Por: Diego Lanese

Luego de una audiencia en la delegación local del Ministerio de Trabajo, se dio marcha atrás con los despidos en la cadena Garbarino, que había cesanteado a 23 empleados, como represaría por las protestas realizadas en diciembre del 2020 en reclamos de mejoras salariales y laborales. La decisión se tomó a pedidos de los representantes del Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio Zona Oeste (SEOCA), que denunciaron “persecución” por parte de la firma, ya que los despidos fueron la respuesta a las movilizaciones que se hicieron a los locales de la firma en la región.

El 23 d diciembre pasado, los empleados de Garbarino y el SEOCA realizaron manifestaciones en los locales de electrodomésticos de las localidades de Gregorio de Laferrere, Morón Centro, Merlo y Morón Plaza Oeste. El reclamo apuntó al pago de un bono de fin de año, además de una nueva liquidación de aguinaldo del segundo semestre, que fue pagado a la baja. Además, otras irregularidades denunciadas fueron “falta de recibos de sueldos mes noviembre, falta de aportes a la seguridad social que bloquea las prestaciones de ANSES y el acceso a la obra social, falta de entrega de ropa de trabajo”.

No solo la empresa no respondió a los pedidos, sino que esta semana despidió a 23 empleados, que según pudo saber Política del Sur tienen actividad sindical y son referencia del SEOCA. Ante esta situación, el gremio que conduce Julio Rubén Ledesma denunció persecución y realizó una presentación ante el Ministerio de Trabajo, que llamó a una audiencia, donde se dictó la conciliación obligatoria por 15 días, obligando am la firma a reincorporar a los despedidos.

Pese al triunfo transitoria, el gremio mantiene sus exigencias respecto de las condiciones laborales de los trabajadores de la empresa. Por eso, además de lograr la reincorporación, se abrió una mesa de negociación entre la empresa y el sindicato sobre los temas que motivaron las medidas de fuerza.  Fuentes cercanas al conflicto le explicaron a Política del Sur que en estos días en algunos locales se logró reincorporar a los despedidos, pero hay “clima de tensión”.  En las redes sociales, empleados le apuntaron al presidente de la compañía, Carlos Rosales, que se quedó este año con la mayor parte de las acciones de Garbarino.

No es el primero conflicto de la zona oeste en el sector mercantil. De manera muy similar, en la zona supermercados Coto despidió a 26 trabajadores por haber participado de las asambleas con las que el SEOCA reclamó un bono en reconocimiento por la tarea esencial que brindaron. De igual forma, la medida quedó en suspenso por la conciliación obligatoria que dictó el Ministerio de Trabajo. Además, SEOCA le reclama a Coto que incorpore a planta a los trabajadores tercerizados que cumplen tareas permanentes, que liquide los francos según estipula la ley y que actualice el monto que le corresponde a cada trabajador en concepto de descuento para compra, congelado en apenas 37 pesos.