Por: Federico Cedarri

El escrutinio definitivo de las PASO 2021 consolidó una certeza que se intuía y que los alcaldes del PJ repetían como un mantra en los días posteriores al comicio: la repercusión del fuerte corte de boleta a favor de sus listas locales en desmedro de la solapa de Victoria Tolosa Paz.

Esta presunción desmitifica en cierta manera que los intendentes no hayan jugado para consolidar sus territorios, al contrario, lo hicieron con ahínco y acentuarán en el turno de noviembre esta práctica por la que buscarán salvar el pellejo en su terruño y no se inmolarían por la causa provincial.

El cimbronazo político que culminó con los cambios de gabinete impulsados por Cristina Kirchner en los elencos de Alberto Fernández y Axel Kicillof, han contribuido en cierto modo a sembrar una dicotomía importante entre intendentes del conurbano, donde afloran viejas rencillas que parecían sumergidas en el devenir electoral pero que la derrota las sacó a relucir nuevamente.

La configuración del escenario político del peronismo en la provincia de Buenos Aires parece haberse partido en tres tercios perfectamente delimitado entre los intendentes que responden al partido de Perón y prefigura la disputa que se vendrá en diciembre de repetirse el resultado de las PASO.

El primer grupo contiene a los alcaldes ligados al flamante jefe de Gabinete y mandamás de la campaña oficialista en la provincia, Martín Insaurralde, que solventan buenos vínculos con Máximo Kirchner; otro espacio que empieza a florecer cuenta con la presencia del titular de Desarrollo Social, el albertista Juan Zabaleta, en conjunción con Fernando Gray que enfrentó a comienzos de este año la imposición de Máximo Kirchner en el sillón del PJ bonaerense.

Finalmente, el grupo restante lo integran los jefes comunales del interior que desconfían del eje MI- Máximo, pero tampoco se siente identificados con el albertismo al que consideran un estructura política vacía de contenido con escasa proyección más allá de diciembre.

Estos alcaldes que se consideran en su fuero íntimo un reservorio del peronismo tradicional bregan junto a sus legisladores provinciales por una reformulación partidaria: “Si se llegan a repetir los resultados de septiembre es muy probable que los otros dos polos queden muy dañados, tanto el ala kirchnerista y los resabios del albertismo, y se robustezcan los intendentes del interior”, razona tomando partido un diputado provincial.

En ese sentido, desde este sector esgrimen que el aparataje que se viene dando en el peronismo no ayuda a reconciliarse con buena parte de la sociedad que repudió con su voto la política económica y sanitaria del Gobierno.

En rigor, estos jefes comunales añoran que se vuelva a la vieja usanza, con remembranzas del legendario duhaldismo, cuando estaba determinado que los intendentes manejaban las secciones y eran los encargados de tejer las listas de legisladores con el entonces Gobernador.

Estos intendentes, ya han comenzado contactos informales con sus pares radicales para avanzar a partir de diciembre en la modificación de la ley que se votó a instancias del gobierno de Vidal y posibilitar la reelección indefinida en el rubro municipal solamente.

La argucia tiene final abierto porque alcaldes del PRO con poder territorial en los grandes distritos creen que si se avanza en una normativa en tal sentido, se robustecería y se le daría oxigeno en el conurbano al peronismo complicándole la estrategia al larretismo de intentar reconquistar distritos en 2023.

El albertismo por su parte aspira a refundar su corriente con un acto que en principio se iba a desarrollar en el estadio de Ferro, pero que por el inoportuno derrumbe de una grada fue pateado para dentro de una semana con escenario en la cancha de Nueva Chicago.

El soporte de público que ayudará a mostrar las tribunas completas vendrá desde el Movimiento Evita que tiene a sus dirigentes como funcionarios de segundo orden en el gobierno de Fernández, y que mantiene un fuerte encono con Cristina Kirchner desde aquel apoyo a Randazzo en 2017.

Mientras que en Ensenada tendría lugar un contra acto de apoyo a la Vicepresidenta con las presencias complementarias de Máximo Kirchner y el gobernador Kicillof organizado por el intendente local, Mario Secco, y con el apoyo unánime del kirchnerismo duro.

Encuestas inquietantes desembarcan en los despachos oficialistas

El resultado de los primeros track efectuados por algunas encuestadoras a casi tres semanas de las elecciones primarias, muestran de mínima una estabilidad de las cifras con una proyección que espanta a dirigentes del frente oficialista: el número 4 empieza a aparecer delante del guarismo que los sondeos le atribuyen a Juntos.

Otro legislador que pidió estricto off le aseguró a PDS que las consultas de opinión a los que ha tenido acceso no son auspiciosos: “Esperamos recortar un poco la diferencia, aunque sea mantener los guarismos de septiembre, cualquier profundización de la derrota sería catastrófico.

Los legisladores peronistas piensan en la nueva composición del Parlamento y en cierto modo esgrimen los resquemores que visualizan, ya María Eugenia Vidal blanqueó las intenciones de ir por la Cámara de Diputados nacional y es un secreto a voces que sus pares bonaerenses expresan idéntico razonamiento.

También la agenda legislativa está teñida de temas trascendentales que, de repetirse los resultados de las internas, el oficialismo se verá envuelto en una serie de presiones que lo obligarían a conceder a la oposición importante espacios en el directorio del BAPRO, los entes de contralor y los pliegos de jueces.

Sin menoscabar la negociación que se abrirá en torno al Presupuesto 2022 y la Ley Impositiva aunque en estos puntos el mandatario bonaerense puede gambetear la discusión debido a que tiene la potestad de prorrogar el ejercicio de este año con la adherencia de una suba nominal del 20% en los recursos totales.