viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº1969

Lanús | 16 nov 2021

JULIÁN ÁLVAREZ -UNA NEUROSIS OBSESIVA POR LA

El FDT de Lanús tropezó dos veces con la misma piedra y dejó escapar el triunfo por cuarta vez

El pibe de La Cámpora, que otra vez como en 2015 fue impuesto por Máximo Kirchner, no tiene más crédito. Toda la nafta que le quedaba se terminó en esta recta final. Asoman otros nombres, otras promesas, otras ideas dentro del peronismo de Lanús. Sin poder real, Álvarez llega al HCD con su capital devaluado.


El flamante concejal electo por el Frente de Todos, Julián Álvarez, que encabezó la lista que perdió por un punto contra Juntos, habló de un empate técnico esperando un concejal más en el recuento definitivo que se hará en La Plata. Hasta el momento ingresarían el propio Álvarez, Natalia Gradaschi, Marcela Barbeiro y Agustín Balladares.

En rigor, el hombre de La Cámpora una vez más mostró la cara de la derrota, atreviéndose a insistir en liderar un espacio que no lidera y muchos menos sin triunfos para mostrar. Se sabe que - por lo bajo-, lo consideran un “muchacho inmaduro” para sentarse a conducir dirigentes que tienen pesos históricos de gestión y construcción y otros, peso financiero y de poder en otros ámbitos.

Si aún existe algo de respecto por Álvarez, es un respeto lógico por un chico que peleó un lugar que consiguió legítimamente en las PASO, pero que para algunos tiene el vicio de origen de haber aparecido en la política de Lanús sin la legitimación que da el trabajo de los barrios.

Sin territorio, quiso en 2015 alcanzar el sol, pero se quemó en el intento y nuevamente por acción de jefes externos pudo meterse en una pelea que parece quedarle grande, de acuerdo a lo que piensan muchos. 

Para el joven abogado y profesor de Derecho que aspiraba a consagrarse como el puntero interno del peronismo local, la inmadurez le jugó una mala pasada, y suma de esta manera su segunda derrota contra el intendente Néstor Grindetti que le saca lustre a su condición de líder regional.

Sostenido por un acuerdo frentista en Lanús de carácter madurativo, el chico camporista no estaría (por el momento) obteniendo la legitimación para aspirar a presidir del bloque de concejales, según dejaron deslizar algunas fuentes del espacio. Pero la negociación recién empieza.

La verdad es que nadie espera que Álvarez luzca en el HCD donde la pela interna va a estar más caliente que nunca. Lo más probable es que su figura quede más deslucida de lo que está, en un rol quizás apático de bancas locales sin proyectos que modifiquen la gestión local de Grindetti.

Detrás de Álvarez hay una marcha incesante de mujeres y hombres que buscan posicionarse legítimamente como precandidatos para 2023 y que trabajan de manera sólida porque luego de tantos reclamos de PASO, todos se anotan para ir por Lanús, ya sin Néstor Grindetti.

A Julián Álvarez se lo podría comparar con Daniel Filmus en la Ciudad de Buenos Aires, un eterno segundo que parece ser el único plan del peronismo de Lanús. Así como Filmus, un día dejó de intentar ganar en CABA, las líneas internas del Frente de Todos de Lanús revisarán el tablero interno para modificar esta neurosis obsesiva por la derrota.

Tarea difícil, pero no imposible para el FDT. Encontrar un referente real, fuerte con consenso sólido para calmar todas las tensiones lógicas que provocan cuatro derrotas electorales consecutivas.

Si algo deja el FDT de positivo para analizar a partir de este 15 de noviembre, es claramente que la sucesión al Díaz Pérez que sacó del poder a Quindimil está más vacante que nunca.

A diferencia de Álvarez que perdió dos veces, Nicolás Russo fue elegido dos veces legislador provincial y tiene la chapa para liderar el espacio. Lo mismo busca el hombre de Martín Insaurralde que empieza su carrera ascendente sin estar desgastado.

Omar Galdurralde llegó a Lanús como una promesa y si bien quedó relegado en la interna, desde su espacio dicen que fue para empezar a instalarlo. Por último, Agustín Balladares también querrá imponer su sello con lo cual, Álvarez queda cercado por una interna con potenciales líderes de más peso político que él.

Álvarez siempre ha caminado por la cuerda floja como el papelón que pasó en setiembre en un canal de televisión cuando dijo que era “el más kirchnerista” de la PASO del FDT y que al hablar de inseguridad empezó a confundir calles y barrios de Lanús lo que generó una catarata de memes.

Recordemos que en el 2015, Wado de Pedro y Máximo Kirchner forzaron a Darío Díaz Pérez a renunciar a la búsqueda de su reelección como jefe comunal y lo mandaran a competir como senador bonaerense.

También hay que recordar que luego de la derrota de La Cámpora y Julián Álvarez del 2015, vino la derrota de otro candidato puesto a dedo por la agrupación juvenil con Edgardo Depetri en 2019, a las que habría que sumarles las legislativas de medio término que también fueron construidas de igual forma y manera.

Claramente la intromisión de La Cámpora genera muchos recelos en Lanús que por ahora están callados, pero que (hartos de cristinismo explícito) se sienten cada vez que se llega a las instancias finales de una elección donde se vuelve a perder por tropear dos veces con la misma piedra.

 

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias