miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº1967

Otros | 1 jun 2020

ENTREVISTA

Cristian Aldirico: “Estoy seguro que voy a volver a Talleres”

El exentrenador albirrojo dialogó con Deportes del Sur y recordó su paso por la institución de Escalada. El ascenso del 2015 fue el último título que consiguió el club radicado en Timote y Castro. 114 años cumplió Talleres, un nuevo aniversario para celebrar.


Talleres de Escalada cumple 114 años de vida. Un 1 de junio de 1906 se fundó el Talleres United Club, producto de la unión de los equipos barriales General Paz y Los Talleres. 

El Albirrojo fue uno de los fundadores del profesionalismo en la Argentina. En 1931, en conjunto con otras 17 entidades, Talleres formó la Liga Argentina de la que forma parte. Entre ascensos, descensos, una quiebra y volver a ponerse de pie, pasaron 114 años de vida que vale la pena rememorar.

Uno de los momentos más complicados en la historia de Talleres fue el paso por la Primera C. Luego de un descenso a la cuarta categoría del fútbol argentino en 2009, el club de Remedios de Escalada tardó seis años en volver a la Primera B Metropolitana.

De la mano de Cristian Aldirico, el Tallarín recuperó su lugar en la tercera categoría y así lo recordó el "Polaco" durante una charla con Deportes del Sur.

"Con algunos chicos que habían quedado del plantel anterior, más los chicos de juveniles se fue armando el plantel, de a poco, junto a la gente de la subcomisión de fútbol, una vez que terminamos la conformación del plantel, nos preparamos para tener un buen año. Fue un campeonato distinto porque se jugó de marzo a diciembre como eran los campeonatos viejos. Casi siempre que en los campeonatos largos prevalecen los mejores equipos, tuvimos la suerte de clasificar segundos, lo que nos dio la posibilidad de definir siempre de local, y ahí el equipo no tuvo lo que había tenido durante el año, pero fue muy sólido y compacto", reconoció el entrenador de 49 años.

Fue un torneo de 42 fechas, en el cual Talleres quedó segundo del campeón San Telmo. En el reducido debió pelear con Central Córdoba de Rosario en dos partidos para el infarto. La vuelta olímpica fue en Timote y Castro ante un marco imponente de diez mil personas que colmaron el estadio albirrojo.

"Durante el año, los partidos contra Central Córdoba habían sido muy buenos. El equipo en Rosario mostró una cara futbolística muy buena, lo jugó muy bien. Con la solidez tuvimos manejo de balón y sorprendimos a Central Córdoba en el partido de vuelta. Como toda final, fue muy cerrada y casi no hubo situaciones de gol", admitió Aldirico.

Asimismo, el coach detalló: "Empezamos el campeonato con irregularidad por falta de conocimiento, pasamos por distintas fases. Nos fuimos estableciendo y terminamos la primera ronda primeros y jugando muy buen fútbol. Después nos caímos un poquito y tuvimos unos traspiés de local que fueron impensados, el equipo sacó puntos de visitante y eso nos permitió estar ahí peleando. Un momento clave fue después de perder un partido que nadie imaginaba con Defensores Unidos por 3 a 1, donde tuvimos una charla interna en la cual nos propusimos volver a lo que habíamos hecho anteriormente, es decir, no pensar en ganar el partido, sino jugar para ganarlo. Eso fue un punto de inflexión y nos hizo muy bien a todos. Ahí retomamos el camino del buen juego y a partir de eso los resultados vinieron."

Además, relató: "La realidad es que era un reducido que clasificaban cuatro nada más, había muy poca distancia entre los cuatro primeros, es decir, estábamos peleando el torneo pero también estaba la posibilidad de quedar afuera del reducido, siempre uno estaba con preocupación. Ese día contra el CADU no jugamos bien y generó dudas. La realidad es que el plantel en la semana me mostraba que podía. De hecho, ese mismo plantel pasó de una categoría a la otra y nunca tuvo problemas con el descenso."

Su paso por Talleres

Cristian Aldirico tuvo dos etapas en la institución de Escalada: una como jugador y otra como director técnico. En la primera, durante la temporada 1997-1998, el club se encontraba muy mal económicamente, cerca de la quiebra que en 1999 se consumaría. Luego, como entrenador, fue su momento de mayor esplendor con el ascenso logrado en el 2015.

"En Talleres estuve casi dos años y tuve períodos donde me sentí muy cómodo y otros donde me costaron más las cosas. Talleres depende mucho de la situación económica del país por una cuestión de que lo sostiene la misma gente, que es humilde, no tiene un poderoso detrás, un club bien social. Cuando hubo una crisis económica en cuanto a pagos desde AFA, nosotros lo sufrimos, perdimos el lugar de entrenamiento, hubo atraso de pagos y ahí no estuvimos cómodos. Durante el año de la C, la gente nos hizo sentir muy cómodos, nos cobijó y sentimos su apoyo", aseguró el "Polaco".

