lunes 09 de diciembre de 2024 - Edición Nº2196

Nación | 7 ene 2022

PANORAMA

Informe económico de enero: El respaldo de las monedas

Fue realizado por el Dr. Carlos A. Ragonesi  y editado por la Fundación Buenos Aires XXI.


Todos los días del año usamos monedas de distintos tipos, papel moneda y moneda bancaria bajo la forma de pesos, dólares, euros y criptomonedas. Con ellas pagamos en efectivo, hacemos transferencias, cheques, usamos las tarjetas, las guardamos como reserva de valor, etc.

No nos asombra en absoluto que cuando pagamos, nadie pone en duda si ese dinero sirve o no desde el punto de vista de si tiene algún respaldo o no lo tiene. El único control que hacemos al recibir un dinero en efectivo es verificar, de la mejor manera que conocemos o podemos, si es legítimo o falso, pero nunca nos preguntamos qué hay detrás del dinero que todos aceptamos.

El Banco Central imprime toneladas de billetes para solventar el déficit fiscal y estamos seguros que al no poder ser absorbido por la oferta de bienes y servicios se van a desvalorizar a través de la inflación, sin embargo, los seguimos aceptando.

Hay una pregunta que nos deberíamos hacer y no la hacemos: ¿Cuál es el respaldo de las monedas?

Modelo Convertible o Moneda con Patrón Monetario

En un sistema convertible, existe un patrón monetario que actúa como una garantía de los billetes emitidos.

El respaldo puede ser oro, plata, dólar, una canasta de monedas o bien una combinación de esos elementos. Ej. Si existen 1.000 millones de pesos en oro depositados en el Banco Central, deberían existir billetes circulando por el equivalente de esa cifra bajo la forma de moneda de papel. Si aumenta la cantidad de oro, deberá aumentar la cantidad de moneda de papel y si disminuye esa cantidad, el proceso es inverso.

En esta clase de modelo un superávit en balanza de pagos atrae oro al modelo (a las arcas públicas) y, por ende, se emitirán billetes en igual proporción aceitando los resortes de la economía por exceso de liquidez. Pero, si en lugar de superávit existe déficit, se originará una exportación de oro para solventarlo y la moneda de papel disminuirá en la misma proporción creando desestabilización en el modelo económico vía enfriamiento, recesión, etc.

La existencia de una moneda patrón obliga a mantener un modelo de convertibilidad cambiaria, la que se quiebra cuando la relación que existe entre el patrón monetario depositado y los billetes emitidos no es la misma. Si los billetes superan al patrón se devaluarán por incidencia de la inflación con el consiguiente empobrecimiento de los sectores de ingresos fijos, y si sucede lo contrario se revaluarán con las consecuencias conocidas del paro de actividad, las quiebras y los despidos, porque, como ya se dijo, las importaciones superarán a las exportaciones destruyendo la industria nacional. Este último es el escenario atacado duramente por Silvio Gesell, al que le encontró solución con la moneda oxidada, una moneda con fecha de vencimiento que aceleraba la velocidad de circulación, pero como este escritor es ignorado por el mundo, al igual que sus teorías, ningún sistema de convertibilidad o moneda patrón tuvo éxito y siempre tuvieron que abandonarlo.

Modelo Inconvertible

En un modelo de moneda inconvertible el respaldo es el producto bruto interno (PBI). La moneda la emite el Banco Central monitoreando constantemente el incremento del producto y la velocidad de circulación y, en función de su incremento o decremento (por cantidad o precio), se realiza una expansión o bien una contracción monetaria.

Rigen para este modelo, las mismas consideraciones que para el modelo convertible para cuando exista un exceso o un defecto del circulante con respecto al patrón tomado como referencia (en este caso el PBI). Es el modelo actual de nuestro país adoptado a partir de la disolución de la Caja de Conversión que establecía el modelo de convertibilidad (excepto el interregno de la época convertible de los ´90 hasta la devaluación del 6 de enero de 2002).

El Dólar

El dólar tiene un modelo propio, porque lo emite exclusivamente EEUU y lo utiliza todo el mundo.

Era convertible a razón de 35 dólares la onza troy desde el acuerdo de Bretton Woods de 1944 y mutó a inconvertible a partir del 15 de agosto de 1971, cuando el exceso de dólares había superado a las reservas de oro. Con los modelos convertibles siempre nos encontramos con la misma historia, en algún momento colapsan y se debe pasar a la inconvertibilidad.

Según datos de 2020 la base monetaria de los EEUU era de 23,3 billones de dólares, y el PBI era de 20,9 billones de dólares. Esto significa que en el país emisor de los billetes verdes la emisión ha superado al PBI ¡Y tienen una inflación despreciable! ¿Por qué? La respuesta es muy sencilla, los dólares esparcidos por el mundo en gran medida se ahorran como reserva de valor y además los bancos centrales de todo el planeta los mantienen dentro de sus propias reservas, además del oro y otras monedas. Esto significa que los dólares emitidos no ingresan a los canales circulatorios, por este motivo, la expansión monetaria que realiza la Federal Reserve, no ejerce (en forma proporcional a su emisión) presión sobre la demanda de bienes y servicios. Y como dato adicional que demuestra la inestabilidad de las finanzas de EEUU, se sabe que ese país tiene una deuda equivalente a 134% de su PBI3 , cuando también sabemos que el máximo porcentaje admitido por la maistream es de 60%. Con estos datos catastróficos ¿Cuál es el respaldo de la moneda de los EEUU y cómo es que la economía no estalla en mil pedazos? Otra respuesta sencilla: Su poderío militar (La Séptima Flota).

