El triunfo de la oposición a nivel nacional en las PASO sigue dando que hablar. El dirigente del radicalismo Juan Manuel Casella aseguró que el resultado “sorprendió por la amplitud de la diferencia entre las dos coaliciones y por la extensión territorial, en 17 provincias”.

“Hay una mezcla de factores. La economía, que no crece desde el 2011 en Argentina, es prioritaria. La influencia de la pandemia ha sido determinante, la cuarentena del año pasado le ha costado muchísimo a muchos sectores sociales”, evaluó el referente de la UCR en contacto con Política del Sur.

Otros motivos que marcó la derrota del Frente de Todos fueron “la forma de manejar el poder, falta de coherencia” y que “el mensaje que recibió la sociedad en este último tiempo expresado verbalmente y hechos desconectados de la realidad”.

“La sociedad está percibiendo que la política le sirve para poco, que no está organizando la convivencia. Hay una falta de conexión entre la agenda del hombre común y la agenda de la dirigencia política”, analizó.

Balance de la UCR

Sobre el resultado de Facundo Manes en la provincia, Casella comentó que “la elección expresa esa reaparición radical” y que se logró el propósito de “preservar la identidad y autonomía de la UCR aún integrando la coalición”.

“Hay una presencia territorial. Eso hay que administrarlo con inteligencia y transmitirlo a un proyecto de país que tiene que diseñarse porque hay carencia de políticas públicas de largo plazo para salir de la emergencia”, señaló.

En cuanto al reacomodamiento del espacio dentro del frente opositor, el histórico referente parafraseó al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, que dijo “que el radicalismo dejó de ser el furgón de cola del PRO”.

“La dirigencia de la UCR de la provincial y nacional toleraron pasivamente que desde el 2015 al 2019 el PRO monopolizó su poder. Fue un socio sin voz, protesta ni crítica que contribuyó al fracaso del modelo de Macri”, sentenció.

"Pan para hoy hambre para mañana"

Acerca de la derrota del oficialismo sostuvo que su problema fue que Cristina Fernández de Kirchner es quien “tiene la capacidad de decisión”. “Esto dificulta la función de Alberto Fernández de manejar el país, no puede ser que el presidente esté subordinado a una conducción externa”, criticó.

“Las decisiones que tome el gobierno no van a impactar solo en noviembre sino en el futuro económico y social que le quede de gestión. Si empiezan a largar plata solo para captar votos, van a condenar a la Argentina a una crisis económica. Es pan para hoy y hambre para mañana”, vaticinó.