Y agregó: "A mí me tocó jugar en Talleres en un período corto en el año 97-98, en un club que estaba en quiebra y muy mal. Te das cuenta de la calidad humana que tiene el club. La gente quiere al club y lo sostiene. De hecho, tuvo después la quiebra y la gente dijo presente nuevamente. Cuando me tocó  regresar como técnico sentí lo mismo, nada más que con un club más ordenado desde lo institucional y lo económico. Es un club que te adopta. Yo no soy hincha de Talleres porque me crié en Tristán Suárez y porque tengo otra afinidad futbolística, pero te adopta y te hace quererlo y querer volver, estar siempre cerca. Hay un montón de gente querible y eso es lo más importante. Los clubes son lo que es su gente. El crecimiento continuo, más las campañas que hizo últimamente, se afianzó en la categoría y tiene expéctativas de jugar en una categoría superior. Por eso merece el lugar ganado, porque la comisión directiva administra de la mejor manera a su club y diariamemte pone su granito de arena para que el club crezca. Es muy saludable que un club que haya estado en la lona se haya levantado de esa manera y que hoy en día sea uno de los grandes del ascenso."

También, recordó: "Yo ya tenía un trayecto cuando llegué a Talleres, ya venía trabajando. Uno cuando dirige siempre tiene algunos jugadores que son del gusto. Si lo que yo tenía era que Talleres contaba con jugadores de divisiones inferiores de clubes de Primera, en cualidades que no eran normales, superiores a lo normal para el fútbol de ascenso. A Ibáñez lo había traído yo de la UAI Urquiza. Me sorprendieron mucho Enzo Baglivo, Seba Prietto, Borda, todos jugadores que venían de inferiores con otra formación y que Talleres los pudo disfrutar porque encontraron el lugar donde soltarse y poder jugar el fútbol que ellos tenían."

Su estadía en Temperley

Durante el 2019, Aldirico fue el entrenador de otro equipo de la zona sur del Conurbano bonaerense. En Temperley había conseguido un ascenso al Nacional B en el año 99, después de una dura final contra Defensores de Belgrano. El regreso al Gasolero tuvo altibajos: entre B Nacional, Primera Nacional y Copa Argentina, dirigió 28 partidos, de los cuales ganó nueve, empató diez y perdió nueve, con 28 goles a favor y 30 en contra.

Durante su ciclo, se destaca haber llegado a una histórica semifinal de Copa Argentina, cayendo por penales ante Rosario Central, campeón de dicho certamen, y haber mantenido un invicto de ocho jornadas (cuatro victorias y cuatro empates) durante la temporada pasada.

En este marco, el entrenador asumió: "La realidad es que a Temperley llegué en un momento difícil porque el equipo estaba muy mal. Venía de Primera División y estaba último en el promedio. Rápidamente tuvimos la suerte de sacarlo de esa situación, pero después no pudimos sacarlo adelante. Hubo un partido clave contra Los Andes donde el equipo se desmoronó en cuanto a la confianza, y la gente mostró su descontento. A partir de ahí se hizo todo muy cuesta arriba. Con el plantel siguiente teníamos mucho menos dinero para armarlo. Temperley perdía la plata que le daba Superliga, entonces armamos un plantel a conciencia. Los resultados no se dieron inicialmente, hubo mucho nervio y, lógicamente, se pensó en un cambio de técnico. Me hubiera gustado que me vaya mejor, tenía otras esperanzas, tenía la ilusión de pelear un campeonato porque Temperley lo merece. Es un proyecto que estuvo inconcluso, uno habla de fracaso cuando termina el proyecto y no llega a lo que buscaba. Este se tuvo que cortar apenas arrancó por una cuestión lógica y entendible de como está el fútbol argentino hoy."

También, argumentó: "Creo que con un poco más de experiencia en lo que tiene que ver con la categoría uno haría las cosas distintas, por una cuestión lógica que se va aprendiendo, más allá de que yo ya tengo quince años como entrenador. Era la primera vez que dirigía en esa categoría, y a partir del aprendizaje, uno va modificando algunas cosas."

¿Una vuelta a Talleres en el futuro?

Por último, Aldirico se refirió a un probable regreso al Tallarín, y concluyó: "Uno no se vende para que lo llamen inmediatamente. Hay un cariño de por medio, yo voy a la cancha y me siento cómodo y me gusta. Cada vez que voy, veo algo nuevo que me pone muy feliz, y seguramente se va a dar de volver en algún momento. Va a ser en un momento que yo me encuentre bien y que venga pasando por un buen momento para que los dos nos podamos disfrutar, si no no tiene sentido."

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