En la última sesión ordinaria en la cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, la bancada de Juntos por el Cambio a través de su presidente Maximiliano Abad insistió sobre el planteo de retomar las sesiones presenciales, algo que ya plantearon en varias oportunidades los senadores liderados por Roberto Costa. “Veo en las y los legisladores mucha voluntad de participar, de sentar posición y defender sus proyectos, de vivir profundamente el ámbito legislativo. Estoy convencido de que avancemos al sistema presencial con excepción de aquellos que sean factor de riesgo”, manifestó el referente radical.

La postura del Frente de Todos fue mostrar resistencia e invitar a pensar qué opinan los trabajadores de la Legislatura ante esa propuesta. En ese contexto, referentes gremiales de los empleados de las Cámaras opinaron respecto a esta posibilidad. Desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) rechazan de plano la posibilidad mientras que desde la Asociación del Personal Legislativo (APL) se muestran abiertos a sesionar en un lugar alternativo a los recintos del Palacio legislativo.

“A lo largo del ASPO emitimos varios comunicados porque no se respetaba el protocolo establecido. En el afán de llevar adelante sesiones y reuniones, advertimos que eran los mismos legisladores los que actuaban sin usar barbijo o sin respetar distancias, eso pone en peligro a los trabajadores y a sus familias”, dijo Alicia Sánchez desde la junta interna de ATE a este medio. La referente gremial señaló que a esta altura la pandemia está lejos de superarse y pidió pensar en los trabajadores de la salud que están agotados. “Es tirar demasiado de la cuerda avanzar en la presencialidad, es un acto totalmente irresponsable”, aseguró Sánchez.

Según consignó, cada vez que hay sesiones se movilizan cerca de mil personas entre asesores de los despachos, informáticos, sonidistas, telefónicos, cafeteros y personal de seguridad y limpieza. En rigor, la modificación del reglamento de la Cámara alta que se aprobó dos meses después de decretada la cuarentena habilita el trabajo remoto pero no precisa cuántos legisladores debe haber presentes en el recinto.

Como acuerdo político entre las dos bancadas se resolvió que sólo ocupen sus bancas las autoridades de la Cámara, presidida por Verónica Magario, y los presidentes y vices de bloque. “De ninguna manera estamos en condiciones de volver al trabajo presencial. No vinieron a consultar cuál es nuestra opinión. Hablamos con las autoridades de la Cámara ante algún acontecimiento y cuando pusimos en alerta, respondieron ajustando las medidas”, enfatizó la gremialista.

Por otra parte, el secretario General de la Asociación de Personal Legislativo (APL), Juan Cocino, señalo que si se respetaran los protocolos de seguridad y se buscaran opciones como pasar el debate a espacios más amplios podrían volver al trabajo de modo presencial. “El criterio del gremio es respetar si hay un acuerdo político, no vamos a tener inconveniente siempre y cuando se respeten los protocolos para proteger a los trabajadores. Planteamos que puedan funcionar en otro lugar como el Teatro Argentino o el Pasaje Dardo Rocha”, manifestó Cocino.

Un dato no menor es que la reformulación del artículo 18 hace lugar al planteo opositor de buscar otro espacio alternativo para poder llevar adelante las sesiones ante “causas graves”. Otro aspecto importante es que el artículo 117 bis incorporado con los cambios señala que “la comisión de labor parlamentaria establecerá para cada sesión, la cantidad mínima de senadores y autoridades, cuya presencia será obligatoria e indispensable”.