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Sociedad | 26 jun 2020

SEXO EN PANDEMIA

Diferencias fundamentales entre hombres y mujeres a la hora del placer

La sexóloga Silvina Lizarraga explica las distintas formas en que se produce el orgasmo, y qué les sucede a ambos sexos una vez que se produce. La comunicación, como en otros casos, es la llave a una relación placentera.


Una de las cosas que diferencia al hombre y la mujer es su respuesta sexual, lo que algunos especialistas trazan como un proceso lineal que comienza con deseo y finaliza con el orgasmo. Para los hombres ese recorrido es más breve, mientras que en la mujer dura más. Según explica sexóloga Silvina Lizarraga en su columna semanal en el programa radial de Política del Sur, un detalle que muchos no conocen es que “el hombre puede tener eyaculación sin orgasmo, y orgasmo sin eyaculación”. Por lo general se da en forma simultánea, pero son dos partes distintas del sistema nervioso. Esto permite, entre otras cuestiones, que los hombres sean multi-orgásmicos. Aunque luego de la eyaculación llega el período refractario, es decir, que no hay erección.

 

En cuanto a las mujeres, esa meseta que comienza con el deseo, sigue con la excitación y luego llega al orgasmo, que tarda mucho más, “lo que sucede es que se sube a lo que se llama una meseta o plataforma orgásmica”. “Esto significa que si ella se lo permite y sigue siendo estimulada, es potencialmente multi-orgásmica, porque se sube a esa meseta y puedo conseguir las veces que quiera, porque no tiene período refractario”, sostuvo Lizarraga. Hay un período llamado “de resolución”, que es cuando se baja de esa meseta.

 

Una vez alcanzado el orgasmo, hombres y mujeres experimentan cosas distintas. El varón, sostiene Lizarraga, “se relaja y tiene sueño; mientras que la mujer como está en la plataforma quiere más. A veces se da una incompatibilidad”.  “Ahí está en el arte del hombre en seguir estimulando a la mujer, de otras formas que no sean la penetración, y acompañarla a que ella pueda seguir en el proceso en el que está”, remarcó la especialista. Para eso, es fundamental “hablar de lo que cada uno necesita, hasta que los dos sigan satisfechos”.

 

“Una buena forma de entender esto es que hay que pensarlo como un partido, y la mujer va a tardar más en conectarse con el juego. Si el hombre cuando acaba se va de la cancha, deja a la mujer y la deja jugado sola”, destacó Lizarraga, que insistió que “la relación sexual es comunicación, hay que decir lo que necesitamos. Sino, eso estropea a la pareja totalmente”.

 

Acá aparecer un tema muy hablado, pero con pocas certezas: la eyaculación precoz. “Hay que saber que la eyaculación es un reflejo, y por lo general lo precoz viene de la mano de la masturbación, que se hace rápido y en un corto tiempo. Ahí se genera el reflejo”, remarcó Lizarraga. Cuando se adquiere el reflejo, una vez que se tiene una relación, se activa. “El tratamiento tiene que ver con reeducar ese reflejo, además de la ansiedad y los temores del encuentro con el otro. La ansiedad es el enemigo número uno de la relación sexual”, concluyó.   

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