministro eléctrico durante enero. “Con las altísimas temperaturas y los cortes de energía, se perdió gran parte de la producción y eso generó un importante aumento. Esperamos que, en marzo, vuelvan a la normalidad”, expresó.

Otra área del consumo cotidiano familiar que evidenció subas en los precios fue el de la carne. “Los aumentos en paleta, asado, bola de lomo y carne picada común oscilan entre el tres y el seis por ciento, a pesar de la restricción a las exportaciones que introdujo el Gobierno para incentivar el mercado interno”, observó.

En cuanto a las posibilidades de que la inflación se reduzca en marzo, sostuvo que puede haber una disminución, pero no un retroceso a los valores anteriores. “En Argentina hay una cultura inflacionaria instalada desde hace mucho tiempo, por la que se aumentan los precios por las dudas. Siempre queda un componente definitivo del incremento en el producto, pero no dudo que va a bajar”, estimó.

Tarifas

Un factor que preocupa a Polino porque puede desencadenar otra fuerte suba en los precios es el aumento en las tarifas de gas y energía eléctrica, que rondará un 20 por ciento. “Cuando suben estos servicios, aumentan las estructuras de costos de las empresas que fabrican y de los negocios que venden los productos. Eso va a impactar en la clase media, media-baja y en los jubilados”, lamentó.

Sobre el discurso de Alberto Fernández ante la Asamblea Legislativa, opinó: “Me preocupa mucho lo que dijo el Presidente de que las tarifas iban a estar por debajo de los aumentos salariales. Una suba en las tarifas sin duda va a frenar la recuperación económica que se vio en los últimos meses. Me parece una medida regresiva que favorece a las empresas y los reclamos del FMI”.