Por: Diego Lanese

Son horas complicadas para el histórico líder mercantil Armando Cavalieri. El fallido anuncio de un acuerdo salarial para lo que queda del año se frustró cuando las cámaras empresarias faltaron a la firma la semana pasada, dejando en el aire el anuncio de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS), que mediante un comunicado oficial destacó que había logrado un convenio para llevar el salario de los trabajadores a un piso de 50 mil pesos, gracias a un incremento del 41,6 por ciento. Pero el faltazo de la dirigencia empresarial suspendió la firma, y obligó al Ministerio de Trabajo a dictar la conciliación obligatoria, para frenar cualquier tipo de protesta. Puertas adentro, seccionales y sectores opositores al dirigente levantaron la voz contra el convenio que se quiere firmar, y pusieron en duda las cifras. Esto avisa la formación de espacios que buscan hacerse espacio en la conducción del sindicato más grande del país.

El enojo por la no firma de la paritaria comenzó cuando algunos dirigentes cuestionaron la cifra anunciada. La suba del 41,6 por ciento anticipado por Cavalieri para llevar el salario inicial por encima de 50 mil pesos fue puesto en duda por el Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio y Afines zona Oeste (SEOCA), que conduce el dirigente Julio Rubén Ledesma. Mediante un documento, el SEOCA aclaró que “no estamos de acuerdo” con el acuerdo firmado por la federación, ya que considera que el aumento “equivale a un aumento del 12 por ciento”. Según explicó el texto, el aumento del 41,6 por ciento que anunció el gremio “se han considerados incrementos que fueron acordados como reajuste de loa paritaria del año pasado”, por lo tanto “no corresponde como una nueva actualización salarial terminó provocando más críticas que elogios.

Además, otros sectores salieron a negar las cifras lanzadas por la conducción del gremio mercantil, en el marco de una pelea interna que suma cada vez más actores. “Se sabía que se iba a frustrar el acuerdo, que es un mamarracho, porque a quien se lo quiere hacer firmar es uno de los sectores más castigados durante la pandemia”, sostuvo Mario Amado, referente de la agrupación opositora La Voz de Comercio. Desde este espacio se sumaron al pedido de realizar “negociación por rama”, ya que “el 70 por ciento de los trabajadores de comercio están en actividades castigadas por la pandemia”. “Era lógico que la negociación, que estuvo mal hecha y mostró la incapacidad de la FAECYS, iba a ser a la baja”, ratificó Amado, en diálogo con Política del Sur.

La fallida paritaria volvió a agitar una interna que viene creciendo en el tiempo. Cavalieri logró una nueva reelección al frente de la federación en 2018, luego de un proceso electoral plagada de denuncias cruzadas e irregularidades. Ramón Muerza encabezó el sector opositor, y denunció irregularidades en el padrón, empezando por la presencia de afiliados fallecidos. Pese al buen resultado, no logró aglutinar a los sectores descontentos, ya que algunos grupos cuestionan su accionar. La Voz de Comercio es parte de un espacio que busca ser una alternativa a ambos espacios. “Haber sacado un comunicado oficial de la FAECYS anunciando un aumento que no fue firmado habla de la poca seriedad que tienen para trabajar, lo que es una costumbre, ya lo hicieron con los bonos negociados en pandemia”, dijo al respecto Amado.

Interna empresarial

Además, esta no es la primera vez que el sector empresarial deja en el aire un anuncio de Cavalieri. En julio pasado, la federación mercantil afirmó que los trabajadores de supermercados cobrarían un bono por la pandemia, pero desde la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) lo desmintieron a las pocas horas. Esto hizo que el famoso bono sólo lo cobren algunos empelados, de no todas las cadenas, y solo en dos o tres meses, no en todos los que está declarada la pandemia.

La actitud de las cámaras empresarias estuvo además marcada por una situación ajena gremio. El faltazo de la Confederación de la Mediana Empresa (CAME), la Cámara Argentina de Comercio (CAC) y la Unión de Entidades Comerciales (UDECA) se debió en parte por la interna dentro de la primera de las entidades. La CAME renueva en octubre autoridades, y la pelea entre agrupaciones internas no facilitó la firma de la paritaria. Si bien los sectores duros y los más dialoguistas lograron una lista de unidad, esa negociación terminó dinamitando el acuerdo con el gremio mercantil.

Por último, las dificultades de Cavalieri son vistas de reojo por la mesa chica de la CGT, que tiene al dirigente como uno de sus ocupantes. Los más de un millón de afiliados del sindicato mercantil lo hacen clave para cualquier armado futuro en la central obrera, por eso el apoyo de la dirigencia que conduce los destinos de Azopardo es una de los pilares que sostienen el mercantil pese a las tensiones internas y externas. Cuando ganó en 2018, el propio dirigente dejó entrever que será su último período, pero dos años después la sucesión no está clara. Por lo cual el dirigente debe seguir afrontando las tormentas, que amenazan con su retiro tranquilo que alguna vez imagino.