jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº1968

Gremiales | 14 jul 2021

MERCADO DEL TRABAJO

La CTA y la OIT lanzan un proyecto para luchar contra la informalidad laboral

La central obrera y la Oficina de Actividades para los Trabajadores de la entidad internacional presentaron esta semana la iniciativa, que busca formalizar a miles de trabajadores. Un trabajo afirma que hay un millón de informales en la zona del AMBA.


La CTA Autónoma lanzó junto a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) un proyecto para el fortalecimiento de la transición de la economía informal a la formalidad. El objetivo es avanzar en la “formalización del trabajo y en estrategias de organización sindical de la población desprotegida”. “Se trata del pasaje de la invisibilidad a la visibilidad, de la ausencia absoluta de derechos a derechos plenos”, sostuvo en la presentación del plan Ricardo Peidro, secretario general de la central obrera.

 

El denominado “Proyecto para el fortalecimiento de la transición de la economía informal a la formalidad” se desarrollará en la Argentina durante el segundo semestre de 2021 y abarcará cuatro bloques geográficos: AMBA, zona pampeana, noroeste y noreste. Este martes fue el puntapié inicial de esta ambiciosa propuesta con el tratamiento y estudio sobre el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). La iniciativa es un esfuerzo común entre la Secretaría de Relaciones Internacionales de la CTA Autónoma y la Oficina de Actividades para los Trabajadores (ACTRAV), que es el principal vínculo entre la OIT. Durante la jornada se presentó el estudio “La informalidad en el Área Metropolitana de Buenos Aires (2019-2020). Un análisis en contexto de pandemia”, donde se indicó que hay más de tres millones de personas en esta región, que incluye a la ciudad de Buenos Aires y 40 municipios bonaerenses, que están desprotegidas, de las cuales un millón tienen entre 18 y 29 años. El objetivo es que todos los cuadros sindicales tengan esta información para transformar esta realidad, es decir poner en agenda pública la formalización de este universo desprotegido de derechos.

 

La apertura del encuentro estuvo a cargo del titular de la CTA Autónoma, Ricardo Peidro, quien agradeció “a la OIT y ACTRAV por este apoyo a la formación y organización para avanzar de la informalidad a la formalidad” ya que esta situación “atraviesa toda nuestra clase y las tres centrales estamos abocadas a su resolución”. A la vez aseveró que “se trata del pasaje de la invisibilidad a la visibilidad, de la ausencia absoluta de derechos a derechos plenos y en ese camino se juega la propia vida digna de millones”. El dirigente manifestó que “esta informalidad no es inocente, sino que tiene dos objetivos: El primero, generar transferencia de recursos, de riquezas de las y los trabajadores a los sectores concentrados; el segundo, desorganizar y des-sindicalizar a la clase”. Y concluyó que “en esta pandemia los trabajadores fueron considerados esenciales en su trabajo pero no en sus derechos”.

 

Por su parte, el secretario de Relaciones Internacionales, Adolfo Aguirre, calificó esta tarea como “compleja pero necesaria para desarrollar un plan de trabajo porque son muchísimas las compañeras y compañeros que están en una situación de informalidad y la respuesta de las organizaciones ha sido interesante para poner en la agenda pública actual el presente y el futuro del trabajo”.

 

Durante la jornada, la socióloga Sonia Balza, integrante del Instituto de Estudios y Formación (IDEP), presentó el estudio y subrayó “la importancia de su análisis ya que la informalidad laboral en Argentina radica en el peso creciente que este fenómeno tiene en las relaciones laborales y en sus implicancias sobre la pauperización de buena parte de nuestra población”. Balza proporcionó un dato alarmante sobre la desocupación en el AMBA: “En lo que hace al universo de la población asalariada, el año 2020 representó una pérdida de puestos de trabajo del 12,3 por ciento. Sin embargo, el impacto sobre el empleo no registrado fue considerablemente mayor que aquel que pesó sobre la población protegida. La caída del empleo precario fue del 26,5 por ciento, mientras que en el empleo protegido llegó al 5 por ciento. Esta tendencia desigual empeora todavía más para las mujeres. Dentro del empleo femenino la caída fue del 11,5 por ciento pero entre las precarizadas superó el 28 por ciento”.

Leer más: Lo que deja la pandemia: en 2020, unos 4 millones de argentinos perdieron su trabajo

 

Para Maribel Batista, especialista de ACTRAV para el Cono Sur “es muy valioso el lanzamiento de este estudio de AMBA que está llevando a cabo la CTA Autónoma, un trabajo del movimiento sindical argentino para posicionar el tema de la transición hacia la formalidad en este proceso de autorreforma en las Américas con la coordinación de la CSA (Confederación Sindical de las Américas) en momentos en que el Covid-19 ha demostrado el déficit en los sistema de protección y ha exacerbado los niveles de informalidad”.

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