Tristán Suárez consiguió una victoria importante ante Deportivo Morón por 2-0 en el Estadio 20 de Octubre, por la fecha 20 de la Primera Nacional. El Lechero estira una racha positiva de 8 partidos sin perder y logra posicionarse en la octava posición de la zona B con 27 puntos, quedando a tres puntos de la clasificación al reducido. 

Así manifestó Aníbal Biggeri, entrenador del conjunto de Ezeiza, las sensaciones que le dejó el partido contra el Gallo: "Nos tocó enfrentar a un rival duro, un equipo que intenta jugar, que intenta salir jugando a pesar de la presión del rival. Creen en su idea y felicito eso. Más allá de eso, creo que el primer tiempo no hicimos un buen partido futbolístico a pesar de que tuvimos alguna que otra chance de gol. Eso es lo que tiene de bueno este equipo, que siempre genera chances de gol. En el ST adelantamos cinco metros las líneas, presionamos alto, les sacamos la pelota y estuvo bien. Cuando hicimos el gol encontramos los espacios y terminamos ganando un partido muy difícil contra un gran rival".

En ese contexto, consideró que el gran presente que transita el equipo se debe al arduo trabajo realizado, destacando el rendimiento de sus dirigidos:"Sabíamos que en algún momento todo el trabajo que venían haciendo los chicos iba a dar sus frutos. A principio de campeonato la pelota no entraba y perdíamos partidos que no merecíamos perder. Seguimos teniendo confianza, sabíamos que cada error que cometíamos nos costaba caro, y teníamos que aprender de eso. Reconocer los errores propios es una de las cosas en las que más trabajamos. Mostramos a los jugadores los videos de lo que nos equivocamos y como el Nacional B no te permite fallar. El camino era el correcto desde el juego, pero nos faltaba hacer goles y ser más seguros defensivamente. Cada uno que salió del equipo entendió que teníamos que salir trabajando para volver a entrar al equipo y que todos eran importantes”. 

"¿Que me cambia a mí la estadística si tengo que pensar que tengo que seguir mejorando?  Cada rival es muy difícil, el Nacional B no te da respiro, tenemos que seguir mejorando como equipo para sostener el buen papel que estamos haciendo. Lo más importante que los chicos sigan creciendo como equipo, que todos sepan que si todos hacen las cosas bien van a continuar teniendo trabajo y van a poder continuar en la categoría. Tienen que saber que esto es en beneficio de ellos y para ellos, tenemos que seguir trabajando. Los técnicos no existiríamos si lo jugadores no jugaran", aseguró el entrenador.

Asimismo, rescató que si Tristán Suárez sigue manteniendo la regularidad que viene mostrando, se podría aspirar a meterse de lleno en la lucha por el ascenso a Primera División: “Nosotros ahora pensamos en Ferro, y así nos pusimos el objetivo con los chicos. Estamos trabajando en eso, cuando íbamos entre los últimos puestos también pensábamos en el partido tras partido. Si uno piensa que puede llegar se hace difícil porque cuando vienen los golpes son más duros. Tenemos que pensar partido tras partido y la ilusión no se la puedo quitar a nadie. Yo sé cómo tengo que trabajar yo, si la gente se ilusiona bienvenido sea. Lo más importante es que crean en el trabajo de nosotros. Siempre pensamos en lo mejor para el equipo. Si no trabajas pensando en eso, y trabajas pensando en un objetivo es difícil que las cosas salgan. Tenemos que reconocer nuestros errores, hacernos un equipo fuerte, ese es el camino y así hay que seguir. El mensaje siempre es el mismo, por sobre todas las cosas está el equipo, estoy feliz de tener un plantel así”.

También expresó su felicidad por el gran presente de Alexis Domínguez, quien dejó la institución de Ezeiza para jugar en la Liga Profesional, vistiendo la camiseta de Gimnasia de La Plata: "Me genera felicidad lo de Alexis Domínguez, tengo una lista de todos esos chicos que estuvieron conmigo y saltaron a primera. No le corto a nadie la carrera, el club transfirió a un jugador después de mucho tiempo, le puede ingresar un dinero. Me pone feliz por el chico porque pasó a la Liga Profesional. Están más cerca de la liga, si siguen rompiéndose el alma van a llegar. Me pone feliz por el pampa que es un pibe bárbaro. Lo bueno es que todos los que llegaron a primera nunca se olvidan de uno. No hay un mango, está todo muy difícil y tienen que mirar para el ascenso que es algo muy bueno. Me pone feliz por los chicos. Ellos saben que en cualquier momento pueden pegar el salto, ojalá que la liga siga mirando para abajo porque seguramente van a encontrar jugadores de muy buen nivel".

Para finalizar, Aníbal comentó que tiene el sueño pendiente de poder dirigir en la máxima categoría del fútbol argentino: "Es una ilusión pegar el salto a Primera División. Tuve la suerte como ayudante de Pepe Romero. Pasé de la B Metropolitana, al Nacional B y de ahí a primera. Ahora ya pasé de la B al Nacional B, y si las cosas siguen saliendo puede pasar. Lo más importante es que reconozcan el laburo, si se puede jugar en primera sería algo maravilloso, pero que me recuerden es lo más importante".