Por: Federico Cedarri

La estructura del peronismo bonaerense comienza a zamarrearse las esquirlas que pueden haberle quedado adheridas en un cuerpo desvencijado sacudido por múltiples procesos internos y que clama una renovación que pueda ponerlo en marcha, convertirlo nuevamente en un órgano activo y viril, como quizás no se lo ve desde otrora cuando ejercía el liderazgo Alberto Balestrini y mucho más lejos en el tiempo el ex gobernador Eduardo Duhalde, envuelto por estos días en el escándalo de la vacunación vip.

Y la realidad del peronismo provincial es que le cuesta encontrar liderazgos afincados en el territorio bonaerense, no logra, quizás opacado por el personalismo de Cristina Fernández que logró la particularidad de tener su base de sustento en el Conurbano bonaerense, y eso le posibilitó en cierta manera en los últimos años digitar a piacere una estructura desprovista por ahora de criterios democráticos y más propensa al dedismo.

En ese escenario, es que asoma imponente la figura del jede de los diputados nacionales peronistas, Máximo Kirchner, con la plena intención de hacerse de las huestes del sillón de calle 54, que le permita desempolvar una esquema de territorialidad que La Cámpora prepara para la batalla final del 2023.

Fue tan extremadamente tenue la batalla interna que se dio por estos meses para desplazar a  la actual conducción,  que la misma tuvo su corolario el pasado sábado en un zoom del que participaron 43 de los 48 consejeros y que votó en forma unánime el adelantamiento de los comicios internos y el anticipo de la caducidad de los mandatos actuales para el 2 de mayo del presente año.

Recordemos que el PJ provincial actualmente esta conducido por un doble comando rotativo ejercido por el alcalde de Merlo, Gustavo Menéndez, y por el de Esteban Echevarría, Fernando Gray.

El merlense que pareció en primera instancia desafiar la intención de los principales jerarcas del Conurbano bonaerense de entronizar en trámite express a Máximo, diluyó rápidamente sus intenciones y presentó bandera blanca de capitulación.

Pero quién sí está ejerciendo una resistencia activa es Fernando Gray, no solo por redes sociales con el ya famoso hashtag “yo me planto”, sino que también pasó a los hechos al impugnar en la justicia electoralla resolución, en su opinión vicioso y provisto de nulidad, que se adoptó en la reunión virtual del pasado 27 de febrero.

Pero Gray parece haber quedado solo en su reclamo y esa sensación adquiere un carácter literal: “A Fernando le soltaron la mano”, se escuchó decir en voz baja de la boca de un importante intendente del interior bonaerense que si bien proclama  a viva voz su acuerdo por la lista única encabezada por Máximo, por lo bajo despotrica contra la falta de democracia interna y con las imposiciones que “viene de arriba”.

Esta sensación es compartida por otros intendentes del interior bonaerense que prefieren por ahora esconderse en el silencio prudente esperando mejores días.

Ya pasaron las jornadas añoradas en que habían conformado un polo sustancial de poder cuando gobernaba Vidal y que se habían empoderado encabezados en aquellos tiempos por el entonces alcalde de Saavedra, Hugo Corvatta, y se sentaban en la misma mesa de negociación con atribuciones similares a la de los popes del Conurbano.

Pero está visto que siempre es más fácil despertar el debate cuando se es  oposición que cuando detentan el poder provincial, este precepto es imperecedero.

Pero volviendo a Fernando Gray, también habría comenzado a sentir por estos meses la ingratitud, inclusive de sus ahora en discusión aliados, y el pasado sábado se dio una situación a todas luces alarmantes para él. 

Su histórica aliada, su ¿ex? mano derecha, la persona que representaba sus intereses y los del distrito en la Legislatura bonaerense, la vasca Fabiana Bertino habría participado del zoom y  cometido la osadía de votar a favor del adelantamiento electoral. Ergo: Una posición contraria a la de su ¿jefe político?.

Pues bien, PDS comenzó a indagar sobre esta particularísima situación y recogió un profundo silencio del lado del alcalde de Esteban Echeverría sobre el estado de situación de tal relación política, sin embargo, todo parecería indicar que la diputada estaría por concretar su fichaje a una nueva orgánica, por lo que a partir de ahora recalaría en las filas del más entusiasta impulsor de la presencia de Máximo en el tron del PJ bonaerense: Martín Insaurralde.

Según cuentan fuentes importantes de la estructura peronista, la legisladora debe renovar su banca en este 2021, ya que había ingresado apadrinada por Gray por el sello  kircherista Unidad Ciudadana en el 2017, y ante esta intransigencia que ejerce el jefe comunal de Esteban Echeverría, seguramente le iba a resultar dificultoso poder ubicarse en los puestos a salir de la boleta del Frente de Todos en este 2021.

Por esa razón que se estaría materializando una alianza con el sector que comanda MI, que a partir de auspicio a Máximo  va a adquirir importante preponderancia a la hora de utilizar la birome partidaria para dar luz a las listas en junio próximo.

Otras fuentes que consulto PDS se muestran incrédulos y les resulta difícil de creer que Fabina Bertino pueda separarse políticamente de  Gray: “Creo que nunca Bertino va a salir del ala de Fernando”, nos dice un avezado político que los conoce a los dos.

“Por ahí es estratégico- avisa- no se olviden que en muchas votaciones por el presupuesto cuando gobernaba Vidal, Bertino no concurría a la hora de levantar la mano, y no votaba en sintonía con el grupo de los intendentes que hoy propician la lista única”.

Muchas son las versiones que cruzan el horizonte del movimiento que creó el general Perón, pero al parece lo que adquiere fuerza es que todo habría de indicar que por este tiempo hasta la más fiel ladera del Fernando Gray parecería haberlo dejado sólo en búsqueda de mejores opciones electorales.