Un efectivo de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires será Juzgado por la Justicia de Lomas de Zamora acusado de asesinar por la espalda a Juan Francisco Romero, un joven al que habría confundido con unos ladrones que habían entrado a robar a su casa en construcción de la localidad de Longchamps, en julio pasado.

“Estamos esperando que este tipo vaya preso”, señaló a Política del Sur Mariela Elisa Herrera, hermana de la víctima, quien afirmó que esperan la pena de prisión perpetua para Marcos Esteban. “Queremos que le den perpetua, porque mató a mi hermano por nada y quiso hacer creer que era un ladrón”, afirmó.

El fiscal a cargo de la causa que investiga el caso solicitó la elevación a juicio contra el acusado, quien llegará a dicha instancia, imputado por delito de “homicidio agravado por abuso de arma de fuego”, pese a que, al principio, la caratula era de “homicidio en legítima defensa”.

Ahora resta esperar la fecha de inicio de los debates probatorios. Mientras tanto, el imputado llegará libre al banquillo de los acusados, aunque ya habría sido desafectado de la fuerza a causa de la grave denuncia de gatillo fácil en su contra.

“Mi hermano cayó con las manos en el bolsillo porque no tuvo ni tiempo a reaccionar para correr”, recordó Herrera acerca de la muerte de Romero, cuyas únicas pertenencias eran el dinero en efectivo para comprar el antibiótico y su documento. Así lo determinaron las pericias que trabajaron en la zona y descartaron la versión de Esteban.

De acuerdo a su relato, dos ladrones habían ingresado con fines de robo a su propiedad, ubicada en Las Heras, entre Castillo y Lagenheim.  Al llegar al lugar, habría visto a dos sujetos, uno de los cuales tenía un cuchillo y el otro le habría apuntado con un arma. El policía dijo que efectuó varios disparos, uno de los cuales le provocó la muerte a Romero.

“Mi hermano pasó como a tres cuadras de ahí y no tenía nada que ver con nada. No tenía arma, no tenía pólvora en las manos, nada”, manifestó su hermana.

La mañana del domingo 18 de julio, Juan Francisco Romero salió de su casa en busca de una farmacia para comprar un remedio para su hijo, que tenía fiebre. Sin embargo, jamás regresó a su hogar, debido a que fue baleado por la espalda por un efectivo de la Policía Metropolitana que lo habría confundido con un ladrón.

Los dos hombres ingresaron y comenzaron a robar los materiales de la casa, según detallaron los vecinos, por lo que el oficial se acercó hasta el lugar junto a su suegro. Al llegar, vio a los dos sujetos, uno de los cuales tenía un cuchillo y el otro le habría apuntado con un arma.

El policía dijo que les comenzó a disparar y que los ladrones huyeron. A los pocos metros Romero, se desplomó y falleció como consecuencia de un impacto de bala en la región izquierda.