viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº1962

Gremiales | 15 oct 2021

ANALISIS

El 17 de octubre divide al sindicalismo y reaviva las diferencias entre “gordos” y moyanistas

Cuando parecía que la unidad se acercaba, la falta de consenso para celebrar el Día de la Lealtad vuelve a diferenciar a la cúpula actual de la CGT, que harán un acto el 18 con el gobierno, con los sectores más combativos, que se movilizarán el mismo domingo, junto a sectores kirchneristas.


Por: Diego Lanese

Cuando la unidad del movimiento obrero parecía más cercana en años, las diferencias por los festejos del Día de la Lealtad volvieron a exponer la interna que se vive entre los gremios, en especial aquellos que forman la CGT. La decisión de no movilizar el mismo 17 de octubre por parte de la conducción cegetista, bajo el argumento que esa jornada se festeja el Día de la Madre, marcó una nueva diferencia con quienes pensaban una jornada multitudinaria, que marque un respaldo fuerte al gobierno en medio de una campaña electoral que luego de la derrota de las PASO está “cuesta arriba”. Por ahora, la decisión no afecta a la interna gremial, aunque ya hay sectores de los espacios más combativos anuncian que marcharán, pero el 17, lo que puede generar una nueva “guerra fría” en la principal central obrera del país.

 

Luego de una semana llena de versiones, finalmente Juan Manzur anunció que el gobierno nacional no hará un acto propio el 17 de octubre, y se “plegará” a la celebración de la CGT, que será al otro día, con una movilización al Monumento al Trabajo, donde en 2016 se marchó contra el gobierno de Mauricio Macri. La idea de hacer este 17 “un día de respaldo al gobierno” se fue esmerilando, y terminó de caer en desgracia en medio de nuevos rumores de malestar entre integrantes del Frente de Todos. Los gremios ya habían anunciado su marcha al otro día, bajo el argumento que los trabajadores “querían estar con sus familias”, por ser el Día de la Madre. El acto será sin oradores, se leerá un documento y serán parte del mismo los movimientos sociales a través de la UTEP y el Evita.

 

La decisión tuvo un extraño mérito: dejó a todos disconformes. En la central obrera quieren que el acto sea una muestra de unidad, pensando en las elecciones de noviembre, pero ahora algunos sectores podrían sumarse a la jornada del domingo, que están alentando diversos grupos como las Madres de Plaza de Mayo, con una consigna “anti deuda”, que apunta directo a las negociaciones que se hacen con el FMI. Si el moyanismo decide sumarse a esta propuesta, podría derribar la trabajosa unidad que se fue construyendo en este tiempo, y que tuvo un primer ensayo exitoso en la CATT, donde hubo unidad salvo por la UTA y La Fraternidad, que rompieron la confederación.

 

Entre las razones que los dirigentes esgrimen en off respecto de la suspensión, se habla de no interferir en la campaña con un acto “muy peronista”, que pueda espantar a cierto electorado más neutral. Además, la movilización de la semana pasada en Nueva Chicago parece no haber levantado el ánimo general, que en los despachos oficiales, las oficinas de gremios y en los sectores que integran el Frente de Todos, sigue siendo de preocupación por los números que pueden llegar en la elección de noviembre. Para la CGT, la marcha deberá ser una muestra de potencia, pero fue principal anhelo estaba en la unidad, hacia la figura de Alberto Fernández y a la futura conducción, que se empezaba a dibujar y en este momento parece alejarse.

 

Reproches

 

Otra diferencia que aparece en torno a la marcha del 17 en el sector gremial quedó al descubierto en torno de los planes oficiales lanzados luego de la derrota electoral. La CGT busca una actitud más “productivista” en materia de anuncios, por eso el lema de la jornada: “desarrollo, la producción y el trabajo”. La adhesión de la Casa Rosada a su marcha es una buena señal, pero que muchos sectores mantengan su llamado a movilizarse en mismo domingo preocupa, ya que expone otra vez la interna sindical.

 

El paraguas de los grupos “rebeldes” es el llamado de las Madres de Plaza de Mayo, que bajo el argumento del “no pago a la deuda al FMI buscan sumar a los sectores más duros del Frente de Todos, incluyendo los gremiales. Ya confirmaron su participación entre otros la CTA de los Trabajadores, cuya mesa nacional resolvió que para conmemorar el Día de la Lealtad “acompañarán la convocatoria que de las Madres”. “Esta era la propuesta inicial. Realizar un acto que tendría al presidente como único orador y que, de cara a las próximas elecciones, anunciaría una Plan Quinquenal al mejor estilo del primer peronismo de construcción de viviendas que culminaría en 2026. Lejos de ser un rumor, el proyecto contaba con el anuncio público de Juan Manzur incluso quien luego tuvo que desdecirse”, se quejó la entidad.

 

En tanto, el moyanismo mueve sus piezas. Luego de la victoria en la CATT apunta a la CGT, mientras vuelve a subir el tono de los reclamos al gobierno. Esta semana, se dio a conocer una carta que Hugo Moyano le envió al propio presidente. La “policía de misivas” inaugurada por Cristina Fernández de Kirchner tuvo su correlato en el camionero, que apuntó a la política de transporte. “Sostenemos económicamente al transporte como nadie más, tuvimos una paciencia oriental con funcionarios que por ignorancia o por desidia nos soslayan o nos ignoran. No vamos a esperar más. Exigimos que de una vez nuestras demandas sean escuchadas y atendidas como corresponde a quienes tienen la carga pública de gestionar el bienestar general”, disparó Moyano. Las diferencias, expuestas curiosamente por el Día de la Lealtad, son un retroceso en el camino de la unidad.

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