La muerte de Diego Armando Maradona sigue generando homenajes y recuerdos en todo el mundo, marcando el impacto global de su figura. En el país, todas las hinchas lo recuerdan, en especial aquellos que tuvieron el privilegio de verlo vestir su camiseta, como jugador o técnico. En el caso de Gimnasia y Esgrima de La Plata, su último club, el cariño y el dolor se hace sentir doblemente. “Gimnasia le permitió disfrutar del fútbol a Diego, le permitió el tributo popular en cada tribuna a la que fue. Ese afecto le conmovía el alma, lo necesitaba”, recordó Ricardo Salas, ex dirigente y secretario de Prensa del club platense. “La pandemia nos afectó a todos por igual, no creo que Maradona haya sido la excepción a la regla. Él quería tocar la pelota, sentir el olor a pasto, estar con el equipo”, sostuvo.

Salas hizo un emotivo homenaje a Maradona en el programa radial de Política del Sur, y recordó al astro del fútbol mundial. “Lo primero que recuerdo de Diego es su humildad, era capaz de hablar con cualquier ser humano que se le acerque. Tenía una generosidad abrumadora con todos”, remarcó. Además, Sala dijo que “Maradona dependía de su estado de humor como cualquiera de nosotros. Era capaz de manifestar sus convicciones políticas y sus ideales en una charla a fondo”.

Sobre su recuerdo y vivencia personal con el 10, Salas remarcó que “lo conocí en Estancia Chica, cuando se le acondicionó un carrito de golf para manejar por el predio. Cuando lo vi me paralicé, cuando me saludó quedé en shock”. “Había que multiplicar por 20 el personal de seguridad porque Maradona venía con operaciones de la rodilla y le costaba moverse con facilidad”, agregó. En esos días iniciales, Maradona “revolucionó La Plata, a tal punto de que el hincha de Estudiantes me pedía fotos con Diego. El mejor recuerdo del Diego es dentro de una cancha”.

Sala aseguró que el día que falleció Maradona “la ciudad se paralizó, las calles estaban en silencio. Maradona excedía ampliamente la picardía de barrio entre Estudiantes y Gimnasia”. “Diego vivía y respiraba la cercanía con su Pueblo, un Pueblo que lo amaba. La gente corría a la par del colectivo y Diego pedía que el micro vaya más despacio”, concluyó Salas.