Samanta Rojas, la mujer que denunció en 2017 al intendente interino de Avellaneda, Alejo Chornobroff, por hostigamiento, acoso sexual y amenazas, contó cómo habría comenzado la pesadilla.  “Fue hace siete años, yo tenía 34 y él 23, era un pibe, no pensé que fuera a llegar a tanto, no lo veía como una persona tan turbia como es hasta hoy”, relató al programa radial Política del Sur.

En diálogo con este medio, la presunta víctima recordó que cuando militaban juntos, los planteos e insinuaciones habrían sido reiterados, aunque al principio le restó importancia. “Lo tomaba como un pendejo pajero”, reconoció. No obstante, con el correr de las semanas la situación habría empeorado. “Cada vez que le decía que no, me insistía e insistía y le dije que me deje de joder”, afirmó

Según comentó Rojas, a partir de allí, Chornobroff la habría empezado a perseguir hasta su casa en Longchamps y a espiarla, lo que motivó a que realizara la denuncia correspondiente ante la Justicia. Sin embargo, su vida jamás volvió a la normalidad, a raíz de las constantes persecuciones y amedrentamientos que habría padecido desde entonces. “Me volvieron loca para que no hable e incluso apretaron a mis abogados”, aseguró y agregó: “Siento que no empatizan con nosotras, nos maltratan y quieren callarnos sea como sea”, en referencia a las altas cúpulas de la municipalidad.

 “Para mí fue un dolor enorme porque yo confiaba en ellos, milité con ellos pero no llegué a dilucidar que fueran tan oscuros, tan perversos como para cubrir lo que pasó”, manifestó indignada y pidió que “estos temas de abuso y maltrato en Avellaneda tienen que cesar”.

Aunque prefirió no referirse al respecto de si habría más denuncias contra Chornobroff, tampoco descartó esa posibilidad. Además, remarcó que “ayer salieron denuncias de acoso y violación contra el secretario de patrimonio cultural, Germán Términe”.

EL PEDIDO A LA JUNTA ELECTORAL: Remoción del cargo público a un funcionario con dos causas por violencia de género.

“Esta repercusión hace que hablen otras chicas que sufrieron lo mismo. Tengo relatos de chicas que dicen que se les ha insinuado, pero hablar no es fácil porque te tenés que comer una persecución terrible y que esta gente salga a hablar y decir que es mentira”, lamentó.

En ese marco, reiteró: “Merecemos gente que nos represente, no está porquería porque el nivel humano que tienen es bajísimo”.

Samanta Rojas presentó la denuncia en 2017, la cual es por “hostigamiento, acoso sexual y amenazas”. “Yo presenté pericias psiquiátricas, testigos, videos en (los tribunales) Lomas de Zamora”, explicó. Según consta en la denuncia, interviene en la causa la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 descetralizada de Avellaneda.

“Las veces que nos presentamos a tratar de verlo dicen que no saben dónde está. El manejo que han tenido con la causa y con el caso en sí, tanto en la justicia como en la política fue catastrófico”, se quejó la demandante.