

El Gobierno Nacional anunció un nuevo esquema exportador de carne que suspende la exportación de 12 cortes populares de carne con el fin de fomentar el mercado interno y evitar que continúen las exorbitantes subas.
En este marco, el titular de Consumidores Libres, Héctor Polino, celebró la medida y sostuvo: “esperamos que frenen los aumentos y se elimine el precio dólar de la carne”.
La nueva norma anunciada este miércoles a través del Boletín Oficial, establece hasta el 31 de agosto, pero con posibilidad de extensión hasta el 31 de diciembre, la suspensión de la exportación de: reses enteras, medias reses, cuarto delantero y trasero con hueso; medias reses incompletas con hueso, asado con o sin hueso, falda, matambre, tapa de asado, cuadrada, paleta y vacío.
A su vez, determina que los cortes no incorporados en la suspensión podrán exportarse hasta alcanzar un cupo mensual del 50 por ciento del promedio mensual del total de las toneladas de productos de carne bovina exportados entre julio y diciembre del año pasado.
Con este nuevo modelo de exportación, el Gobierno busca fomentar el mercado interno y evitar las subas de la carne vacuna que actualmente se comercializa en el país “a precio dólar”.
“Esperamos que contribuya a frenar los aumentos desmedidos que se vienen produciendo en el precio de la carne y es una forma de desacoplar los precios del mercado interno de los que rigen en el mercado internacional. Se eliminaría el precio del dólar porque el consumidor argentino no percibe los salarios en dólares, en consecuencia no puede ser que los precios del mercado interno están influenciados por la variación del tipo de cambio”, sostuvo Polino.
En diálogo con Política del Sur, el titular de Consumidores Libres, sostuvo que aunque “el objetivo de la medida es bueno”, lo importante será que “no solo se vendan los 12 cortes pautados en supermercados y que haya un control de los precios por parte de un ente regulador”.
“Un conjunto de funcionarios de la Secretaría de Comercio Interior es absolutamente insuficiente para controlar lo que pasa en un supermercado, en una carnicería barrial o del interior. Tiene que haber un mayor grado de compromiso e involucramiento de los gobiernos municipales en el control de los precios”, advirtió Polino.
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De acuerdo con Polino, en los últimos 20 años, el consumo de carne pasó de ser de 75 kilos por año y por persona a 42 kilos y medio. En diálogo con este medio, el titular de Consumidores Libres señaló que el marcado descenso en el consumo de carne no se debe a que “todos se hicieron vegetarianos” sino a los “altísimos precios del mercado externo”.
“Los precios actuales hacen inaccesible poder comprar con los ingresos de la población argentina, por eso consideramos que el objetivo de la medida es positivo, pero veremos en la práctica como realmente se instrumenta”, apuntó Polino.