viernes 29 de marzo de 2024 - Edición Nº1941

Policiales | 22 oct 2020

NO LOS DEJAN TRABAJAR

Taxistas de Glew denuncian robos y aprietes de “la mafia de los remises truchos”

Se trataría de un violento grupo que habrían desplazado a los conductores de taxis designados a tomar pasajeros en la vereda este de la estación de trenes de Glew y habrían tomado la zona por la fuerza. “No estamos trabajando más porque esta mafia no nos deja acercarnos más”, denunció a Política del Sur una de las víctimas.


Fernando García es un conductor de taxi con licencia para trabajar que tiene la parada designada por el municipio de Almirante Brown hace casi 10 años en la vereda este de la estación de trenes de Glew, donde debería levantar pasajeros. Sin embargo, junto a otros taxistas denuncian robos y aprietes de remiseros que habrían tomado la zona por la fuerza y que los tendrían amenazados. 

“No estamos trabajando en la estación de Glew porque esta mafia (remises truchos) no nos deja acercarnos más”, manifestó el hombre, que en diálogo con Política del Sur señaló que los cinco taxistas que antes trabajaban ahí se habrían visto obligados a retirarse por miedo. 

A pesar de las denuncias realizadas, los “tacheros” se marcharon a raíz de los reiterados hechos delictivos que habrían padecido en los últimos años como prácticas de amedrentamiento de parte de la banda que operaría en el lugar y la falta de seguridad. “Esta mafia se estableció hace tiempo y son la autoridad ahí”, afirmó y agregó: “Todo esto sucede debajo de una cámara de monitoreo municipal”. 

De acuerdo al relato de Fernando, que habría sufrido todo tipo de agresiones y hasta lo habrían amenazado de muerte con armas de fuego, todo comenzó tiempo atrás con un grupo “muy violento y bien organizado” que ocupó la estación de trenes, desplazando a punta de pistola a otros remiseros que cobraban a sus clientes una suma similar al del colectivo. 

“En ese tiempo, eran gente con autos precarios, sin licencia ni ningún permiso, pero venían a trabajar y no eran delincuentes comunes, como ahora, que se desvirtuó todo”. A partir de entonces, "la mafia de los remises truchos" habrían tomado la parada de taxis que hoy en día ya no cuenta con un cartel ni una garita. Ambas habrían sido robadas y arrebatadas por los violentos. 

Tanto Fernando como sus otros compañeros recurrieron a la Justicia e incluso a la Municipalidad en busca de una solución a una problemática que se profundizó ante la falta de acción de las autoridades. “El municipio nos hizo comprar autos de determinado modelo y color, rendir varios requisitos que llevan tiempo y plata. Cumplimos, pero no podemos trabajar”, se quejó. 

No obstante, los choferes de taxis denuncian que no son las únicas víctimas de la inseguridad y que los pasajeros desprevenidos también serían blanco fácil de los robos. “En su mayoría usan autos robados para levantar gente y aprovechan cualquier situación para robar a personas más vulnerables, como chicas jóvenes u hombres adultos”, expresó. 

Enterada de lo ocurrido, junto a otros taxistas nucleados en organizaciones sindicales estarían organizando una movilización para visibilizar el reclamo. 

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