jueves 09 de mayo de 2024 - Edición Nº1982

Provincia | 5 oct 2021

Estrategia electoral

El peronismo redobla sus esfuerzos en el conurbano para achicar la brecha

El Frente de Todos concentra su estrategia en la Tercera y Primera sección con el doble objetivo de acortar la distancia con la oposición y ganar más legisladores. Los intendentes del interior plantean debatir el rol del peronismo después de noviembre.


Por: Federico Cedarri

La elección que se avecina siembra incertidumbre y genera interrogantes en el elenco del oficialista Frente de Todos, debido a lo extremadamente dificultoso que se le hace al espacio congeniar un discurso unificado de cara a la sociedad en medio de distintas vertientes de pensamiento que conviven allí dentro.

Lo que se ha acordado con meridiana claridad hasta el momento es la necesidad de imprimirle mayor preponderancia al rol de los intendentes en un intento de empoderar los criterios de territorialidad que manejan los alcaldes para intentar llegar con celeridad a dar respuestas a las demandas de la población con miras más lejanas que el 14 de noviembre.

El flamante jefe de Gabinete del gobierno de Axel Kicillof, Martín Insaurralde, destina importantes cuotas de su tiempo a escuchar la catarsis de los jefes comunales peronistas del interior que han asumido una postura extremadamente crítica contra el Gobernador por el manejo de la campaña para las PASO y también han manifestado su malestar por la escasa participación en la conformación de las listas legislativas.

El jefe de Ministros recibe las quejas e intenta driblear la tempestad en medio de la vorágine que le imprimen los acontecimientos y trata de focalizar la energía en el objetivo estratégico de acortar los guarismos en el Gran Buenos Aires.

Es que las dos sesiones más populosas del conurbano, tanto la Primera como la Tercera, amenazan con convertirse en decisivas para el resultado final donde estará en juego la gobernabilidad de los próximos dos años, tanto en los Concejos Deliberantes como en el centro de poder neurálgico que constituye la Legislatura provincial.

Si los resultados de las PASO se repitieran en la Primera Sección, el peronismo solo obtendría 3 senadores de los ocho que se renuevan por lo que se le escabulliría la posibilidad de achicar el margen de la mayoría de Juntos en la Cámara Alta.

El otro objetivo inmediato es tratar de llegar al 33 por ciento en la Séptima sección para forzar la repartija con la oposición y obtener al menos un senador lo cual sería otro atajo para intentar llegar al número mágico de 23 legisladores en esa Cámara legislativa que es lo que añora Kicillof, para destrabar el dique de contención que hoy se le presenta con un Senado adverso.

El peronismo se encuentra a 3 puntos de lograr llegar al piso para ingresar un senador en esta región, pero el inconveniente que hoy embarga al frente oficialista es que la participación fue relativamente alta en los distritos que componen la sección y no se espera un aumento sustancial de la misma que garantice elevar los porcentajes.

Del mismo modo, los estrategas del Frente de Todos temen a un efecto que están deparando los primeros números que le alcanzan los consultores de opinión: que muchos votantes que los acompañaron en septiembre empiezan a mostrar reticencia en votar al oficialismo en noviembre, lo que en política se conoce como abandonar el carro del perdedor.

La Cuarta sección, que elige senadores también se presenta difícil de remontar para el oficialismo, debido a que la diferencia que lo separa de la oposición es importante en pleno corazón de la pampa agroganadera y con un escenario de caída libre en la imagen del gobernador Kicillof.

En lo que concierne a la representación que se renueva en las secciones para la Cámara Baja, las expectativas están centradas en recuperar terreno en la Tercera sección electoral, ahí es donde el oficialismo está desplegando un estrategia de campaña agresiva casi cuerpo a cuerpo sobre aquellos sectores que no fueron a votar el pasado 12 de septiembre, y que constituyen los desencantados de las gestiones de Alberto Fernández y el mandatario provincial.

Hoy el peronismo estaría metiendo solamente 10 legisladores en la sección cuando la apetencia a priori era de 13, con el aditamento que quién está en la zona gris es justamente el titular del espacio en la Cámara Baja, Facundo Tignanelli, referente de La Cámpora y hombre de estrecha confianza de Máximo Kirchner.

Intendentes y legisladores exigen un debate que reformule el rol del peronismo

Los legisladores referenciados en los intendentes del interior creen a ciencia cierta que el resultado de las PASO es prácticamente irremontable, y quieren habilitar un profundo debate posterior al 14 de noviembre donde se discuta un nuevo eje político que los contenga como referencia dentro del espacio oficialista.

“De esto se sale con más discusión política”, plantea ante PDS el diputado oficialista Walter Abarca.

Si bien el legislador provincial mantiene sus reparos sobre el avance de Máximo Kirchner sobre el gabinete de Kicillof, es consciente de que hacía falta darle a la gestión provincial una mayor dinámica de respuesta a los requerimientos de los intendentes: “Ellos son quienes mejor entienden el territorio y le puedan dar músculo político al gobierno de Kicillof”, fundamenta.

Abarca volvió a insistir sobre la  necesidad de abrir la discusión sobre el protagonismo que debe adquirir el peronismo dentro de la estructura del Frente de Todos: “Hay que reconstruir el justicialismo, debemos volver a reimplantar los valores doctrinarios de ascenso social por medio de la generación de trabajo genuino para reconquistar la confianza de la sociedad”, sentenció.

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