Gremiales | 30 jun 2021
CRISIS SANITARIA
Protestas de Sanidad: qué hay detrás de la puja distributiva en la salud privada
Esta semana los trabajadores de clínicas y sanatorios realizarán paros por turnos por la falta de oferta salarial para este año. Las empresas dicen que están “al borde del colapso”, y le “tiran la pelota” a las prepagas, que presionan por suba de cuotas.
Por: Diego Lanese
Este jueves y viernes, los trabajadores de la Sanidad realizarán paros por turno para reclamar que las empresas del sector concreten un aumento salarial, en el marco de la paritaria del 2021. Luego de al menos dos encuentros frustrados, la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad (FATSA) lanzó un plan de lucha para reclamar por la suba salarial, y denunció que la cámara que nuclea a los establecimientos sanitarios intenta “suspender” la negociación salarial. De hecho, la Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS) le pidió formalmente al ministro Claudio Moroni que suspenda la discusión, ante lo “imposibilidad” de hacer frente a los incrementos. En el sector afirman que existe una puja por los recursos de un sector que mueve millones, y que una posible reforma del sistema de salud podría poner a disposición del Estado. Las prepagas se suman a la ofensiva por lograr subas de cuotas.
En plena pandemia, el paro de los trabajadores de clínicas y sanatorios preocupa en la Casa Rosada, que ven con alarma cómo se tensa la discusión. Las partes no lograron avances del jueves pasado, por lo cual se anunció el plan de lucha para esta semana, con los paros por cuatro horas por turnos para este jueves y viernes. “Los míos ponen el cuerpo y muchos pusieron la vida. Están estresados, cansados y sin vacaciones. Desde ya estamos recargados de tareas. Así que no hay ninguna justificación para que no tengamos aumentos”, le dijo a Política del Sur el titular de ATSA Zona Sur, Sergio Oyhamburú. La decisión de parar sigue en pie, aunque algunos esperan una movida de la cartera laboral para evitarlo.
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En FAPS insisten en la necesidad de “aumentar el valor de las prestaciones” para afrontar este incremento, que según el gremio ronda el 45 por ciento. La entidad –creada en diciembre del 2020 para potenciar la postura de los establecimientos privados –busca consenso en todo el sistema para salir de esta encrucijada, para lo cual realizará hoy miércoles un encuentro virtual con prestadores de todo el país. Las clínicas le apuntan a las obras sociales y a las entidades estatales, en especial el PAMI, para que “solventen” este incremento. También a las prepagas, aunque en ese caso hay intereses cruzados: muchas de estas empresas son dueñas de sus clínicas. Por eso, buscan una alianza estratégica para frenar el avance sindical.
Informe interno
Por estas horas, el sector hizo circular un informe que analiza la estructura de la salud privada, y busca fomentar el argumento de las empresas de no poder dar el aumento que reclama Sanidad. Incluso habla de un inminente “colapso”, y se suma al pedido de prepagas de aumentar cuotas, para poner encadenar el incremento de prestaciones y así el pago de salarios. Con la firma del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), este trabajo asegura alerta que “en un contexto en el que el Covid-19 no cede, resulta extremadamente riesgoso activar ese conflicto (el sindical) y simultáneamente plantear una reforma del sistema de salud que es totalmente inconsistente”. El análisis asegura que “desde que asumió el gobierno de Alberto Fernández en diciembre de 2019, las cuotas de las prepagas se actualizaron 26 por ciento, mientras que los salarios aumentaron 63 por ciento y la inflación acumulada, medida por el INDEC, fue de 71 por ciento desde que asumió el Frente de Todos”.
“Seguramente el gobierno busca, como con el resto de los controles de precios, morigerar las presiones inflacionarias y eludir la antipática decisión de reconocer aumentos que impactan en el presupuesto de las familias. Pero generar semejante desfase de precios, en el particular contexto de la pandemia, es extremadamente riesgoso”, afirmó el informe, al que tuvo acceso Política del Sur. Estos datos, asegura IDESA, “muestran que las autorizaciones de ajuste de cuotas a las prepagas, que luego se traducen en aumento de aranceles para los prestadores médicos privados, han ido muy por detrás de los salarios que los prestadores deben pagarles a sus trabajadores y de la inflación”. Esta situación, afirman, se empeoró con la situación de pandemia, y el aumento de internados por coronavirus, y que la capacidad instalada “de piso normal (que representa el 80 por ciento de la actividad médica) está subutilizada por los protocolos para la prevención del Covid-19”.