

A casi un mes del ataque del cual sobrevivió de milagro, Vanesa Coronel sigue internada y, pese a que se encuentra estable, su estado de salud continua delicado a raíz de una herida de bala en la cabeza. Mientras tanto, su pareja, acusado de ser el autor de la brutal agresión ocurrida en Rafael Calzada, permanece prófugo de la Justicia.
“No puedo creer como es que no lo pueden atrapar y no se sabe nada de él. Alguien lo está cubriendo”, manifestó la mamá de la víctima, Mirta Noemí Coronel, indignada por la falta de novedades sobre el paradero de Carlos Enrique Juarez (51), el hombre buscado por “tentativa de homicidio”.
Se trata de un sujeto con amplio prontuario delictivo, que había recuperado la libertad en agosto pasada, tras cumplir una condena en la Unidad 42 de Florencio Varela. Entre otros antecedentes, el fugitivo cuenta con imputaciones por “portación de arma de uso civil”, “robo simple”, “homicidio simple” y “homicidio en concurso real con homicidio en grado de tentativa”.
A pesar de que el estado de salud de Coronel mejoró un poco tras varios días en terapia intensiva en los que peleo por su vida después de una operación en el Hospital Néstor Kirchner de Florencio Varela, sigue muy delicada. Así lo estimó su madre, que en dialogó con Política del Sur afirmó que “ahora está en terapia intermedia, se puede decir que mejor, porque casi se murió, pero sigue sin poder hablar y está delicada”.
El día del ataque, el 5 de diciembre pasado, cerca de las 6 de la madrugada, fue el mismo Juárez quien la abandonó en la guardia del Hospital Oñativia de Rafael Calzada, antes de escapar a bordo de su auto Ford Fiesta color gris. Minutos después de la fuga, le confesó la autoría de la agresión a su hermano, quien se o reconoció a la Policía.
Coronel había comenzado una relación de pareja hacía tres meses con Juárez, en los cuales, sospechan, que no habrían faltado los episodios de violencia y que los celos de él habrían desencadenado la violenta disución en el interior de la vivienda ubicada sobre Río Negro al 3100 que terminó de la peor manera. “Ella no se podía comunicar conmigo porque él le había roto el celular por celos”, confirmó Mirta.
“Estamos muy disconformes con la investigación, por la falta de novedades y por la falta de comunicación que tienen con nosotros. De la Fiscalía dijeron que nos iban a llamar, pero nunca lo hicieron”, señaló a modo de concusión.