La Justicia de Lomas de Zamora ratificó en segunda instancia la prisión preventiva para la pareja detenida por el crimen de Fernando Marino, el repartidor de Mercado Libre asesinado por motochorros el 27 de julio mientras hacía una entrega en la localidad Adrogué.

La Cámara de Apelaciones del Departamento Judicial lomense desestimó la apelación de la defensa y confirmó la medida dictada en agosto pasado por el juez de Garantías 8, Gabriel Vitale, a raíz del pedido de la fiscal de la causa a cargo de la UFI 6, Gerardo Mohoraz.

De esta manera, salvo por un giro inesperado de la investigación, los imputados por el homicidio llegaran al juicio oral en condición de detenidos. Se trata de Mauro Sebastián García, de 25 años, y Johanna Anabella Quevedo, de 29, ambos acusados de “homicidio calificado criminis causae,  robo calificado por el empleo de arma de fuego  y tenencia ilegal de arma de guerra”.

Sus capturas se concretaron el 29 de julio en Burzaco, luego de una serie de allanamientos en los que secuestraron una pistola Browning calibre 9 milímetros cargada y con la numeración suprimida y dos motos azules, una Honda 300 y otra Brava Altino 150, mientras que la moto utilizada en el hecho había sido hallada quemada en Malvinas Argentinas. El vehiculo tenía pedido de captura desde diciembre de 2019.

Según indicaron las fuentes a Política del Sur, el chaleco incautado era similar al que portaba uno de los dos “motochorros” que quedaron registrados en una cámara de seguridad.

De acuerdo a lo informado a este medio, los imputados fueron señalados por un testigo, por lo que los investigadores comenzaron a realizar un seguimiento de sus cuentas de Facebook, que fueron cerradas en las últimas horas y en las que previamente habían borrado fotos.

Según la acusación, el 27 de julio pasado, al mediodía, los dos imputados en una moto interceptaron con fines de robo a Fernando Marino, un repartidor de Mercado Libre, en Italia, entre Rosales y General Paz, en Adrogué.

Los delincuentes le dispararon a Marino, que conducía una Renault Kangoo, cuando se movilizaba a baja velocidad, ya que estaba buscando un domicilio en proximidades de la calle Italia y Bouchard, donde aparentemente tenía que entregar un producto.

En esas circunstancias, se le pusieron a la par y lo amenazaron con armas, con intenciones de robo.

Se cree que en ese momento, Marino realizó una maniobra brusca ante el susto por la amenaza y uno de los delincuentes le disparó. La víctima fue trasladada en un móvil policial al hospital Lucio Meléndez, donde finalmente falleció como consecuencia del disparo.