Por: Leonel Manganielo

El embajador argentino en España y referente de la UCR, Ricardo Alfonsín, sostuvo que la dirigencia bonaerense del partido radical “estaría muy metida en la interna y por eso no se enteraron de lo que pasaba en el mundo” y que por eso pusieron el 11 de octubre cómo fecha para las elecciones internas. También criticó a Juntos por el Cambio por no proponer “ni una sola alternativa y siempre decir que no ante las políticas del gobierno”.

“Era previsible que se revise la fecha de las elecciones, supongo que habrán creído que para esta altura podría haber estado superada la pandemia, estarian muy metidos en la interna y no se enteraron de lo que pasaba en el mundo, porque en todos lados se decía que hasta que no apareciera la vacuna, la pandemia iba a ser un tema que iba a estar presente en la preocupación de todos”, manifestó el dirigente en diálogo con Política del Sur.

Asimismo, explicó que el alfonsinismo decidió no participar de las internas, pero que se dejó “en libertad de acción a los correligionarios de cada uno de los distritos decidiera en esta elección que es lo que resulta lo más conveniente”. 

“De todas maneras, debo reconocer que la mayoría de los dirigentes y militantes en los distritos del Espacio de Pensamiento Alfonsinista tienen más coincidencia o han compartido más peleas con el grupo de Evolución, porque hemos tenido muchas más diferencias políticas con Daniel Salvador y con quienes tuvieron las máximas responsabilidades en el comité de provincia, así cómo tambíen en el Comité Nacional”, añadió.

Además, consideró que este año no se van a realizar las internas por la pandemia, salvo que las autoridades “actúen con imprudencia y generen una movilización sin preocuparse por las consecuencias que eso pudiera tener en términos sanitarios”.

Propuestas

Por otro lado, sostuvo que “la UCR en el 2015 cometió el error de acompañar políticas que desde el punto de vista del partido no eran correctas” y que ahora “se oponen a políticas que deberían acompañar si fueran consecuentes con las ideas del partido”. “Eso nos aleja cada vez más de la sociedad, pero también veo una reacción cada vez mayor hacia adentro del partido que obligará a que ciertos dirigentes hagan rectificaciones”, analizó.

En esa sintonía, enfatizó que “durante estos ocho meses se vio a Juntos por el Cambio criticar todas las decisiones que tomó el gobierno para enfrentar la pandemia y sus consecuencias económicas”, y que no escuchó “una sola propuesta alternativa por parte de la oposición sobre lo que hubieran hecho”.

“En la oposición hay algunos que son más responsables, pero las principales cabezas y referentes actuaron priorizando lo electoral a expensas de la cooperación que siempre es necesaria y mucho más en estas circunstancias. Espero que los argentinos adviertan estas diferencias para sancionarlos después con el voto. Después de cuatro años de gobierno el Pro debería actuar con más humildad y seriedad, porque la falta de seriedad no se corresponde con los valores republicanos. En Argentina hay una teoría democrática nueva que consiste en afirmar que el que gana las elecciones tiene que hacer lo que quiere el que las perdió”, disparó.

Preservar la vida

Para finalizar, el embajador remarcó que el gobierno “no pudo aplicar la mayoría de las políticas que tenía prevista porque la pandemia cayó de sorpresa y fue cómo una bomba” y que “hubo que diseñar un plan de contingencia para enfrentar las consecuencias sanitarias y económicas”.

“Estoy de acuerdo con las decisiones que se tomaron, hubo una fuerte presencia del Estado para tratar de paliar las consecuencias negativas que inevitablemente causa la pandemia, porque en todos los países del mundo causó problemas serios en la economía más allá de la estrategia sanitaria. Lo correcto fue preservar la vida, las decisiones que pretendían evitar que el pico se produjera rápido fueron acertadas porque permitieron preparar el sistema de salud, el cual hoy está preparado para dar respuestas y salvar vidas. Si el pico hubiese llegado hace 3 o 4 meses, las víctimas serían mucho mayor y también sería mayor la letalidad de otras enfermedades que no podrían atenderse por estar saturados los hospitales”, concluyó Alfonsín.