Por: Leonel Manganielo

Los sectores del campo nucleados en La Mesa de Enlace anunciaron un paro de 72 horas a partir del próximo lunes, luego de que el gobierno nacional decretara la suspensión de la exportación de maíz cuya fecha de embarque sea anterior al primero de marzo. La medida de fuerza fue acompañada por la oposición y generó rechazo por parte del oficialismo.

“Es inadmisible que intenten presionar a un gobierno que simplemente lo que está tratando de hacer es garantizar el alimento para el pueblo argentino”, sentenció la senadora bonaerense por el Frente de Todos María Reigada y afirmó que desde el sector agropecuario “siguen especulando, guardan sus cosechas el tiempo que estiman conveniente para poder vender exportarla en el momento que está más alto y presionan para generar devaluación y por lo tanto tener más ganancias”

En esa sintonía, en charla con Política del Sur, enfatizó que “ahora que solamente se le está pidiendo que un 10 por ciento de la posible exportación se comercialice dentro de nuestro país se niegan a hacerlo” y subrayó que “siempre están tratando de imponer lo que a ellos les conviene y no le que le conviene al país y al pueblo argentino”.

“Se escudan en el trabajo que realiza el personal o en pequeños productores que necesitan de las grandes empresas para poder exportar, siempre están especulando y están sacando la mejor tajada a costa de los demás, esto es histórico, la Sociedad Rural también fue defensora de la dictadura criminal en nuestro país”, disparó la legisladora y dirigente de Suteba.

Además, se refirió a la posición de Juntos por el Cambio que rechazó la medida del gobierno y sostuvo que “al igual que cuando pasó lo de la 125, hay sectores políticos que prefieren ponerse en lugar de oposición en lugar de ver que es lo más justo para el país”.

Alimentos

En esa línea, defendió el trabajo del Gobierno nacional y provincial en materia de alimentación. Una de las primeras campañas que llevó adelante el ejecutivo fue el programa Argentina Contra el Hambre y la senadora subrayó que “durante la pandemia se siguió trabajando sobre ese eje y en la Provincia se triplicaron los servicios del SAE y se le llevó alimentos a más familias de las que se tenía pensada para el comedor escolar”.

“Además llegaron alimentos de otras formas, tuvimos el ejército cocinando en los barrios para poder distribuir comida caliente, pero también vimos cómo subió el valor de los alimentos y eso también es producto de los que son formadores de precios, quienes no respetan las situaciones que se están viviendo y en lugar de aportar siempre sacan ganancia a pesar de los costos para un sector mayoritario de la población”, recalcó.

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Comunicado

Reigada suscribió también a un comunicado del espacio Producción y Trabajo, integrado por distintos gremios, cámaras, federaciones y asociaciones y que apoyaron la medida “que  tiene por objeto asegurar el abastecimiento a costos más bajos del cereal, para los sectores que lo utilizan como materia prima en la producción de carne de cerdo, pollo, huevos, leche, feedlot y molinería”.

Allí también se sostiene que “esto provocó una desmedida reacción” y que “esta suspensión de exportaciones, sólo alcanza al 10 por ciento de la cosecha 2019/2020, es decir que ya se exportó el 90 por ciento de lo previsto”.

“Rechazamos en forma terminante los argumentos de la Mesa de Enlace afirmando que la restricción planteada es perjudicial para el campo, cuando lo hace en el marco de cosechas récord de maíz (50 millones de toneladas en 2019/20 y una cifra similar para la esperada 2020/21) y precios récord en los mercados (un aumento de más del 100% del grano a lo largo de 2020 en la Bolsa de Comercio de Rosario) sin un correlato similar de costos. Aferrados al dogma del “Libre Mercado” plantean un daño irreparable a la confianza de los productores, ya que señalan que el mercado del maíz, a partir de ahora puede intervenir en cualquier momento y por otro lado expresan su preocupación por no haber sido consultados, agitando el fantasma del Intervencionismo del Estado”, añade el comunicado.

Además, la carta denuncia que "el desabastecimiento y los sobreprecios exigidos para la provisión local están poniendo en clara evidencia la existencia de maniobras especulativas y operaciones ilegales de exportaciones y cambiarias que deben ser debidamente investigadas”.

“Tal como ocurrió en 2008, no es casual que esta polémica vuelva a abrirse en un momento de altos precios internacionales. El dilema en juego es el de un país para pocos o, el que aspiramos y necesitamos, el de producción y trabajo para todos”, cierra el comunicado.