El juez Sebastián Monelos elevó a juicio la causa en la que se encuentra imputado Carlos Murguia, el hombre de 65 años acusado de ejercer la medicina de manera ilegal durante más de tres años en la clinica Luzuriaga de la localidad de Llavallol, donde habrían atendido a cientos de pacientes, entre ellos, menores de edad.

Fuentes cercanas a la causa informaron a Política del Sur que los jueces del Juzgado Correcional 1 de Lomas de Zamora serán los encargados de llevar adelante el proceso judicial en el que el falso médico está imputado por los delitos de “ejercicio ilegal de la medicina y usurpación de títulos en concurso ideal, y uso de instrumento público falso”.

Sin embargo, todavía resta conocer la fecha en la que comenzarán las jornadas que incluirán la palabra de los testigos citados a declarar. Mientras tanto, Murguía permanecerá detenido tras serle denegado el pedido de excarcelación solicitado por su defensa.

La noticia de la elevación a juicio se conoció días después de cumplirse un mes de confirmada la prisión preventiva por el Juzgado de Garantías 4, dictada a principios de julio por pedido del fiscal Javier Martínez, a cargo de la investigación.

De acuerdo a la denuncia, el médico “trucho” se presentaba como clínico y pediatra y durante el tiempo que trabajó, habría atendido a más de 300 personas, entre ellos, más de la mitad fueron menores.

Según indicaron a este medio, el falso médico presentó un título apócrifo de la Universidad del Salvador en el Centro Medico Laboral Luzuriaga de Llavallol y no tenía matrícula provincial ni nacional.

Durante la audiencia original ante el fiscal Martínez, Murguia se negó a brindar testimonio durante la indagatoria realizada en el marco del expediente iniciado a partir de una denuncia radicada en el 2019.

Una denuncia en 2019 inició la investigación

Todo comenzó tras la denuncia de una médica que en el 2019 manifestó a la Justicia que una paciente suya le contó que había sido atendida por un medido con su misma matrícula profesional en el Centro Médico Laboral Luzuriaga de Llavallol, ubicado en la calle Luzuriaga 246.

La UFI 8 supervisó las tareas investigativas para determinar la identidad del sospechoso. Entre otras cosas, realizaron escuchas telefónicas e hicieron falsas llamadas de agentes encubiertos que simulaban ser “clientes” como parte del plan para esclarecer la causa.

Luego de más de 3 años de búsqueda y recolección de pistas, se ordenó la captura del sujeto identificado como Carlos Alberto Murguia, nombre con el que eran prescriptas las recetas.

Personal del Destacamento de Banfield a cargo de llevar a cabo los allanamientos en el centro medico y su domicilio de la localidad de Moreno secuestraron 100 historias clínicas de mayores de edad y 200 de menores, además de gran cantidad de instrumentos médicos, remedios, recetarios, sellos apócrifos y elementos de prueba.