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Sociedad | 4 nov 2021

PUJA DISTRIBUTIVA

Medicamentos congelados: cómo es el plan para salvar al PAMI que resisten los laboratorios

El Gobierno avanza en su idea de congelar los productos farmacéuticos, para sostener el programa de entrega gratuita por la obra social. Pero el desdoblamiento de precios que sostiene el plan puede colapsar un sistema sin estabilidad a largo plazo.


En declaraciones radiales, el flamante secretario de Comercio Interior Roberto Feletti confirmó que buscarán congelar el precio de los medicamentos, una propuesta que se analizará la semana que viene con funcionarios del sector. Según algunos reportes, los tratamientos subieron este año 8 puntos por encima de la inflación promedio, lo que genera alarma en la Casa Rosada. Las versiones de un plan hicieron reaccionar a los laboratorios productores, que al igual que las alimenticias rechazaron la propuesta. A diferencia de lo que pasa con los 1.400 productos congelados en supermercados, el farmacéutico es un mercado de características distintas, que se comporta distinto al resto de la economía. En este sentido, juega un rol fundamental el PAMI, la obra social de los jubilados, el mayor financiador de tratamientos del país, que en el actual sistema logra coberturas gracias a un sistema de precios desdoblados, que podría hacer fracasar el plan del gobierno.

 

Si bien no hay detalles de la propuesta de Feletti, los laboratorios de pronunciaron en contra. Las tres cámaras del sector –CILFA, CAEME y COOPERALA –emitieron un comunicado donde recordaron remarcaron que “resulta innecesario alterar las reglas de la libre competencia, a través de mecanismos de congelamiento de precios”. “Desde hace muchos años la industria farmacéutica presente en Argentina, viene haciendo grandes esfuerzos para sostener la accesibilidad de los medicamentos a los principales financiadores, obras sociales y prepagas, en muchos casos con coberturas que llegan hasta el 100 por ciento del valor para los pacientes, tal como ocurre en los tratamientos oncológicos y especiales y en el programa ‘Vivir mejor’ implementado por el PAMI, con un sustancial aporte de los laboratorios”, agregaron.

 

La mención al PAMI no es casual y apunta al nudo del conflicto. En la actualidad, entre un 45 y un 50 por ciento de los medicamentos que dispensan las farmacias se entregan mediante la obra social. Para cumplir la promesa electoral de Alberto Fernández de entregar tratamientos gratis a los jubilados, se creó un desdoblamiento de precios: un precio de mercado (llamado PVP o precio de venta al público) y un precio PAMI, con el que se atiende a los afiliados de la entidad. El segundo es en promedio 30 por ciento más bajo que el primero, que además tuvo una evolución respecto a la inflación 20 por ciento por debajo del IPC. Con este esquema, farmacias y laboratorios financian la entrega gratuita de fármacos a los jubilados, cobrando un valor por debajo del mercado, y con aumentos menores a la inflación.

 

“Con el sistema como está armado, si se congelan los medicamentos se desabastece de inmediato el mercado”, afirmó una fuente del sector farmacéuticos, ante la consulta de Política del Sur. La brecha entre precio PVP y precio PAMI hace que las farmacias, que no tienen injerencia en la formación del precio, tengan que sostener con recursos propios la atención. Además, la seguridad social, que forman obras sociales sindicales, provinciales y prepagas, también sufren esta realidad, ya que sostienen con la cobertura de medicamentos más caros la baja de los que reciben los jubilados. Las fuentes consultadas recordaron que laboratorios y el Ministerio de Salud se comprometieron a principio de año a mantener aumentos iguales al IPC, pero “el desdoblamiento de precios hizo imposible cumplir este compromiso”.

 

Para el gobierno nacional, es fundamental mantener la cobertura del PAMI. El programa de cobertura permitió, a datos de julio de este año, que unos 3.500.000 afiliados ahorren un promedio de 4 mil pesos mensuales con la entrega de sus tratamientos. Este “aumento indirecto”, como lo promociona el oficialismo”, se sostiene con el desdoblamiento de precios y la presión inflacionaria sobre los fármacos que dispensa la seguridad social, según el sector farmacéutico. El plan no será tocado antes de las elecciones, pero deberá ser discutido a fin de año, cuando se venza el contrato. Allí, la industria farmacéutica quiere terminar con los precios PAMI, para lo cual tiende puentes con un aliado dentro del gobierno: nada menos que el jefe de Gabinete Juan Manzur. Con históricos lazos con los laboratorios –en especial el tridente nacional Elea, Roemmers y Bagó –el tucumano puede ser la llave para un nuevo sistema de cobertura, para lo cual deberá esperar que pasen las elecciones.

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