viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº1969

Provincia | 15 sep 2021

Repercusiones electorales

Honda preocupación en el oficialismo por la posibilidad de perder la mayoría en Diputados

Un primer esbozo sobre la composición de las cámaras legislativas, de emularse en noviembre los resultados de las PASO, podría condicionar severamente el margen de maniobra del gobernador Axel Kicillof.


Por: Federico Cedarri

La remembranza que deja las PASO 2021 trasunta en una enorme inquietud en el oficialismo provincial que buscará sumar imperiosamente votos en estos 60 días que distancian de las generales para tratar de amortiguar lo que podría derivar en una composición legislativa bastante discordante con los deseos del gobernador bonaerenses, Axel Kicillof.

En ese sentido conviene hacer un repaso que grafique los miedos que acechan al Frente de Todos de perder la mayoría en la Cámara de Diputados de conformarse los resultados del domingo 12 de septiembre.

La secciones que elegirán representantes para la Cámara Baja en este turno electoral son la Tercera, Segunda, Sexta y Octava y salvo en la región que contiene los distrito más populosos del Gran Buenos Aires donde el Frente de Todos pudo sacar una ventaja menor a la esperada, en las restantes zonas provinciales la situación se presenta muy poco auspiciosa para el oficialismo.

El frente que hegemoniza el peronismo mantiene en la Cámara de Diputados unas 45 bancas, con lo cual con la suma de dos voluntades de bancadas aliadas que votan en consonancia con el oficialismo puede llegar al quórum propio, pero de repetirse los resultados del pasado domingo los escaños se reducirían a 39 por lo que en ese caso necesitaría captar 8 voluntades para poder lograr el tratamiento de iniciativas parlamentarias sin tener que negociar con la oposición.

La contracara lo representa la bancada de Juntos por el Cambio, que se presume después de diciembre cambiará su nombre por la sigla que la acompaño durante la campaña, ya que sumaría siempre y cuando los resultados tenga un atisbo de analogía con septiembre unas 9 bancas por lo que pasaría de los 38 actuales a 47, lo que le permitiría tener quórum propio.

Repasando la situación en cada sección de acuerdo a los resultados de las PASO, nos encontramos en la Tercera que de los 18 diputados que se ponen en juego, el Frente de Todos por su triunfo en alrededor de 10 puntos, se quedaría con 10 bancas, la oposición de Juntos sumaría 3 sillas más llegando a 7 y la izquierda se quedaría con la banca restante desplazando la intentona randazzista.

En la Segunda sección la cosecha del oficialismo se presenta muy magra, ya que de los 11 diputados que se ponen en juego, y de replicarse los resultados del domingo con unos 22 puntos de ventaja para Juntos, el oficialismo perdería una banca y se quedaría con cuatro diputados mientras que la oposición pasaría de 6 a 7 nuevos legisladores.

La otra región que elige diputados es la extensa Sexta sección donde las mieles depararon amargura para el elenco oficial.

En esta sección bonaerense se ponen en juego otros 11 diputados y la ventaja de Juntos sobre el Frente de Todos se extendió hasta los 15 puntos, por lo que el conglomerado opositor se quedaría con 7 bancas, ganando una, mientras que oficialismo inversamente pasaría de cinco bancas que ostenta hoy a cuatro.

Finalmente, nos concierne encargarnos de la Octava sección electoral, que contiene en su seno a la capital provincial donde la ola de Juntos ganó por más de 12 puntos, lo que le permitiría de repetirse los resultados obtener cuatro de los seis diputados en juego, mientras que el Frente de Todos se quedaría con dos escaños, ya que perdería uno.

En el Senado se le complica la apetencia de mayoría a Kicillof

El Gobernador bonaerense tenía la secreta esperanza antes de las PASO de poder conquistar nuevamente la mayoría en la Cámara Alta para poder evitar negociaciones condicionantes con la oposición, pero el cachetazo que significó para el oficialismo el resultado electoral lo puso en alerta al mandatario sobre la posibilidad concreta de que de reiterarse los resultados del domingo, no solo se desvanezca la aspiración de control del Senado sino que Juntos por el Cambio incrementaría su cosecha en alguna banca más.

Actualmente el oficialismo ostenta 20 bancas mientras que Juntos por el Cambio se lleva 26 teniendo mayoría propia para votaciones de proyectos que no incumban a los dos tercios.

Repasando los resultados de domingo pasado, en la Primera sección electoral donde se renuevan ocho senadores, de repetirse los resultados del domingo donde Juntos araño el 40 por ciento contra el 35 del Frente de Todos, guarismos casi calcados a los de 2017, la repartija sería idéntica a la de hace cuatro años: cinco bancas para Juntos y tres para el peronismo.

En la Cuarta sección electoral la renovación es por siete bancas, y según los resultados del domingo, el oficialismo podría perder una banca que le escamotearía Juntos de concretarse un resultado similar en noviembre,  alrededor de 18 puntos de ventaja. En ese escenario Juntos lograría captar cinco sillas mientras el peronismo mantendría las dos que pone en juego.

En la Quinta sección, hegemonizada por Mar del Plata, los resultados fueron similares al de todo el interior provincial, la ventaja de Juntos excedió los 20 puntos, por lo que se llevaría de repetirse los mismos números las tres bancas que ponía en juego y el oficialismo se quedaría con las dos restantes como ocurrió en 2017.

En la Séptima sección, lugar donde el gobierno provincial ponía las fichas para llegar al piso del 33% por ciento para poder disputarle una banca a la oposición, también tuvo gusto a poco para el mandatario provincial ya que de acuerdo a los resultados del domingo, 21 puntos de diferencia, y de reiterarse la tendencia, Juntos retendría los tres escaños en juego, al tiempo que el oficialismo  volvería a quedarse con las manos vacías.

Una conclusión apresurada nos invita a reflexionar que de acercarnos en noviembre a guarismos similares, el oficialismo perdería una banca en el Senado y Juntos pasaría de 26 a 27 sillas, pero a la preocupación ya subyacente por las situación que se presenta en la Cámara Alta, debe sumarse la incipiente por lo que podría acaecer en la Cámara de Diputados donde el sobresalto y pavor de Kicillof podría incrementarse súbitamente en lo que respecta a la gobernabilidad  en el tramo final de su mandato.

El oficialismo tiene 60 días para amortiguar el golpe de las PASO y buscar acercar voluntades para intentar al menos trastocar un escenario que se avizora complicado.

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