Por: Federico Cedarri

Las escaramuzas abundan en la alianza opositora de cara al turno legislativo de 2021, fundamentalmente en lo que concierne a las diferentes posiciones que surgen en el armado con la mirada puesta en las PASO de septiembre.

En ese esquema, mientras desde el PRO son partidarios de realizar una interna que opere en carácter de ordenadora y también, porque no decirlo, contribuya a enmendar las disidencias entre los dos grupos que ostentan el liderazgo del partido amarillo: el támdem María Eugenia Vidal- Horacio Rodríguez Larreta bendiciendo junto con los alcaldes del PRO el desembarco de Diego Santilli, mientras que del otro lado encontramos a Jorge Macri, siempre con el apoyo en las sombras de su primo ex presidente y la titular del Pro Patricia Bullrich, bregando por un candidato propio bonaerense sin injerencia alguna del bando porteño.

Sin embargo, hay otro actores que participan del convite, y que difieren en los puntos de vista, de hecho el radicalismo oficial pugna por lograr una lista de unidad y en la misma poder colar a neurólogo Facundo Manes a quién tratan de convencer con enjundia desde las huestes de Maximiliano Abad; y por el lado de la Coalición Cívica tampoco ansían inmiscuirse en rencillas interna que podría dejarle más perjuicios que beneficios: también propenden por una nómina de consenso, donde Elisa Carrió podría ocupar un lugar preponderante.

Pero hay otro actor que cobra vigor e importancia en el entramado opositor, y es el alcalde de San Isidro Gustavo Posse, que participó de la interna partidaria del radicalismo y obtuvo un importante caudal de votos que lo posiciona con fuertes ímpetus para sentarse en la mesa de discusiones.

Según explican desde el entorno del sanisidrense, su objetivo pasa por consolidar su poder en el armado de la lista seccional que elegirá senadores en este recambio legislativo.

También observa con renovado interés el proceder de dos fracciones a las que le prestará en los próximos días particular atención: el accionar del radicalismo del que se siente parte, ya que su participación en la interna de marzo lo sumerge en los vericuetos que ocurren en la estructura del partido centenario; y los pasos que concrete en las próximas jornadas Emilio Monzó.

Posse repite a quién quiera escucharlo que el radicalismo adoptó una actitud excesivamente pasiva durante el tiempo de María Eugenia Vidal y que a partir del nuevo ordenamiento del conglomerado opositor el partido de Alem debe tener un protagonismo mayúsculo: “La Argentina siempre tuvo dos partidos grandes sobre los que giraron la formación de distintos frentes, tanto el peronismos como el radicalismo debe seguir ejerciendo el liderazgo de los dos espacios mayoritarios”, exhiben ambiciosos los possistas.

En realidad, la intención de Gustavo Posse es que pueda habilitarse  una PASO que contribuya a sumar actores para fortalecer el Frente y que incluya la flexibilidadde sumar sectores que hoy no componen el armado cambiemista: “Es menester que todos los que tengamos un mínimo de coincidencias puedan competir en el proceso interno”, confiesan cerca del alcalde de San Isidro.

¿Lista conformada con el radicalismo o con Monzó?

Posse es un convencido de apuntalar a una lista que pueda competir en las internas con sello radical, pero que no quede despojada de dotarla de una impronta de espacios afines: “Gustavo todavía no decide si será parte de una lista en conjunto con el radicalismo oficial, o  si su sello Protagonismo Radical encarará un alianza con Emilio Monzó con quién mantiene buena sintonía y comparten legisladores en un mismo bloque en la legislatura, pero que todavía no han definido el trazo grueso de una alianza electoral”, explican.

Cabe aclarar que los dos tienen el 2023 como objetivo supremo y la gobernación de Buenos Aires los seduce a ambos, es por esa razón que un acuerdo macro con ese sector deberá establecer parámetros claros y de independencia con respecto al año de renovación ejecutiva.

Allegados a Gustavo Posse infirieron a PDS que en la interna deben participar vastas alternativas que permitan a la alianza opositora llegar a noviembre con las máximas posibilidades de poder ganar este turno electoral, y acotar la mayoría que el Frente de Todos ostenta tanto en la Cámara de Diputados nacional como en la provincial.

Desde el possimo sostiene  que la posibilidad de una lista única en las PASO, además de contribuir a la supresión del debate interno propicia la realización de una gran estudio de opinión que en poco contribuye  a la democracia y la pluralidad en los espacios políticos: “Desde Protagonismo Radical siempre dijimos que tenía que haber PASO, es una Ley que tiene que ser aprovechada por los partidos políticos para que la gente no sea llevada a una encuesta obligatoria donde haya candidatos únicos”, disparan.

Posse remacha a quién quiera escucharlo, en cierta sintonía con su vecino de distrito, Jorge Macri, que los candidatos deben ser bonaerenses, que conozca las problemáticas que afectan al territorio provincial: “Necesitamos que sean actores que tengan amor por la provincia”, insisten sus espadas.

Más allá de especificar la necesidad de una lista integradora que pueda contener a todas las demandas que hoy platean los ciudadanos bonaerenses, los sectores afines a Gustavo Posse insisten en la seguridad de que los candidatos deben  pertenecer a la estructura política de la provincia de Buenos Aires, en lo que parece sugerir un tiro por elevación a las apetencias de Rodríguez Larreta y el adelantado Diego Santilli: “La elección legislativa supera a lo partidario,  tenemos que trabajar para tener la mejor lista de Juntos por el Cambio pero que sea con candidatos de la provincia de Buenos Aires”, reclaman.