Por: Sabrina González Flores

Vanesa Vega y Leandro Lara tienen tres hijos, un nene y dos nenas, una de ellas con discapacidad. En enero del 2019 cumplieron su sueño y compraron un terreno en el barrio La Victoria de Monte Grande, finalmente en octubre del año pasado pudieron poner una casilla para los cinco. Sin embargo esta semana fueron “desalojados a la fuerza y de manera violenta” por una familia que asegura ser la propietaria. Actualmente se encuentran en la calle y duermen en una plaza junto a sus tres chiquitos. Rogaron para que el Estado les dé una respuesta. 

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 En diálogo con Política del Sur, Vanesa relató que durante el fin de semana ella se había ido con su familia a Lomas de Zamora a cuidar a su madre, y aseguró que cuando estaban regresando una vecina la llamó para decirle que “una colectividad boliviana” le estaba vaciando la casa. 

“En el transcurso del viaje empezamos a llamar a la policía pero no hicieron nada. Llegaron los móviles a mirar nada más. La comunidad estaba con palos, nos agredieron, nos empujaron.  Nos las cosas afuera y prendieron fuego todo, nos dejaron sin nada”, relató aún angustiada la mujer. 

Según explicó Vanesa, ella y su marido adquirieron el terreno en enero del 2019, pero sin escritura “solo con un boleto de compraventa” que le proporcionó la mujer a quien le compraron la propiedad. Sin embargo, de acuerdo con Vanesa, “aparentemente el marido de la mujer revende los terrenos y le vendió el nuestro a la comunidad que nos desalojó por la fuerza y de manera violenta”, indicó. 

En esta línea, Vanesa y Leandro realizaron una denuncia en la Comisaría 1° de Monte Grande, pero según la mujer, tanto en la dependencia policial, como en el Municipio, le dijeron que el boleto de compraventa “no tiene ninguna validez legal” por lo que no le proporcionaron una solución. 

“Ahora estamos en la calle y no queremos recuperar el terreno, porque esto nos va a volver a pasar. Lo que queremos es que nos den un terreno a pagar, una casilla en otro lado, una casa del gobierno a pagar, algo tiene que haber”, imploró Vanesa. 

Tanto ella como su marido son desempleados y subsisten con la Asignación Universal por Hijo y por una pensión de Discapacidad que posee Leandro. Sin embargo, no les alcanza para afrontar un alquiler, ya que además adquirieron deudas para poder pagar el terreno y cumplir el sueño de la casa propia. 

“Nadie nos da una solución. Nos cierran la puerta en la cara. Nos sentimos desamparados, estamos a la deriva. Nosotros tuvimos que sacar préstamos para comprar ese terreno y vivir tranquilos, y ahora estamos endeudados y sin un techo. Nos quedamos sin nada, nos rompieron todo lo que pudieron romper y nos robaron las cosas. Esta gente nos arruinó la vida”, lamentó Vanesa. 

Actualmente toda la familia se encuentra en la Plaza Mitre de Monte Grande donde “duermen en una colchoneta” y realizan “fogatas para poder cocinar”. Piden que “por favor” el Estado les dé una respuesta para poder adquirir un hogar para su familia