Por: Federico Cedarri

Pese al contexto de crecimiento de casos por coronavirus que configuran la segunda ola de la pandemia en nuestra provincia y la desesperante situación que atraviesa el sistema sanitario, desde los campamentos políticos solapadamente comienzan a esbozarse los primeros borradores para aprontar las listas que le permitan concurrir con sus mejores armas a la contienda legislativa del mes de noviembre.

En el teatro de operaciones de la provincia de Buenos Aires, Juntos por el Cambio pondría los cañones en conservar la mayoría en el Senado bonaerense donde tal preeminencia le permite un importante poder de negociación con el gobierno de Axel Kicillof.

Al no estar en juego en esta ocasión la renovación por la tercera sección electoral, desde la fuerza opositora son moderadamente optimistas en poder conservar las bancas que ponen en juego y se entusiasman con la posibilidad concreta de poder sumar alguna más, debido al desgaste que ha sufrido el peronismo en estos dos años de gobierno, jaqueado en cierto modo por una situación económica cuesta bajo.

 A favor de Juntos por el Cambio puede destacarse que las trifulcas con el Frente de Todos se dilucidarán en las secciones más benévolas electoralmente para el elenco cambiemista, lo que inquiere algún grado de certeza de que será harto difícil para el gobernador Kicillof reconquistar el Senado.

Una de las secciones estelares donde se juegan los porotos, por su enorme caudal de votos, lo constituye la primera sección electoral y acá el conglomerado opositor despunta la lapicera con la ilusión de formar una lista portentosa que le permita seguir acumulando músculo político y quizás robarle una silla al oficialismo.

En esta sección ejerce fuerte liderazgo y preponderancia el alcalde de Tres de Febrero e integrante del grupo Dorrego, Diego Valenzuela, que tendrá la potestad de reelegir a su esposa y actual senadora, Daniela Reich, también es número puesto el actual presidente del bloque del Senado, el escobarense Roberto Costa, por pedido expreso de la ex gobernadora Vidal, y otro inamovible es Gabino Tapia, alfil del intendente de Vicente López, Jorge Macri.

Más convulsionado aparece el panorama para la reelección de la senadora de Merlo, Aldana Ahumada, que responde al vidalismo, con contactos fuerte con Alex Campbell, ex subsecretario de Asuntos Municipales, pero que chocarían con las apetencias de Joaquín De la Torre y su peronismo republicano que quiere hacer pata ancha en la sección, y hasta se menciona al mismísimo ex ministro de Gobierno de Vidal para encabezar la boleta por la primera sección como preludio hacia la intención de recalar en el sillón de calle 6 en 2023.

Está pendiente la banca del radicalismo que hoy ostenta Emiliano Lasala Reparaz con importantes vínculos hacia ex titular de aquél partido, Daniel Salvador, pero que deberá pulsear con la intención de la estructura cambiemista de darle lugar en el armado al intendente de San Isidro y tenaz oponente interno al oficialismo radical, Gustavo Posse, que podría encaramar en la boleta a Alexia Curuso.

Otra importante disputa se avecina en otra fuerte sección electoral donde el cambiemismo ejerce una importante relación de fuerzas: la cuarta sección.

Con Junín como cabecera de playa, se intuye que el alcalde Pablo Petracca  respetará el acuerdo de quedar ciertamente al margen de la estructura en este turno, teniendo en cuenta que posicionó legisladores de su confianza en el cónclave de 2019 hacia la Cámara de Diputados.

En ese esquema, el radicalismo repetiría a Agustín Máspoli, referente del alcalde de Chacabuco, Victor Aiola, y al senador Leandro Blanco, mientras que Juan Fiorini y Felicitas Beccar Varela harán un nuevo intento con la venia de María Eugenia Vidal.

Entra en zona gris la posibilidad de María Laura Geloso que había ingresado en 2017 de la mano de la estructura del partido Fe que regenteaba el fallecido sindicalista de peones rurales, Gerónimo Momo Venegas, y de Emilio Monzó, hoy con escasa influencia en el armado distrital, y que de tener la posibilidad de filtrar a alguien sería partidario de proponer a su hermano, Gabriel Monzó.

Quizás pueda encontrarse un resquicio, en un hipotético acuerdo De la Torre –Randazzo- Larreta, para darle un lugar a alguien cercano al Flaco proveniente de su pago chico: Chivilcoy.

Más cómoda, aparece la cuestión en la séptima sección donde se respetarían proporcionalmente los lugares de las fuerzas que componen la alianza: los primeros lugares serían para la olavarriense Carolina Tironi, de la Coalición Cívica; Lucrecia Egger, cercana al jefe comunal de Azul, el peronista cambiemista Hernán Bertellys; y Alejandro Cellillo, ex intendente de General Alvear en representación del radicalismo.

Vuelve a removerse el avispero la quinta sección electoral donde la puja se volverá un tanto más compleja debido a la importancia supina y determinante que adquiere Mar del Plata en el trazado seccional. Trascendió que tendría serias intenciones de encabezar la boleta el nuevo titular del radicalismo, Maximiliano Abad, como una forma de darle al partido centenario el empuje  para ir por la intendencia de General Pueyrredón en 2023 o eventualmente integral alguna fórmula hacia la gobernación.

No se quedará con los brazos cruzados el intendente Guillermo Montenegro, se habla de que intentará colar en la boleta a la politóloga Johanna Panebianco, hoy diputada provincial, una cruzada del PRO que formó parte de la gestión de María Eugenia Vidal.

Si Montenegro le tuerce el brazo a Abad, el radical le dejaría su lugar a Vilma Baragiola que ha quedado varias veces en la puerta de ingresar como legisladora.

También buscaría reelegir Lucas Forini, otrora cercano a De la Torre y hoy principal armador de Unidos con Roberto Costa, con buenos vínculos con el vidalismo y también con Diego Santilli a quién le prestan su estructura en el interior provincial para desplegar sus primeros movimientos en la provincia.

El radicalismo de La Costa buscará la reelección de su representante, Flavia Delmonte, mientras que se complican la chances de Francisco Bagnato, debido a que el intendente de Tandil, Miguel Lunghi, exige un lugar para alguien de su riñón, y podría concretarse el retorno de Carlos Fernández- que caduca su mandato de diputado nacional- a un lugar que conoce y donde fue varias veces titular del bloque radical resistiendo en las peores épocas cuando la mayoría peronista arreciaba.

Todavía aparece muy temprano en el horizonte la maduración de las candidaturas, pero es bueno referenciar conceptos sobre las características que adquirirá para la fuerza opositora la batalla por las bancas en el Senado provincial, un reaseguro que le permitiría mantener la relación de fuerzas  con el oficialismo  y seguir constituyéndose en el bastión de Juntos por el Cambio en la Legislatura provincial.