Un hombre de 32 años que permanecía prófugo de la Justicia tras protagonizar la fuga de la Comisaría de Llavallol junto a otros ocho presos, fue detenido el sábado a la noche en el Barrio Obrero de Lomas de Zamora. De esta manera, ya son siete los recapturados y sólo resta atrapar al último de los fugitivos, quien es intensamente buscado. 

Fuentes policiales señalaron a Política del Sur que los investigadores lograron establecer que el sujeto identificado como Pedro Alejandro Fuentes (32) frecuentaba ese vecindario lomense, por lo que la Policía montó un sistema de vigilancia encubierta en la zona para sorprenderlo. 

Según indicaron los voceros, Fuentes, que cumplía prisión preventiva por el delito de “comercialización de estupefacientes” al momento de la fuga, fue aprehendido cuando circulaba por la calle 108, entre 1 y 2, donde lo redujeron rápidamente, sin que ofrezca resistencia. 

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Así fue recapturado el séptimo de los presos fugados de #Llavallol. La policía lo detuvo con una identidad falsa. pic.twitter.com/aj9Ympia1P

— POLÍTICA DEL SUR (@PDSurradio) June 22, 2020

No obstante, el aprehendido advirtió una identidad falsa a los agentes, que constataron que se trataba del séptimo recapturado de los ocho reclusos que habían escapado de la Seccional 4° de Lomas. 

Por su parte, Cristian Migueles (25), el sexto atrapado, fue apresado el 10 de junio pasado en Villa Caraza, partido de Lanús. De esa manera, volvió a ser puesto tras las rejas al igual que el resto de los recapturados, Agustín Toledo, Rodrigo Pechinotti, Nicolás Soria, Daniel Alfaro y Mario Arancibia. Por su parte, Juan López permanece en la clandestinidad. 

El hecho 

La fuga de la Comisaría 4° de Lomas de Zamora, ubicada en Euskal Echea al 200, fue protagonizada por ocho de los doce presos que estaban alojados en uno de los calabozos de esa seccional, que lograron escapar tras romper la parte baja de la reja y la malla metálica de la puerta de la celda.   

De acuerdo a la investigación, Cristian Miguelez logró salir hacia el pasillo utilizando trozos de sierras y puntas de acero, y cortó la electricidad del lugar al deshabilitar las llaves térmicas.   

En ese momento, dos mujeres policías que se encontraban de guardia fueron atacadas a golpes por los presos, que además intentaron quitarles las armas reglamentarias, aunque no las tenían consigo.   

Mientras eso sucedía, el comisario y el subcomisario de la seccional subieron al techo del edificio para constatar si el corte de electricidad se había producido por algún desperfecto en esa área, momento en el que los presos aprovecharon para huir por la puerta principal.