El 19 de noviembre de 2014, Los Andes venció 3-1 a Almagro por la fecha 22 del torneo de transición de la zona B de la Primera B Metropolitana y volvió a la Primera B Nacional luego de cinco temporadas. En aquel partido fue fundamental Ricardo Vera, con una asistencia para el empate de Alejandro Noriega, y generando el penal en el que Noriega puso el 2-1.

Ricardo Vera, más conocido como "el Chipi", habló en exclusiva con Deportes del Sur y recordó aquel ascenso en el Eduardo Gallardón. También, habló de la situación actual del club y de una posible vuelta al milrayitas.

- ¿Qué recordás de aquel ascenso?

- Teníamos un grupo bárbaro, Fabián armó un grupo muy unido con un solo objetivo: el ascenso. Desde la pretemporada veníamos sabiendo que queríamos eso, el grupo se hizo fuerte en todo sentido. De local perdimos un partido a lo último contra la UAI. Me acuerdo de las concentraciones, de los compañeros, del día antes de la final con Almagro, que la hinchada fue a alentarnos al hotel. La llegada al club fue hermosa, y después haber ganado y ascendido fue un momento único.

- ¿Qué tenía ese equipo para salir campeón?

- Había muy buenos jugadores, había buen recambio y el plantel era bastante amplio en ese momento. Sabíamos cómo jugar de visitante y de local. De local nos hacíamos muy fuertes, atacábamos mucho, sabíamos en el momento que teníamos que atacar, nos agrupábamos y salíamos con la velocidad de Galeano. Era un equipo muy compacto, muy unido, corríamos todos. Teníamos mucho sacrificio porque habían pasado seis meses de no haber podido clasificar y nos tomamos muy en serio la obligación de ascender. Salíamos muy bien de contra, pero cuando teníamos que jugar, lo hacíamos con jugadores como Diego (Galeano), como Cisterna, Lorefice, que nos hacían jugar mucho. Eso nos hacía las cosas más fáciles porque éramos muy picantes arriba.

- ¿En qué momento sentiste que podían ser campeones?

- Cuando jugamos con Acassuso en cancha de Platense. Ellos nos ganaban 2-0 en 20 minutos y nos pasaban en la tabla. Pero al último minuto, Lorefice lo empató, seguimos manteniendo la distancia y el grupo se dio cuenta que estábamos bien, que estábamos para ascender y que no se nos podía escapar. Levantar ese partido nos hizo dar cuenta de todo, nos dijimos que no se nos podía escapar. Por suerte se nos dio.

- ¿En algún momento pensaste que se les podía escapar?

- Se nos hizo complicado cuando perdimos de local con la UAI. En las últimas fechas empatamos con Italiano, habíamos errado un penal, la expulsión de Luis Zeballos, todo eso hizo que dudáramos. Se nos hizo difícil, pero el grupo estaba bien.

- ¿Qué significó aquel ascenso con Los Andes en tu carrera?

- Fue el mejor logro de mi carrera, por lo que significa el club. Es un club muy grande, te hacen sentir cosas de que tenés que ganar de local y visitante. Por la gente y el grupo, lo ubico dentro de los logros más importantes de mi carrera.

- ¿Creés que fue el último gran equipo que tuvo Los Andes?

- Viendo lo que pasó desde ese instante hasta acá, creo que fuimos el último gran equipo de Los Andes. Por los resultados que sacó, por cómo jugábamos, porque en el Nacional B hicimos un gran torneo, el equipo sabía a lo que jugaba y la gente nos hacía saber que lo hacíamos bien. Los demás no pudieron encontrar la forma de jugar o lo que pide Los Andes. Desde 2014 a acá, fuimos el mejor equipo de Los Andes.

- ¿Y qué pasó después? ¿Por qué crees que se llegó a lo que es Los Andes hoy?

- Se desmanteló mucho el plantel. La mayoría de los ascendidos jugó el Nacional B un solo año y después se fue Nardozza y no se mantuvo la base. Tendrían que haber mantenido la base de ese buen grupo, pese a que algunos habían cumplido el ciclo. Ese era el grupo que sabía lo que quería Los Andes. Cuando te va bien, es un club para jugar toda la vida, pero cuando te va mal, es difícil. Hay cosas dirigenciales que no se hicieron bien, en la hinchada había muchos problemas. Cuando estuve yo, no pasó nada grave, lo hicimos bien durante todo el torneo. Pienso que no pudieron encontrar un buen equipo porque se hace difícil para el jugador cuando las cosas no arrancan bien.

- ¿Seguís al club en la actualidad?

- Lo sigo por redes sociales, siempre hablo con Noriega o con Diego Galeano. Está en un momento difícil, creo que se va a acomodar en algún momento. Es un club grande que en algún momento va a volver a ser lo que era.

- ¿Te gustaría volver?

- Sería un sueño volver a Los Andes y jugar mi último año ahí. Pero para jugar en Los Andes tenés que hacer muy bien las cosas en el club donde estás. Tengo que hacer un buen año en Guaraní y de ahí tratar de que el técnico y los dirigentes de turno me dejen volver. Igual, estoy agradecido a lo que me dio Los Andes. Sería un sueño volver y retirarme ahí.

- Por último, considerando el aislamiento y el parate futbolístico, ¿creés que esto pudo haber acelerado tu retiro?

- Se hace difícil llevarla, me siento bien físicamente y gracias a Dios nunca tuve lesiones graves. Mi físico y mi cabeza están bien para seguir jugando. Sigo siendo importante para Guaraní, por lo que me dicen los dirigentes, y eso me da más ganas de seguir jugando. Después de esto, quiero seguir jugando un año más. Las ganas las tengo, me siento cómodo y fuerte para volver cuando tenga que volver.