El Granate no pudo en el Mario Alberto Kempes y la decepción fue total, tanto para hinchas, futbolistas y cuerpo técnico. Tal es así que en la conferencia de prensa post partido, Luis Zubeldia brindó sus sensaciones: “Deseábamos ganar, para nosotros esto es insuficiente. Estas oportunidades no se dan siempre, queríamos aprovecharla. Sabemos que alegramos o entristecemos a muchas personas, nos ha ganado un rival difícil que estuvo mejor que nosotros. Hicimos mucho esfuerzo y lamentamos no poder llevar la copa”.
Asimismo, confió: “Yo creo que la virtud de este equipo fue jugar para los dos delanteros, y hoy nos trabaron muy bien esos circuitos. Es una final y sabíamos que iban a priorizar esa cuestión. También pensábamos que podíamos hacer algo más y lamentablemente no salió”.
Sobre el esquema utilizado, analizó: “Tenemos una organización que trata de aprovechar espacios. Defensa maneja bien la pelota. Esperábamos desnivelar en los duelos 1v1 o 2v2 en bandas y ahí no tuvimos nuestro mejor partido. Así no pudimos abastecer a nuestros delanteros”.
Además, expresó: “Burdisso es un jugador de experiencia y ha ganado títulos. Eso es importante, cuando le ha tocado jugar ha tenido buenos rendimientos. Eso no significa que Matías Pérez no esté a la altura, simplemente me incliné por Burdisso”, en relación a la inclusión del zaguero central a último momento.
Por último, concluyó: "Nos ganó un rival difícil que estuvo mejor que nosotros, pero no podemos reprocharle nada a los futbolistas porque trataron de hacer lo mejor. Lamentamos no poder llevarles la copa a los hinchas".
La realidad es que había mucha ilusión por parte del pueblo granate para alzarse con el trofeo. En caso de haber obtenido la Copa Sudamericana, la institución del sur del Gran Buenos Aires hubiera igualado a Boca y a Independiente como máximos ganadores de la competencia, dado que Lanús ya se había coronado en la edición 2013.
De todas maneras, a pesar de haber perdido la final para el granate es productivo lo hecho en los últimos años. Disputó su quinta final internacional en siete años y eso se lo debe a un proyecto integral abocado en las divisiones inferiores.
Para encontrarle la lógica a cómo un club de los denominados chicos logra sostener su protagonismo en tantos años hay que ver algunos datos: en una época de poca paciencia con los entrenadores, Lanús tuvo cuatro entrenadores en casi una década. Desde los Mellizos Barros Schelotto hasta esta segunda etapa de Luis Zubeldía.
En 2017, cuando Lanús fue subcampeón de América, llegaba a esa instancia luego de un largo año y de haber sido campeón tres veces en ocho meses, ganándole finales a San Lorenzo, Racing y River (sin recibir goles en ninguna de las tres). El Granate repitió 10 de 11 nombres teniendo en cuenta el debut, en marzo, ante Nacional de Uruguay, y en la final, en noviembre, ante Gremio. Sólo hubo una ausencia por suspensión.
Es que la dirigencia, al contrario de lo que se pueda creer en cuanto a gastar dinero en incorporaciones, prefirió usarlo para mantener un plantel que venía de ser campeón, con lo costoso que eso representa (renovaciones, mejoras contractuales, competencia contra equipos que vienen a buscar figuras).
Por todo esto se desprende, que el proyecto de Lanús continuará. De los once futbolistas que ayer salieron al campo de juego, seis son surgidos de las divisiones inferiores (Lautaro Morales, Braian Aguirre, Alexandro Bernabei, Pedro De La Vega, Tomás Belmonte, Lucas Vera). Además, Franco Orozco y Facundo Pérez (ingresados en el segundo tiempo) también son producto de la cantera.
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