jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº1968

Policiales | 16 feb 2021

SAQUEOS Y DESTROZOS

Piden presencia policial para una ONG que sufrió seis robos en dos meses

La asociación civil Emaús de Ministro Rivadavia padeció una ola de hechos de inseguridad que incluyeron un raid delictivo de cuatro robos consecutivos. “Queremos pedir a las autoridades que asuman la responsabilidad de la vigilancia policial nocturna", manifestó la directora.


La ONG Emaús es una asociación sin fines de lucro que lleva adelante trabajos sociales en la localidad de Ministro Rivadavia desde 1956, con una casa del Niño, una trapería, donde se recogen donaciones de ropa y muebles, y una escuela técnica donde enseñan artes y oficios. Entre los meses de diciembre y enero sufrieron una ola de seis robos.

Tras el último hecho, los directivos del organismo expresaron su tristeza a través de un comunicado para dar a conocer los casos de inseguridad que padecieron. “Es el sexto robo que sufrimos desde diciembre.  Esta vez, entre otras cosas, robaron y, lo peor de todo es que quieren robar el futuro de nuestra comunidad”, manifestó la titular de Emaús, María Cristina de Urquiaza, quien pidió también presencia policial en la zona.

“Queremos pedir a las autoridades que asuman la responsabilidad de la vigilancia policial nocturna. La escuela 8, que es nuestra vecina, también sufrió robos y destrozos y la plaza de Rivadavia amanece periódicamente con sus juegos vandalizados. Es necesario un móvil que haga la ronda en el radio que abarcan estos lugares de servicio público. Por el momento, sólo la parroquia no fue presa de los robos”, señaló De Urquiza

La saga de saqueos incluyó un raid delictivo de cuatros días consecutivos que comenzó en el centro de formación profesional donde desvalijaron, entre otras cosas, una bordadora, una impresora 3D, una janome, una estampadora, una cortadora circular, más de 40 tijeras, una abrochadora de presión con matrices de botones, hilos, agujas, cajas de herramientas, ventanas y escaleras de aluminio.

De la trapería, por su parte, donde se almacenan y reparan las donaciones que recibe la organización de la comunidad, se llevaron las baterías de dos camiones con los que Emaús va a los domicilios a buscar los donativos. La Casa del Niño tampoco fue ajena a los hurtos y los ladrones, se llevaron como botín una bomba de agua, cuatro guitarras, una máquina  para cortar fiambre, carretillas y herramientas.

Sin embargo, los inconvenientes para la ONG no solo se deben al valor de los objetos robados, sino también a la reparaciones necesarias por los destrozos causados por los delincuentes y la sensación de vulnerabilidad que queda flotando en quienes asisten día a día a cada una de las sedes.

La Comunidad, que ya lleva casi 70 años ayudando a los más vulnerables. Sostiene una escuela técnica en la que 250 alumnos cursan sus estudios secundarios en busca de su título de maestro mayor de obra; una casa del niño para casi 400 chicos de dos a cinco años y otros 150 en edad de primaria.

Además, desde el inicio de la pandemia, que obligó a pausar la actividad educativa, y para mantener su presencia comunitaria, acompañan mediante la entrega 650 bolsas semanales con los alimentos necesarios para una comida diaria para 400 personas .

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