Por: Federico Cedarri

Los resultados desprendidos de la contienda electoral efectuada el domingo 12 de septiembre sacudieron el avispero y provocaron un fuerte zimbronazo político en el oficialismo, especialmente en lo que concierne a la disputa dentro del espacio del Frente de Todos.

Esa situación ha generado indudablemente cortocircuitos políticos que han motivado y desembocado en la necesidad de cambios sustanciales en las primeras líneas en lo que respecta  a los miembros de los gabinetes nacional y provincial.

Fundamentalmente en lo relativo a la provincia de Bueno Aires puede apreciarse nítidamente, como sucedió en el ámbito del gabinete nacional, la mano de la Vicepresidenta Cristina Kirchner que nuevamente y en consonancia con el titular del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner, parecen haber impuesto su impronta y preponderancia en el rumbo que tomará el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en la intentona de remontada par el turno de noviembre.

Los cambios tendrán como principal matiz la incorporación de intendentes del conurbano bonaerense que obtuvieron resonantes triunfos en sus distritos y que a la par sostienen una buena ligazón con el futuro titular del PJ bonaerense, tanto Martín Insaurralde, que oficiará como jefe de Gabinete como Leonardo Nardini que ejercerá al frente de Infraestructura, son los alcaldes que mejor se complementan políticamente con el titular de La Cámpora.

No en vano Cristina Kirchner desembarcó durante la campaña en un par de ocasiones en Lomas de Zamora poniendo de relieve la estatura política que le asignaba en su consideración a Insaurralde.

También en el ministerio político de la gobernación, el kirchnerismo impuso su parecer ya que Cristina Alvarez Rodríguez, flamante ministra de Gobierno, es una dirigente que consulta permanentemente sus pasos con la titular del Senado nacional.

Algunas voces de legisladores oficialistas han dejado trascender ciertos reparos en relación con la injerencia que ejercerá Máximo Kirchner en el esquema de poder de la provincia de Buenos Aires.

Es que a partir de estas modificaciones en el gabinete del Gobernador el eje de gestión de Kicillof parece estar compartido en sus lineamientos fundamentales con las principales espadas de la Vicepresidenta en la provincia, lo que genera ciertos recelos entre los alcaldes del interior, que si bien exigían mayor participación, consideran que a partir de ahora el tándem Cristina- Máximo parece haberse dotado de un protagonismo irreversible.

Un legislador ligado a aquellos alcaldes preocupados confesó sus temores ante PDS: “Parece haberse largado la carrera para la sucesión de Kicillof, está claro que Máximo tomó la manija y que la jefatura del PJ será una fachada en su objetivo de copar progresivamente más espacios de poder en la provincia e ir por la gobernación en el 2023”.

“Creo que Kicillof literalmente entregó el gobierno”, remató.

El diputado provincial peronista, Walter Abarca, que acentuó los desacuerdos con La Cámpora en el último tiempo, también se manifiesta de acuerdo en lo  imprescindible que resultaba avanzar en una oxigenación de los gabinetes nacional y provincial: “Creo que no había otra salida más que apostar a la política, estaba todo muy estático, con poco dinamismo en la gestión provincial”.

También entiende que en la provincia el Gobernador ha cedido irremediablemente poder político con los cambios dispuestos: “En el esquema de gobierno Kicillof está cada vez más rodeado por la dupla Martin – Máximo”, disparó.

Y se muestra lapidario en la interpretación de las consecuencias que le traerá aparejada al mandatario la profundización de la alianza de Máximo Kirchner con los alcaldes del conurbano que como contrapartida han venido fogoneando la incursión del santacruceño en el entramado partidario bonaerense:  “Le intervinieron el gobierno a Axel”, enfatizó.

 

La oposición legislativa exige autocrítica del Gobernador

La oposición se mostró estupefacta por los episodios traumáticos que embriagaron la interna oficialista durante los últimos días.

En ese sentido el titular de la Coalición Cívica provincial, el senador Andrés De Leo, opinó que los cambios de Alberto Fernández “terminaron siendo una imposición de Cristina Fernández de Kirchner en el medio de una obscena disputa de poder”.

También emitió sus consideraciones respecto a las modificaciones que llevó adelante el gobernador bonaerense: "En el caso de Kicillof  tienen que ver más con las internas del Frente de Todos y los posicionamientos de poder dentro de ese enclave, es notorio el protagonismos que adquieren Máximo Kirchner y algunos intendentes del conurbano ligados a él”.

Sin embargo, prefirió hacer hincapié en la actitud de Kicillof luego del revés electoral sufrido el pasado 12 de septiembre: “Hasta ahora no se ha escuchado ni una sola palabra del Gobernador haciendo una autocrítica de su gestión que los bonaerenses rechazaron con su voto”, deslizó el legislador bahíense.