Por: Diego Lanese

Hasta la mañana de ayer martes, en el país se aplicaron 1.648.957 vacunas contra el coronavirus, de casi 3 millones que se distribuyeron en todo el territorio. La llegada de dosis de China y Rusia aumentó el ritmo de vacunación, pero no logra la masividad esperada para este tiempo, a pocas semanas de que comience la etapa crítica del año. La campaña nacional apunta a tener inmunizados a los integrantes de los grupos de riesgo y los prioritarios, a la espera de la segunda ola. Ante esto, hay varias formas de aumentar la oferta de lugares donde aplicar las vacunas, entre ellos el sector privado. Detrás de esto, aseguran, existe un millonario negocio, por lo que hay fuertes presiones para que el gobierno habilite este canal.

A medida que llegan las dosis, crece la demanda de vacunas en todo el país. Las 4 millones de vacunas están siendo distribuidas, pero el ritmo de aplicación todavía es bajo. En los últimos días, laboratorios locales le acercaron al gobierno la idea de habilitar el sector privado para la adquisición y aplicación de las mismas. Se trata de una iniciativa para que las dosis recorran el mismo camino de que los medicamentos: laboratorios, droguerías y farmacias. Para eso, negocian con productores internacionales para acceder a cerca de 3 millones de dosis, para inmunizar a 1.500.000 de personas (las vacunas serías las que necesitan dos aplicaciones).

“Detrás de esto hay un gran negocio”, afirman furentes del sector farmacéuticos consultadas por Política del Sur. Es que la idea de los promotores de la propuesta es que las vacunas puedan ser compradas a precio oficial, y luego dispensadas a valor de mercado. En este sentido, las fuentes adelantaron que el valor por vacuna sería de unos 26 dólares, unos 95 millones de pesos con un dólar oficial de 95 pesos. Con impuesto llegaría a 52 dólares, es decir, unos 4.900 pesos. “Pero en el sector se habla de un valor de 7.500 pesos por dosis, es decir, 15.000 pesos para aplicar en el sector privado, ahí está el negocio”, agregó la misma fuente consultada.

En el sector de farmacias, confirman que la idea fue presentada, pero desconocen cómo están las negociaciones. Incluso, afirmaron que su propuesta para participar de la campaña de vacunación, realizada mediante una carta al presidente Alberto Fernández, sigue en pie, lo que permitiría acceder a unas 5 millones de personas. Así lo afirmaron desde la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), que hasta el momento no recibieron respuesta a su propuesta, reiterada esta semana. La COFA tiene más de 10 mil locales en su red, que cubre todo el país, y hace más de una década realiza la vacunación antigripal de manera exitosa, por lo cual quiere poner esa infraestructura a trabajar para masificar la inmunización contra el coronavirus.

Respecto a la posibilidad de montar el circuito privado, las farmacias descartaron por el momento la idea. “No hay dosis para abrir esa ventana”, aseguraron desde la entidad. Ante la consulta de Política del Sur, negaron que vayan a participar del negocio que se está pensando en torno de la vacuna. “Nuestra propuesta es para aplicar la vacuna, que es la que entrega el gobierno a las provincias. No queremos lucrar con la vacunación”, afirmaron. Los farmacéuticos que participan en la vacunación antigripal, por ejemplo, cobran un pequeño valor por la aplicación. Desde años, el sector pide que se imponga un “arancel por prestación”, es decir, que cada profesional cobre un valor fijo por la tarea de vacunar.

Hasta ahora, las señales del gobierno nacional y su Ministerio de Salud son negativas a estas propuestas. Incluso están convencidos en la necesidad de centralizar la compra de las dosis. Pero la oposición quiere abrir el juego, tanto a los gobiernos provinciales como a los sectores privados, para que puedan comprar y manejar vacunas. Esta semana, los legisladores de Juntos por el Cambio Alfredo Cornejo y Luis Petri presentaron un proyecto de ley que propone autorizar a los privados a importar y comercializar aquellas vacunas que hayan sido autorizadas por los organismos de control. El visto bueno incluye a las provincias y la Ciudad de Buenos Aires, que por ahora deben administrar las dosis que le llegan.

“Hay muchos ciudadanos que pueden hacer su parte, accediendo a las vacunas por sus propios medios, siempre dentro de la etapa que corresponda a su grupo de riesgo definido por el plan estratégico. Eso liberaría recursos y vacunas adquiridas por el Estado para que se orienten a quienes realmente las necesitan, con la garantía de que nadie que acceda a las vacunas a título privado estará saltándose el lugar que le corresponda por su grupo”, argumentaron los legisladores en el proyecto de ley, que ya fue ingresado al Congreso. Los impulsores de la iniciativa puntualizaron, incluso, en la posibilidad de que se requieran “aplicaciones temporales” de las distintas vacunas. “Es necesario ir preparando el terreno para que el Estado no sea el único responsable en el futuro para las negociaciones, adquisiciones y aplicaciones”, advirtió el exgobernador de Mendoza.