viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº1969

Provincia | 27 may 2020

¿Pacto de conveniencia mutua?

La trastienda de la política bonaerense nos depara la inminencia de un acuerdo estratégico entre el gobernador Kicillof y el cuestionado titular del Tribunal de Cuentas, Eduardo Grinberg.


El mandatario bonaerense va engranando día a día los resortes de su esquema de poder, y ese sentido ha arribado a un entendimiento resonante con este vitalicio funcionario que recala en la estructura provincial desde 1987.

 

Grinberg es un sanidrisense que proviene del tronco rancio del radicalismo que simbolizaba en aquel distrito Melchor Posse, y en los albores del nuevo milenio, al compás de los vientos transversales que propuso el kircherismo, viró hacia ese espacio político al calor de otro correligionario separatista, Leopoldo Moreau.

 

Esta movida, lo desplazó de la orgánica radical, y hoy es ciertamente denostado por la actual conducción provincial del partido centenario que encabeza Daniel Salvador.

 

El acercamiento con Moreau proveyó a Grinberg la plataforma para ensayar el acercamiento con Axel Kicillof, y poder sellar un acuerdo marco del cual ambos obtuvieran réditos.

 

Hay que recordar que el titular del Tribunal de Cuentas fue cascoteado durante la gestión de Vidal, personal de cuatro áreas centrales bajo su mando fueron desplazados de sus cargos: removieron a los encargados de la Secretaría de Actuaciones y Procedimientos; de Legal y técnica; de Auditoría Financiera y Proyectos de Inversión; y de Modernización y Fortalecimiento Institucional.

 

Durante el reino de Mariu, Grimberg también fue cruzado por denuncias judiciales donde se lo implicaba por malversación de fondos de caudales públicos y defraudación al Estado. También se solicitaba la investigación a funcionarios de su entorno y familiares que ocupan cargos dentro de organismo.

 

Ambos expedientes fueron impulsados por la Fundación por la Paz y el Cambio Climático en la Argentina, que conduce el periodista Fernando Miguez.

 

Vale la pena afirmar que tales imputaciones duermen el sueño de los justos en el Juzgado Federal 3 de La Plata a cargo de Ernesto Kreplak.

 

Estas urgencias acercaron en forma presurosa a Grinberg hacia Kicillof, que lo esperaba con los brazos abiertos debido a la imperiosa necesidad que embarga al Ejecutivo de garantizar el flujo de recursos para el desarrollo sin obstáculos de la administración provincial.

 

Desde ambos campamentos mostraron conformidad por el principio de acuerdo alcanzado y coincidieron en que los términos del mismo garantizan réditos políticos para ambos.

 

Desmenuzando el asunto, nos encontramos con la posibilidad concreta de que Grimberg practique un dribling a la posibilidad de juicio político, mantenga intacta la estructura del organismo que regentea y recupere parte del control perdido durante la gestión anterior.

 

Por su parte, el mandatario bonaerense asegura un alineamiento sin fisuras de uno de los máximos organismos de control de las cuentas públicas de la provincia de Buenos Aires.

 

La acordada, estipula el retorno a sus cargos de las antiguas colaboradoras de Grinberg: María del Carmen Sabugal, en la Secretaría de Modernización y Fortalecimiento y Silvia Novello como Secretaria de Actuaciones y Procedimiento, ambas personal de carrera desplazadas por Vidal.

 

También resolvió que las vacantes a cubrir en la órbita del organismo queden en manos políticas cercanas al gobernador Kicillof.

 

Al parecer, apetecible entendimiento con garantías de inmunidad judicial para unos y obediencia y cargos para otros.  

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