miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº1967

Provincia | 23 nov 2021

Consecuencia electoral

Juntos enfrenta desafíos que comprometen la integridad de la alianza

La coalición opositora no tiene unanimidad de criterios entre sus actores, solo coinciden en ir por la titularidad de comisiones estratégicas en Diputados y evalúan pelear la presidencia del Cuerpo y consolidarse como primera minoría. El radicalismo le muestra los dientes al PRO y amenaza con un interbloque.


Por: Federico Cedarri

Una vez traspasado el umbral de las elecciones de medio término del 14 de noviembre las distintas fuerzas políticas van reconstruyendo sus expectativas ante un escenario consolidado de post pandemia, y con especial interés por lo que pueda acontecer durante los próximos meses decisivos, tanto en la discusión parlamentaria por el presupuesto nacional y provincial como en la configuración de cada fuerza política de cara al 2023.

En ese aspecto la principal coalición opositora entró en un proceso de análisis en lo concerniente a sus pasos a seguir ya que se comienzan a dilucidar distintos escenarios que aventuran un camino sinuoso en lo que tendrá que ver con el tránsito de los próximos dos años dentro de la alianza, y fundamentalmente en la oferta electoral que pueda despuntar al final del proceso.

Hoy la primera hipótesis que puede barajarse es que si bien Horacio Rodríguez Larreta salió airoso con su jugada política de introducir a Diego Santilli en territorio bonaerense y lograr sacarlo victorioso, la estrechez de la victoria pasa a dejarlo en una posición incómoda al alcalde porteño, debido a que su aspiración primaria de desfilar hacia el 2023 con la estela de candidato indiscutido parece diluirse.

La suerte de Diego Santilli también ingresa en un cono de incertidumbre, los principales alcaldes del PRO que propiciaron y se pusieron al hombro su candidatura, como los integrantes del Grupo Dorrego que le prestaron su estructura, ya avisaron que el compromiso con el ahora electo diputado nacional caducó el primer día siguiente al comicio y de ahora más se evaluarán las alternativas más convenientes.

El ala dura del PRO y un sector liberal de la Coalición Cívica también ha expresado en voz baja cierto desconformismo con el devenir de la campaña bonaerense de Juntos, si bien admiten que es muy loable ganarle a un peronismo unido en la provincia de Buenos Aires también acusan al larretismo de no tener una estrategia para contener la fuga de votos por derecha.

En rigor, el mismo Diego Santilli fue uno de los pocos del espacio amarillo que quiso o por lo menos intentó convencer al alcalde porteño de darle la interna de septiembre también a Espert, sin embargo Larreta mantuvo su inflexibilidad como le sugerían sus estrategas de campaña de insistir con la moderación y correr de la escena a la ortodoxia del PRO.

Hay que ver el juego que van a desempolvar los alcaldes bonaerenses que acompañaron la campaña de Santilli, pero que ante el resultado final en territorio bonaerense las dudas los asaltaron y no hay convencimiento de que el Colo deba ser el candidato a la gobernación en la dura interna que tendrán con sus principales socios políticos radicales.

También emergen rencillas internas dentro de la Legislatura bonaerense por lo que se le hará difícil a la coalición opositora apostar a una unificación de criterios en torno a los proyectos más complejos que deberán tratarse de acá a fin de año.

Una de las propuestas que va a desatar mayores roces es la iniciativa que empuja el peronismo con el guiño de intendentes radicales de reinterpretar la norma que fue votada en 2016 que no permite más de una reelección a los jefes comunales.

Los sectores más duros del bloque del PRO pretenden seguir insistiendo en que no permitirán que se retrotraiga la normativa votada durante el mandato de María Eugenia Vidal.

“No estamos de acuerdo con ceder a los deseos de los intendentes peronistas, esta Legislatura votó una ley y no estamos dispuestos a volver atrás”, esgrimió enojado ante PDS un diputado vidalista.

Un radicalismo envalentonado que amenaza la unidad

Ante esta plataforma de criterios disímiles aflora otra diferenciación que amaga con hacer estallar en mil pedazos la concordia que reinó en la campaña electoral.

El radicalismo maneja subterráneamente la posibilidad de conformar un interbloque, aunque el reglamento interno de las cámaras legislativas no contempla esa figura, sin embargo son conscientes con sus colegas del PRO que una decisión de este tipo recién podría materializarse luego de la lucha que emprenderán conjuntamente por la nueva recomposición de las autoridades de Cámara: “Si nos dan los números nosotros vamos pedir la presidencia de las principales comisiones y no descartamos ir por la titularidad de la Cámara ya que nos asisten los números”, le confirmó a PDS el platense Daniel Lipoveztky.

Haremos pesar que somos la primera minoría y trataremos de que Juntos pueda encabezar alguna de las principales comisiones para lograr que nuestros proyectos dejen de trabarse”, fustigó el legislador.

También el radicalismo está inserto en un proceso de discusión ya que se encuentra huérfano de una figura que unifique y pueda catalizar votos del espectro progresista desde el instante en que Facundo Manes sostiene la desición de dar la batalla en el terreno nacional.

De materializarse tal decisión el partido centenario quedaría ciertamente desvalido y nuevamente podría sucumbir ante los candidatos que asoman por doquier en el PRO, entre los que pueden destacarse Néstor Grindetti, Diego Valenzuela, Jorge Macri y Julio Garro.

“Nosotros somos unos convencidos que en el 2023 estaremos en condiciones de poner candidatos radicales competitivos en las comunas y para la gobernación, es muy apresurado hoy esbozar un nombre pero nos creemos con la convicción de ir por más”, soltó el diputado Diego Rovella ante este portal.

En el medio de la encerrona interna entre los partidos mayoritarios que afronta Juntos nos encontramos con otro actor: la Coalición Cívica.

El partido de Elisa Carrió alberga en su seno dos fracciones, la más dialoguista y pragmática corporizada en la figura del titular provincial, Andrés De Leo; y los lilitos más rebeldes que arremeten con fuerza no solo contra sus rivales políticos externos sino también contra los internos como el productor agropecuario, Luciano Bugallo, menos dócil al apego a las estructuras partidarias por haber sido un emergente del conflicto con el campo en 2008.

En síntesis, la fuerza opositora enfrenta una coyuntura compleja donde deberá congeniar un consenso macro entre sus componentes, pese a las diferencias imperantes, que le permita ir pavimentando el terreno para la contienda del 2023.

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