Desde el Sindicato de Obreros del Caucho y Afines (SOCAYA) reclaman una mejora salarial del 20% que les permita rondar un aumento total del 52% correspondiente a la paritaria del año pasado, además de un bono de 10 mil pesos. Sin embargo, en la última reunión que tuvieron con la Federación Argentina de la Industria del Caucho (FAIC) no se llegó a buen puerto y la organización gremial comenzó las medidas de “alerta y movilización”.

“La federación empresaria no nos reconoce como nueva conducción. Se encierran en que ellos negociaron el reajuste paritario, con otra conducción, pero en ese momento había una intervención. No estábamos para nada de acuerdo con esto y lo planteamos, tuvimos dos reuniones en el Ministerio de Trabajo”, informó en contacto con Politica del Sur José Pasotti, secretario General de SOCAYA.

En ese sentido afirmó que ahora están “en estado de alerta y movilización” porque empezaron a “recorrer fábricas parándolas y haciendo asambleas informativas con los trabajadores”. “Les dijimos a los compañeros que íbamos por la recomposición del salario y tenemos que darle lo que reclaman, no un reajuste para alcanzar la paritaria”, aseguró.

El núcleo del conflicto radica en que FAIC arregló un incremento de 16% con la conducción anterior mientras el sindicato estaba intervenido. “Llama negociación a una llamada de teléfono, nosotros pedimos un 20% y un bono, estamos discutiendo monedas pero ellos no quieren”, apuntó.

“El tema es que nos tienen en espejo con el Sindicato de Empleados del Caucho y Afines (SECA) y como a ellos, que no está intervenido, le dieron 16% a nosotros no nos quieren dar más sino tienen que darle más a los demás, pero ese no es problema nuestro”, remarcó.

Asimismo sostuvo que en el sector vienen “perdiendo paritarias desde hace 4 años” y lo estimó en un porcentaje del 25%. “Que queremos ir recuperando de a poco”, recalcó.

También comentó que tienen “obligatoriamente una reunión el 25 de enero” aunque van “a seguir con este tipo de medidas hasta esa fecha”.

“Venimos trabajando entre 12 y 14 horas por día hasta sábados y domingos, ellos lo reconocen pero no quieren darle algo a la gente cuando lo pueden hacer. Los salarios de la rama del caucho son una vergüenza, hay compañeros que ganan 17 mil pesos por quincena y no alcanza para vivir 5 días con su familia. No pedimos nada descabellado”, concluyó.