Por: Federico Cedarri

Las distintas posibilidades que se barajan en los pasillos oficialistas sobre las decisiones en torno a la concreción, postergación o suspensión de las PASO del año 2021 comienzan a generar nuevas suspicacias, y fundamentalmente reproches desde los sectores opositores.

La provincia de Buenos Aires tiene su propia ley de internas abiertas, simultáneas y obligatoria votada por la legislatura en 2009, la cual denota una interpretación ajena a los alcances de la Ley nacional, basta recordar las controversia generadas y disputas acaecidas en el momento del debate de la norma entre el kircherismo duro que entonces acicateaba el mismísimo Néstor Kirchner con el entonces vicegobernador Alberto Balestrini, partidario de una iniciativa autónoma bonaerense sin injerencias de los enunciados que votaba por aquél entonces el Congreso Nacional.

En esa línea, cualquier modificación que se cristalice desde Nación debe contar con la ratificación o rectificación provincial, es por esto que desde las usinas del Ejecutivo provincial están atentos a cualquier definición que por estos días resuelvan desde el gobierno nacional, fundamentalmente el eje tripartito que componen Alberto Fernández, Sergio Massa y Máximo Kirchner.

La posibilidad más concreta en estos momentos y que genera más adhesiones en el oficialismo apunta a prorrogar las PASO al mes de setiembre, en cierta manera porque se presume que para ese mes del año habrá avanzado fuerte la campaña de vacunación, caballito de batalla de la gestión provincial, y en el mismo sentido la población pueda percibir en sus bolsillos una ligera mejora en los índices económicos a partir de la inminente suba del piso del impuesto a las  ganancias y los nuevos sueldos que comenzarán a percibir la mayoría de los sectores de la economía tras los acuerdos paritarios.

Ese razonamiento oficialista cuenta con un talón de Aquiles que puede convertirse en un boomerang: que no pueda mantenerse a rajatabla la pauta inflacionaria que estiman en cercana al 35% contra todos los pronósticos privados que la llevan a cerca del 50%..

Todas estas especulaciones van fomentando discrepancias en los distintos espacios políticos sobre cómo afrontar el calendario electoral, en ese sentido PDS conversó con el senador del Frente de Todos, Francisco Paco Durañona, que sostuvo su convicción de que  las cuestiones electorales “deben discutirse en años donde no hay elecciones”.

“En este sentido- continuó- y dado lo extraordinario a nivel mundial de la pandemia, y que las aglomeraciones de personas configuran un riesgo cierto de multiplicación de contagios, es más que razonable que se esté trabajando en la adaptación de las PASO y las elecciones al escenario que nos toca”.

Durañona vuelve a traer a colación lo que esgrimíamos anteriormente referente a la particularidad que presenta la normativa en territorio bonaerense: “Para la provincia de Buenos Aires, cualquier modificación del esquema electoral deberá ser consensuado con la oposición, dada la conformación actual de la Legislatura”.

Por último, insistió con la  posición del Frente de Todos al respecto: “Nuestra intención es cuidarnos y trabajar en todo lo que sea necesario para ello”.

Por su parte, desde el campamento opositor, el senador y presidente de la Comisión de Reforma Electoral y Política, Gabino Tapia,  también se mostró partidario de propiciar un debate  necesario entre  los distintos referentes de los espacios políticos “para  analizar y proyectar lo que resulta más conveniente de cara a las elecciones de este año”.

Posteriormente fue concreto en relación  a la posible postergación de las  PASO: “Con respecto a esa cuestión,  vengo sosteniendo que soy de la idea que es necesario hacer una modificación profunda en el sistema electoral, donde la necesidad o no de las PASO es uno de los puntos a debatir”.

Sin embargo, estimó que también “hay muchos otros temas a discutir como lo son la implementación de la Boleta Única de papel para ahorra en los costos, el desdoblamiento de las elecciones en provincia de Buenos Aires, el debate previo, la ficha limpia, y porque no, evaluar también la división de partidos y secciones electorales”.

Por último, Tapia dejó sentado su criterio sobre lo que persigue  el oficialismo en relación a la alteración del calendario de votación del 2021: “Claramente la iniciativa del oficialismo tiene un único objetivo, que es puramente electoral y cortoplacista”.