Las Criptomonedas

Las criptomonedas son monedas virtuales que solo existen en los almacenamientos informáticos de las computadoras, su funcionamiento se encuentra regido por algoritmos informáticos, cuya tecnología se denomina cadena de bloques o “blockchain” por su denominación en inglés. Son emitidas por especuladores financieros privados, aunque actualmente algunos bancos centrales están pensando en hacer expansión monetaria con ellas.

Las criptomonedas se cotizan y se compran usualmente con dólares y el precio está atado a una canasta de monedas (son modelos pseudo - convertibles puesto que no existe una existencia física del metro monetario usado como patrón) y no tienen límite alguno para su emisión. En tal sentido, las criptomonedas son parecidas a títulos de deuda cuya cotización puede variar en el tiempo. Pero… ¿Qué estamos comprando cuando adquirimos una criptomoneda? Otra respuesta sencilla: aire. Es decir que no estamos comprando un bien físico que proviene de la economía real, sino que estamos comprando un objeto virtual inventado por una técnica informática que referencia o relaciona su cotización en una canasta de monedas y tal condición se sostiene fiduciariamente, es decir por la fe depositada en ese sistema monetario.

Tampoco sirve que nos digan que su cotización se encuentra relacionada con una canasta de monedas, dado que la palabra “relación” no es lo mismo que la palabra “respaldo”. Esto no es otra cosa que una actividad financiera especulativa que puede romperse en el momento en que algún operador importante o un conjunto de ellos deje de aceptarlas y se caiga su cotización en forma estrepitosa, como ya ha ocurrido en el pasado, por ejemplo, con los tulipanes. La historia económica está para evitar caer en los mismos errores del pasado. Decía el Prof. Einstein, no busquemos resultados diferentes si siempre hacemos lo mismo.

La Crisis de los Tulipanes

La de los tulipanes es la primera crisis de la que se tenga memoria ocurrida entre 1634 y 1637 y sin lugar a dudas fue financiera. Surgió en Holanda donde los tulipanes llegaron desde Turquía y no pasaban de ser una flor más en el mercado, hasta que un virus les originó mutaciones genéticas y empezaron a reproducirse con formas y colores que resultaron sumamente agradables.

El precio de los tulipanes comenzó a subir alocadamente, alcanzando cifras inusitadas. No importaba el precio solicitado por el vendedor, dado que siempre se tenía la esperanza de encontrar un comprador que pagara un precio más elevado, el que, en algunos casos, superaba el valor de las propiedades inmobiliarias. Un solo bulbo llegó a cotizarse el equivalente a 40 veces el sueldo anual de un trabajador promedio.

El fenómeno del apalancamiento no se hizo esperar y los especuladores se endeudaban e hipotecaban sus casas para obtener la liquidez necesaria como para entrar en el negocio e incluso nació un floreciente mercado de futuros.

En 1637 se verificó por primera vez que una colección de esa flor no logró colocarse en el mercado. Era el primer signo que la especulación había llegado a su techo. Ergo, se desplomó el mercado y el precio de los tulipanes vino en caída libre buscando su precio original, es decir el de una flor. Todos vendían, pero nadie compraba.

La crisis holandesa fue tan importante que el gobierno consideró nulos los contratos realizados a partir de fines de 1636, no obstante, los efectos de la misma ya se habían trasladado al resto del sistema económico. Quiebras y desocupación en todas las ramas de la economía holandesa la sumieron en una recesión de varios años.

¿Pasará lo mismo con las criptomonedas? Solo pensemos que el valor de las mismas ha alcanzado ya el precio de un departamento pequeño (al tipo de cambio real), igual que los tulipanes del siglo XVII.

Analicemos algunas consideraciones encontradas en la web: “currency.com”, advirtiendo que la casa de cambio, propietaria de esta página, se dedica a incentivar la compra-venta de las criptomonedas, no obstante, lean lo que sostiene y cada cual saque sus conclusiones:

1) “La naturaleza del bitcoin es ultravolátil, lo que significa que el precio puede dar muchas sorpresas a los comerciantes e inversores. En mayo de 2021, el Bitcoin subió a su máximo histórico de us$ 60.000.- y luego se afianzó en la marca de us$ 50.000.- También ha habido fuertes oscilaciones en la dirección opuesta”

2) “El Bitcoin es un activo especulativo, y como tal su precio es constantemente volátil, lo que crea un gran potencial para la especulación. Es la moneda más popular entre los comerciantes que se benefician de sus variaciones de precios.”

3) “El precio del Bitcoin ha experimentado dramáticos cambios de precios desde su inicio”

4) “Lo primero que hay que recordar es que el mercado de las criptomonedas, incluido el Bitcoin, es extremadamente volátil. Desde su creación en 2009, Bitcoin ha experimentado oscilaciones de precios salvajes, lo que ha traído enormes ganancias a algunos inversores y pérdidas masivas a otros”.

Fundación Buenos Aires XXI Dr. Carlos Alberto Ragonesi Secretario Comité Ejecutivo

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